ENTREVISTA

Francine Gálvez, periodista: "Nos quejamos, y estamos en nuestro derecho, pero Madrid está más viva que nunca"

Debutó en la televisión hace más de 30 años. Desde hace tres presenta en Telemadrid 'Madrid directo', programa en el que fue reportera hace dos décadas

La periodista y presentadora del programa de Telemadrid 'Madrid directo' Francine Gálvez.

La periodista y presentadora del programa de Telemadrid 'Madrid directo' Francine Gálvez. / Alba Vigaray

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

¿Qué tiene 'Madrid directo' para seguir funcionando tras tanto tiempo?

Pues yo creo que el público nos considera unos vecinos más que les abrimos la puerta de la actualidad diaria sin meternos en lo que más estomaga. Intentamos hacer algo muy útil, muy entretenido y en lo que puedan participar, que nos ayuden a definir la actualidad. Y hay unas señas de identidad comunes, hablamos de cosas que para ellos son cercanas. Y llevamos toda la vida, son más de 30 años ya...

¿Qué exige como presentadora un programa así?

Sobre todo, estar preparada para que pase cualquier cosa y te cambie completamente el guion sobre la marcha. A menudo son sucesos, catástrofes, pero es cuando este programa demuestra el músculo que tiene. Creo que eso no lo hemos perdido.

¿Por qué cree que le ha ido bien en la profesión?

Ah, ¿me ha ido bien? Yo siempre pienso que me ha ido mal [risas]. No, tampoco pienso que me haya ido mal, pero sí creo que he pagado ser un poco desobediente. Hay una teoría de la vieja escuela que creo que impusieron Jesús Hermida, María Teresa Campos, Ana Rosa Quintana..., una teoría que dice que no puedes dejar la tele, que no puedes dejar de salir en la pantalla. Y yo eso lo he hecho mucho y me ha penalizado.

Pero siempre ha encontrado el camino de vuelta...

Sí, he tenido esa suerte, no puedo denominarlo de otra manera. Siempre se han acordado de mí. Pero llevo más de treinta años en esta profesión y también he pasado mis periodos en el desierto. Ahora estoy agradecidísima. Estar presentando un programa en el que me inicié como reportera veintitantos años después es como cerrar un círculo muy redondo. Es muy bonito.

Cuando yo era jovencita Madrid era una ciudad maravillosa, pero un poquito pueblo. Yo prefiero estar en el mundo del siglo XXI que quedarme en el siglo XX

¿Ha dicho que no a muchas cosas?

Bueno, casi empecé mi carrera diciendo no. Estaba haciendo el telediario de Televisión Española y dije hasta aquí. O en esta casa, en Telemadrid, estaba haciendo el programa de éxito de la cadena, Mamma mía y en un momento pensé que no quería estar toda la vida haciendo corazón. He dicho que no a mucho reality. Sí, he dicho mucho que no.

¿Y echa de menos ser reportera?

Lo echo de menos, pero un día a la semana, porque para ser reportero hay que tener mucha energía y ya con mi edad va faltando. Pero sí, el trabajo de reportero es el que da sentido y razón al periodismo.

¿Cuánto ha cambiado esta ciudad desde que usted era reportera de 'Madrid directo'?

Muchísimo, y a muchísimo mejor. Y mira que estaba bien... Pero es que Madrid está, yo creo, en una de las mejores épocas que yo conozca, creo que a la vista está.

¿No le parece cara, hostil, hecha para turistas...?

Es carísima, pero no creo que sea hostil, porque si no, no vendría tanta gente, no creo que la gente sea idiota y venga a un sitio hostil.

Hostil para el madrileño, quiero decir.

Nos quejamos todos mucho, y es verdad, y estamos en nuestro derecho a quejarnos. Pero por otro lado creo que la ciudad está más viva que nunca, es más internacional que nunca, más diversa que nunca, con un montón de oportunidades... Cuando yo era jovencita Madrid era una ciudad maravillosa, pero un poquito pueblo. Yo prefiero estar en el mundo del siglo XXI que quedarme en el siglo XX. Hay problemas, claro que sí, existen. Pero vaya a Nueva York, a Miami, a Río de Janeiro... Son los problemas del primer mundo.

Conmigo España no ha sido racista, pero tampoco puedo cerrar los ojos a gente que sí sufre discriminación por su color de piel. Es una cuestión compleja

Y, permítame que le haga la pregunta, ¿es Madrid una ciudad racista, o es España un país racista?

Es complejo. Conmigo, Francine Gálvez periodista desde hace 35 años, la gente no se mete. Pero, claro, yo hablo con otra gente que tiene mi mismo color de piel o más clarito, o los ojos más rasgados... Y ellos me dicen que sí, que sí que sienten una hostilidad mayor que la que yo percibo, que a lo mejor en algún momento puedo notar más miradas de la cuenta, pero nada agresivo. Es una circunstancia compleja. Hemos sido de los últimos países europeos en incorporar la inmigración. Es una cuestión que en Alemania no está resuelta, en Francia no está resuelta, en Inglaterra no está resuelta, en Italia no está resuelta... Y en España yo creo que deberíamos hablarlo para resolverlo. Yo diría que no es un país racista. Pero tampoco puedo cerrar los ojos a gente que sí que sufre esa discriminación por su origen o su color de piel.

31.07.2024. La presentadora de television y periodista Francine Gálvez, en Madrid. Foto: Alba Vigaray

Gálvez, en la sede de Telemadrid, en la Ciudad de la Imagen, en Pozuelo de Alarcón. / Alba Vigaray

Hay una cosa que a veces se nos olvida y el programa que usted presenta nos recuerda, y es que Madrid no acaba en la M30. ¿Qué le gusta de más allá de la M30?

Tenemos, en toda la Comunidad, una cultura tan rica y unos vecinos con tantas ganas de pasarlo bien... Muchas veces lo digo: no entiendo por qué la gente tiene que vivir en la Castellana y en los aledaños, donde es más caro; a lo mejor si te vas a Quijorna o a otro sitio, descubres que resulta que hay vida. Cada vez hay más cosas que ocurren fuera: actividades culturales, de poesía, de fotografía, de grafiti...

Dicho eso, ¿cuál es su barrio preferido?

El Retiro [risas]. Pero es que es donde me criaron mis padres, qué puedo decir, es mi barrio. Y la verdad es que no me puedo quejar, porque es un barrio que está fenomenal.

El consejo que daría a quien empiece en el periodismo es trabajo, trabajo y, si queda un rato, un poco más de trabajo. En esta profesión no hay golpes de suerte

Si volviera a nacer, ¿volvería a ser periodista?

Me gustaría decir que no, pero creo que soy tan tonta que sí [risas]. Diría abogada, notaria, registradora de la propiedad... [risas]. No, es difícil, pero al final es una pasión. Si yo volviera a nacer, ¿me perdería circunstancias como poder nadar entre ballenas con Jacques Cousteau, entrevistar a Lenny Kravitz, a Madonna, seguir la carrera de Pedro Almodóvar...? No me lo imagino.

¿Qué consejo o lección daría a un joven o una joven que empiece en el periodismo?

Trabajo, trabajo y, si queda un rato, un poco más de trabajo. En esta profesión no hay golpes de suerte. Ser narradores de la realidad exige una responsabilidad, por lo menos así lo veo yo, y la única forma que sé de afrontar esa responsabilidad es teniendo la seguridad de que lo que estoy haciendo está bien. Y eso implica mucho trabajo.

¿Vuelve por Camerún?

No, desde que murió mi abuela, nada. Mucha de mi familia forma parte como yo de la diáspora africana y están en Canadá, en Francia, en Alemania... Pero tengo ganas, para mi desgracia es un país que conozco prácticamente menos que Marruecos, que lo tengo aquí más cerca y he ido más veces...

¿Cree que sería muy distinto un 'Yaundé directo' de un Madrid directo'?

Pues seguramente sí. Cuando puedo intento ver televisión africana y escuchar radio africana y te diré que un programa así probablemente fuese muy bueno, porque, ¿sabe con qué resuelven la falta de medios? Con originalidad, no queda otra. Es un ejercicio que recomendaría: intentar ver cómo cuentan su realidad distintas sociedades del mundo. Se aprende un montón.