La Roja ilumina la Selva Negra

La selección despierta más ilusión en Alemania que en la propia España. El equipo tuvo un gran recibimiento en tierras teutonas, alejándose del escepticismo que rodea el entorno de la Roja en territorio nacional. Aquí se contemplan a los jugadores como cracks capaces de ganar la Eurocopa a diferencia del poco entusiasmo que a veces se detecta entre los medios y la afición española.

La Federación tuvo la iniciativa de abrir al público su primer entrenamiento en la Selva Negra, en el sur del país. La idea fue un éxito total ya que se congregaron unos 500 aficionados muy animosos, con globos, haciendo mucho ruido y vitoreando a los futbolistas. La grada se llenó y mucha gente se quedó fuera mostrando su desesperación.

Pese a este pequeño contratiempo de capacidad, el ambiente fue festivo también en los alrededores con una carpa en la que los hinchas podían comer salchichas regadas con las cervezas correspondientes.

Alrededor de la sede española se generó un ambiente de optimismo y alegría a la que se sumaron los futbolistas. Su entrenamiento valió mucho la pena. Los jugadores se entregaron con mucha intensidad haciendo las delicias de los aficionados que no se esperaban una sesión con tanto espíritu en las venas. Los 26 convocados se ejercitaron, incluido el tocado Dani Olmo.

Diversión y trabajo

En los rondos disfrutaron haciendo diabluras, en especial los más jóvenes. Por naturaleza se han unido Nico Williams, Balde, Pedri o Fermín para jugar en el sentido más propio de la palabra. Cada actividad era un momento de diversión, aunque acompañada de mucho empeño.

Luis de la Fuente ha logrado que los futbolistas se lo pasen bien con su trabajo y lo muestren abiertamente. Todos ellos son conscientes de la oportunidad que supone disputar una Eurocopa, pero al mismo tiempo que las cosas solo saldrán bien si son ellos mismos.

El míster les regaló un partido a campo reducido para que pudieran lucirse. La magia de Pedri, los goles de Joselu o las felinas paradas de David Raya fueron aplaudidas por los aficionados. Más que un entrenamiento parecía un partido en el que hubiera tres puntos en juego.

Avisados de Croacia

Una actitud con la que los internacionales quieren trasladar al mundo real el tópico que dice que se juega como se entrena. Solo con esta ambición se puede competir en una Eurocopa con un arranque tan duro como es ante Croacia, tercera en el último Mundial y subcampeona en la Nations League, perdiendo en la final ante la propia España.

Los futbolistas son conscientes de que el punto de partida es fundamental y Croacia es un rival que los tiene sobre aviso. No solo por su histórico de resultados recientes, sino también por el amistoso que jugó ante Portugal con victoria ajedrezada por 1-2. Un triunfo que pudo ser aún más amplio y los futbolistas están al corriente del hueso que les espera.

El inicio puede marcar el devenir del campeonato. Una victoria sería dar un golpe sobre la mesa muy fuerte antes de afrontar los dos siguientes compromisos ante Italia y Albania. España va a por todas. Quiere asegurarse una de las dos primeras plazas para estar en los octavos de final y no esperar a ser una de las cuatro mejores terceras. La relajación o confianza está prohibida.

A por la cuarta

Luis de la Fuente se está saliendo con la suya. El equipo está muy cohesionado y con un fin común. El lema de 'a por la Cuarta' propiciado por la propia Federación ha sido un aliciente añadido para pelear por ser la selección con más Eurocopas en su palmarés rompiendo la igualdad de tres trofeos con la anfitriona Alemania.

El público que se desplazó hasta el pequeño pueblo de Donaueschingen se marchó aagradeciendoa los jugadores su esfuerzo. Los futbolistas devolvieron el cariño con aplausos y firmando muchas camisetas. Aunque a veces parezca que la Liga española vaya a menos, en la grada se vieron numerosas camisetas del FC Barcelona, Real Madrid o incluso del Athletic Club.

Los jugadores españoles mantienen su prestigio y el respeto por parte de los rivales. La concentración en Alemania seguro que ha ayudado a subir la autoestima de un grupo que combina experiencia y juventud para formar una mezcla ideal.

Un grupo que ya se siente como en casa en la Selva Negra y que para nada le afecta la oscuridad que provocan sus altos árboles. Al contrario, son un foco de luz para todos.