Opinión | EUROCOPA

Nos hemos vuelto a ilusionar

Esta selección, partido a partido, ha conseguido volver a hacerse un hueco en los televisores de los hogares españoles y nos ha vuelto a convencer de que somos imparables

Lamine Yamal celebra con celebra con sus compañeros tras marcar el primer gol ante Francia.

Lamine Yamal celebra con celebra con sus compañeros tras marcar el primer gol ante Francia. / Associated Press/LaPresse

Todavía recuerdo cómo hace 14 años aquella selección de Casillas, Iniesta o Villa nos enseñó que todo era posible y que ningún título se nos podía resistir. Todavía recuerdo aquel Mundial de 2010 en el que el fútbol consiguió unirnos a todos y salimos a las calles a celebrar cada uno de los goles que nos llevaron a ser campeones del mundo. Aquella selección nos dio un motivo para reunirnos alrededor de una televisión sin perder la esperanza y siempre con la idea de que éramos invencibles. Nos malacostumbró a ganar siempre y no conocimos la derrota. Todo era idílico y parecía no terminar, pero, como todo en la vida, llegó el final de aquel equipo y, con este, se desvaneció nuestra ilusión.  

La ruptura con aquella selección fue dura. Llegamos a pensar que nunca encontraríamos otro amor como aquel y que no volveríamos a pensar que éramos capaces de comernos el mundo. Dejamos de creer en el amor y nos daba pereza tener citas con los partidos de la Eurocopa o el Mundial. Aquello dejó de ser el motivo principal para juntarnos con los amigos o con la familia, porque no nos creíamos capaces de llegar muy lejos. Perdimos la ilusión.

Sin embargo, como siempre nos han dicho "las cosas buenas llegan cuando menos te lo esperas" y así ha sido. Esta Eurocopa pensábamos que todo iba a seguir como siempre y esta nueva selección se ha encargado de darnos una lección. En ciertos momentos, este equipo nos recuerda a aquella selección del 2010 que tanto nos hizo soñar y creernos invencibles. Las comparaciones son odiosas, pero hay momentos en esta Eurocopa en los que escuchamos de fondo aquella famosa sintonía del programa 'Informe Robinson' sobre la victoria en el Mundial, porque esta selección nos ha vuelto a ilusionar. 

Tal vez no tendremos a un Casillas capaz de blocar aquel penalti de Cardozo contra Paraguay que nos dio alas para acabar con la maldición de los cuartos en el Mundial de 2010, pero sí tenemos a dos extremos como Lamine y Nico a los que les da igual el jugador que se les ponga por delante, porque consiguen deshacerse de él sin ningún problema como si de un juego de niños se tratase. Tal vez no hay un Guaje o un Niño que tengan el don del gol en sus botas, pero sí tenemos a un Mikel Merino que con su gol de cabeza nos ha hecho acabar por primera vez con una anfitriona y les ha vuelto a recordar a los alemanes que no les tenemos ningún miedo, como ya hizo Puyol en el 2010. 

Partido a partido, esta selección ha vuelto a recordarnos que tal vez es posible y que todavía queda una pequeña esperanza de volver a revivir aquel sentimiento de 2010 al conseguir llevarnos por primera y única vez el Mundial con aquel gol con dedicatoria de Iniesta en el minuto 116. Tal vez volvamos a llenar las calles para recibir a la selección con euforia y corear el nombre de los ahora 26 jugadores de esta nueva selección, como hizo aquel mítico Reina en la plaza de Colón a la vuelta del Mundial. Tal vez volvamos a decir aquello de "soy español, ¿a qué quieres que te gane?". Todavía queda esa posibilidad.

No sabemos cómo ni por qué, pero esta nueva selección nos ha vuelto a conquistar y nos ha hecho volver a creer que somos imparables. Este equipo ha conseguido volver a colarse día tras día en muchos hogares españoles y nos ha vuelto a dar un motivo para juntarnos con los nuestros. Han conseguido que volvamos a celebrar con el vecino, aquel con el que no solemos hablar nada más que del tiempo en el ascensor, el último gol de Dani Olmo que nos ha colocado en la final. Esta selección ha conseguido que volvamos a dejar de lado nuestras diferencias para ponernos de acuerdo en jugadas como las de Carvajal o golazos como los de Lamine. Esta nueva selección nos ha vuelto a unir con una misma ilusión. 

Cuando parecía que no podríamos volver a ganar un título como la Eurocopa, llega esta selección liderada por otro Luis, en este caso De la Fuente, y nos demuestra que tal vez esta sea nuestra oportunidad para poder revivir buenos tiempos. ¿Quién sabe? Tal vez estos jugadores hayan recogido el testigo de aquella selección que, bajo la batuta de Luis Aragonés y luego Del Bosque, consiguió hacerse un hueco en la historia del deporte español al ganar la Eurocopa de 2008.