GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Encierro propalestino en el rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela: la Policía desaloja a los estudiantes

Unos minutos después de las 6:00, la Policía Nacional ha desalojado a los estudiantes que permanecían encerrados en el Pazo de San Xerome en protesta por la masacre de civiles en Gaza, donde ya han muerto 37.000 palestinos

Los manifestantes exigen que la USC deje de colaborar con entidades "relacionadas directamente co xenocidio"

La Policía desaloja a los estudiantes del rectorado de la USC

La Policía desaloja a los estudiantes del rectorado de la USC / / JAVIER ROSENDE NOVO

Fin al encierro propalestino en el rectorado de la USC. Unos minutos después de las 6:00, la Policía Nacional ha desalojado a los estudiantes que permanecían encerrados desde este lunes en el Pazo de San Xerome en protesta por la masacre de civiles en Gaza y para exigir que la Universidad de Santiago de Compostela deje de colaborar con entidades "relacionadas directamente con el genocidio". Un encierro que el rector, Antonio López, había calificado de "chantaje" después de que los estudiantes advirtiesen que mantendrían la protesta hasta que se negociaran sus reivindicaciones o se les expulsara por la fuerza.

Tras ser expulsados del rectorado, los estudiantes se han sentado en la Plaza del Obradoiro gritando consignas como “Israel, asesina, USC patrocina”. Buena parte de los efectivos policiales que participaron en la operación han abandonado la escena, exceptuando los agentes que todavía rodean el rectorado para impedir que los estudiantes vuelvan a entrar. Fuentes de la USC señalan que también ha sido desalojada la Facultad de Historia, epicentro de la protesta estudiantil propalestina.

El desalojo ha sido pacífico, según la Policía. Los estudiantes, sin embargo, dan otra versión: "No fue pacífico. Vinieron gritando. Una compañera se despertó con un golpe en las costillas. A otra con un golpe en las piernas. A otro compañero no le dejaron ni ponerse el pantalón", asegura a este diario una portavoz de la asamblea estudiantil. "Otra compañera fue amenazada con la Ley Mordaza por grabar el desalojo", indica otra estudiante que participaba en el encierro.

Este martes, los trabajadores de la universidad que acudieron por la mañana a sus puestos de trabajo tuvieron que abandonar el rectorado. El motivo, según pudo saber El Correo Gallego, del mismo grupo editorial, fue que, tras pasar la noche en el Pazo de San Xerome, un grupo de 20 estudiantes se había hecho fuerte en su interior, lo que obligó a los servicios de seguridad informáticos de la universidad a capar los servidores con el fin de que de que los manifestantes no accediesen a ningún tipo de información almacenada en ellos. La decisión provocó que los trabajadores de la rectoría no pudiesen desempeñar sus trabajos con normalidad. Por ello, recibieron la orden de regresar a sus casas.

Con el encierro, los estudiantes buscaban que el rector de la USC asumiese sus reivindicaciones -recogidas en un documento de 16 puntos- en relación a la ofensiva de Israel en Gaza como respuesta a los ataques del 7-0 y que ha provocado hasta hoy la muerte de más de 37.000 palestinos desde octubre, según el Ministerio de Salud de la Franja, gobernada por Hamás.

Según los manifestantes, el encierro en San Xerome se produjo a raíz de la negativa de aprobar sus reivindicaciones en el último Consello de Goberno. También aseguran que lo principal es que la USC "ponga fin a la financiación y la complicidad con instituciones y empresas que están relacionadas directamente con el genocidio que está teniendo lugar en Palestina. Por ejemplo, ahora el Banco Santander, así como proyectos de investigación o colaboraciones de tipo más académico".

¿Qué sucederá ahora con la protesta? Tras haber sido desalojados del rectorado y de la Facultad de Historia, los estudiantes, que ven necesario "cortar el flujo de normalidad para ver si las cosas cambian", aseguran que continuarán con sus reivindicaciones. "Si molestamos tanto al rector como para que envien ocho furgones de policía es que algo estamos haciendo bien", señala la portavoz de la asamblea.