DECÁLOGO DE GOBIERNO

Feijóo revisará "una a una" las leyes con el voto decisivo de Bildu si gobierna

El líder del PP incluye en su decálogo de los primeros cien días de gobierno analizar las leyes aprobadas con la izquierda abertzale, bajar el IRPF a rentas medias y bajas y reitera el compromiso de luchar contra la violencia de género tras su pacto con Vox en la Comunidad Valenciana

Feijóo con Cuca Gamarra e Isabel Díaz Ayuso en un desayuno informativo.

Feijóo con Cuca Gamarra e Isabel Díaz Ayuso en un desayuno informativo. / DAVID MUDARRA

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo desgranó el decálogo de las medidas que pondrá en marcha en los primeros cien días de gobierno si después del 23 de julio consigue llegar a la Moncloa. Entre ellas está “la lucha transversal y sin uso partidista” por la igualdad y contra la violencia de género (volvió a dejar clara la postura de su partido en un recado a Vox tras el pacto de la Comunidad Valenciana) y “revisar una a una todas las leyes en las que Bildu fue decisivo”, asegurando que si es presidente del Gobierno “los votos de Bildu no servirán para nada en nuestro país salvo que se adecúe a la Constitución”.

La salvedad no parece un asunto menor —el cumplimiento de la Constitución— y Feijóo no concretó cuáles de las leyes en las que Bildu ha sido fundamental podrían incumplirla. Muchas miradas del PP se centran en la ley de memoria democrática, que el líder del PP ya aseguró que derogaría.

Como ocurrió durante la campaña del 28M, la izquierda abertzale ha vuelto a protagonizar buena parte del debate nacional después de unas declaraciones del delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, que aseguró que Bildu, “a diferencia de los partidos de la pulserita patriótica, ha ayudado a salvar muchas vidas”. Se refería a la posición del partido de Arnaldo Otegi en votaciones del Congreso, en concreto durante la pandemia, a pesar de que esa formación se abstuvo en los estados de alarma.

Que Feijóo haya incluido la referencia expresa a la violencia machista en su decálogo no es casual. En los últimos días el ruido ha ido a más a cuenta del pacto programático de la Comunidad Valenciana, en el que el PP acepta hablar de "violencia intrafamiliar", como ya hizo hace más de un año en Castilla y León. Después, un miembro de Vox, el número dos en Valencia, aseguró que "la violencia de género no existe". El líder conservador, que ya salió contundente el viernes pasado para reprochar a Vox esas palabras, volvió a prometer este lunes que "el PP dará un paso atrás", especificando: "Y por paso atrás me refiero a que no la vamos a negar ni haremos leyes que desprotejan a las mujeres", zanjó. "Es un mensaje a izquierda a y los que se dicen de derecha", zanjó.

De las otras medidas que Feijóo se comprometió a poner en marcha en sus primeros tres meses de presidente si consigue gobernar, la mayoría las ha ido anunciando en varias ocasiones. Una es la de formar un Gobierno mucho más pequeño que el actual, adelgazando el gasto que tiene para los ciudadanos. También afirmó que hará públicas las cuentas de las distintas administraciones y la seguridad social para dar a conocer la salud financiera del país; una rebaja del IRPF inmediata para clases medias y bajas; y la recuperación del delito de sedición y el aumento de penas por corrupción en el Código Penal.

En esas diez prioridades también incluyó remitir al Congreso una nueva ley orgánica del CGPJ tras la imposibilidad de haber llegado a un acuerdo para renovar el órgano de gobierno de los jueces con el PSOE; convocar a los agentes sociales para fijar objetivos de la legislatura; también una convocatoria a los presidentes autonómicos para abordar los fondos europeos, el problema del agua y la financiación autonómica; y el compromiso de que la presidencia europea será “una cuestión de Estado y no se la ocultará al líder de la oposición”.

Esto último ha provocado mucha tensión entre los dos principales partidos, como publicó este diario, especialmente por el malestar en el PP al estar completamente aislados de la organización de la presidencia europea, a pesar de que habrá elecciones generales y no es descartable un cambio en el ejecutivo.