El miedo al acoso o al odio hacen que dos de cada tres docentes LGTBI+ no se muestren como tal en sus centros

Un informe muestra que el 53% de las personas agredidas no han obtenido apoyo por parte de los equipos directivos

El 12% de quienes trabajan en enseñanzas regladas no universitarias han sido víctimas de situaciones de odio

Solo un 47% de las víctimas de estos delitos de odio se han sentido respaldadas por sus centros.

Solo un 47% de las víctimas de estos delitos de odio se han sentido respaldadas por sus centros. / EFE/NACHO GALLEGO

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Dos de cada tres docentes LGTBI+ no se visibilizan como tal en sus centros de trabajo. Muchas de estas personas aluden al miedo a ser víctima de acoso, discriminación, odio o similar e, incluso, a perder su empleo. Las reticencias a salir del armario tienen sentido cuando cerca de cuatro de cada 10 docentes (36,5%) han sido víctimas o testigos de algún acto de odio por LGTBIfobia en el centro en el que trabajan actualmente, según los datos que revela un informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) y la Federación Estatal de Enseñanza de CCOO.

El trabajo refleja que un 12% de las personas que trabajan en enseñanzas regladas no universitarias han sido víctimas de situaciones de odio, de las cuales el 89% son docentes LGTBI+ y el resto personas aliadas.

Es un dato que coincide, precisamente, con el porcentaje de la encuesta elaborada por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) en la que, según su último informe, en los últimos cinco años un 12% de las personas LGTBI+ ha sido víctima de incidentes de odio en España.

Situación mantenida en el tiempo

El trabajo, que ha sido presentado este martes, también muestra que, aunque lo más habitual es que la violencia se haya producido un único día (34,6%), en casi un 30% de los casos la situación se ha mantenido durante 100 días o más.

Llama la atención que los centros solo han actuado para proteger a la víctima en la mitad de los casos. Esto quiere decir que el otro 50% restante de personas agredidas no han obtenido apoyo por parte de sus equipos directivos. Todo ello a pesar de que, según los datos ofrecidos por la FELGTBI+, esta ausencia de intervención multiplica por cuatro el riesgo de baja laboral por parte de las personas agredidas.

Así, entre las medidas tomadas, el 13,2% de las víctimas causaron baja laboral, un 12,1% decidieron cambiar de centro y solo en un 4,9% la víctima interpuso una demanda.

Perfil de los agresores

Por otra parte, la investigación desvela que la mitad de las personas que ejercen la violencia son el alumnado. Otro 31% son personas trabajadoras del centro y un 19% familiares. También expone que casi la mitad del profesorado (47%) que ha sufrido LGTBIfobia no ha denunciado.

Con todo, únicamente un 18,8% de las personas entrevistadas afirma que en su centro existe un protocolo específico para la protección de profesionales LGTBI+, a pesar de que, tras la aprobación de la Ley LGTBI, esto es obligatorio.

Además, los datos obtenidos manifiestan que solo tres de cada 10 miembros del profesorado LGTBI+ se visibilizan ante cualquier persona de su centro y un 21% está completamente en el armario. Un 45% de quienes lo manifiestan lo hacen a cualquier persona y un 32% solamente a compañeros y compañeras de trabajo nada del alumnado.

El miedo a situaciones de odio, acoso, discriminación (74,5%), seguido de miedo a vincularse a fenómenos estereotipados (29%), son los principales motivos señalados para explicar por qué las personas LGTBI+ que se dedican a la enseñanza siguen sin ser del todo visibles.

"Es decir, existe, por encima de cuestiones formales de las relaciones laborales, un riesgo de exposición emocional que va de situaciones de odio explícito a cuestionamientos de la ética profesional o la propia profesionalidad", expone el informe.