LGTBIQ+

El Orgullo da comienzo con el pregón de los concursantes de OT que enseñaron a miles de hogares lo que es la diversidad

Cientos de personas acudieron a la Plaza de Pedro Zerolo para escuchar a Martin, Juanjo, Chiara y Violeta

Martin, Juanjo, Chiara y Violeta dan el pregón del del Orgullo LGTBIQ+ en Madrid.

Martin, Juanjo, Chiara y Violeta dan el pregón del del Orgullo LGTBIQ+ en Madrid. / EFE / J.P. GANDUL

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Todavía no eran ni las ocho de la tarde y ya había gente que llevaba siete horas esperando en la Plaza de Pedro Zerolo. Esta edición del Madrid Orgullo (MADO) conseguía con su pistoletazo de salida lo que las personas organizadoras se habían propuesto: que el mensaje de que esta fiesta, que también es reivindicación, llegase a los más jóvenes, que esperaban como agua de mayo a los cuatro concursantes de OT 2023 encargados de dar el pregón. Fue una edición con 16 personas diversas. Porque, como ellos mismos han trasladado, la sociedad es diversa.

"Cuando entramos, lo hicimos sin saber que nuestra forma de ser, de expresarnos y de relacionarnos entre nosotras y nosotros, con la naturalidad que simplemente hubo, iba a haber tantas personas que nos agradecerían después esto que ahora llamamos visibilidad", ha asegurado Martin. Él fue el primero en hablar y en recordar que, quizá, años atrás, otras personas como ellos "hubieran tenido que esconderse o ponerse una máscara" para disimular ante las cámaras "su verdadero yo".

Porque la visibilidad y el orgullo, ha señalado, "no es, como muchos dicen, intentar meter información en la cabeza de los niños y convertirles en nada", sino que "cada niña, niño o niñe se desarrolle pudiendo ser ella misma, sin miedo y sin vergüenza. Sin perder años de su vida fingiendo ser de otra manera por temor a la violencia" que todavía hoy persigue a este colectivo.

Cientos de personas acudieron a la Plaza de Pedro Zerolo para escuchar el pregón de los concursantes de OT 2023.

Cientos de personas acudieron a la Plaza de Pedro Zerolo para escuchar el pregón de los concursantes de OT 2023. / EUROPA PRESS / FERNANDO SÁNCHEZ

Solo unos minutos antes, Uge Sangil, la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTBI+), pedía en la plaza que levantase la mano todas aquellas personas que habían sufrido acoso escolar. Fueron muchas. También hubo alzamiento de brazos cuando preguntó si habían sufrido violencia o les habían insultado.

Lágrimas en los discursos

El público estaba entregado. Hubo gritos al ver a los cuatro concursantes, pero también cayeron muchas lágrimas según iban hablando. "Ahora, de repente, hay un poco de lgtbfobia entre jóvenes", reconocía Andrea, una joven de 27 años que llevaba en la plaza desde las 13.30 h. "Antes estaba hablando con ella -añadía su amiga Ana- de que a este tipo de eventos viene cada vez gente más mayor. Está súper bien que llegue a esta generación. Yo no soy tan fan de OT, pero te llama la atención que nos apele. Al fin y al cabo, es importante fomentar y eliminar los discursos de odio y darnos cuenta de que el Orgullo está ahí por algo".

Para Juanjo, de OT, este era el primero, con todo lo que eso significa. Agradeció a sus compañeros, amigos y familia ser hoy "una persona mucho más feliz". También le dio las gracias a Martin, su pareja, a la que conoció en el concurso. Porque, como fue recalcando durante su discurso, "nunca es muy pronto ni demasiado tarde" para que una persona se encuentre a sí misma. "Cada una tiene su ritmo", ha asegurado. "Está bien no saber qué palabra usar para definirte o tardar algo más en encontrar la tuya. Incluso está bien si creías que algo te definía y luego descubres que no y lo cambias".

Por su parte, Chiara se dio cuenta que le gustaban las chicas con 15 años. "Pero igual me habría dado cuenta antes si hubiera visto que no hay una única manera de ser lesbiana", ha resaltado, al recordar la falta -y el descubrimiento- de referentes audiovisuales: "Go lesbian go!", gritó, un lema de OT 2023.

Violeta, en cambio, sí tuvo referencias hasta dentro de su propia familia. Todos y cada uno de ellos agradecieron a la suya habérselo puesto fácil y pidieron que esa sea la norma en el resto de hogares. "Son el primer escalón en el descubrimiento de los hijos y es importante dar un espacio seguro", expuso Martin. "A mí se me educó en el amor sin límites y sin barreras. Y todo el mundo debería tener ese derecho hasta que llegue el momento en el que ni siquiera haga falta tener esa temida conversación porque por fin no existan armarios", añadió Violeta.

Un movimiento de la mano del feminismo

Antes de eso, Ronny de la Cruz, presidente del Cogam, y Uge Sangil, reivindicaron lo mismo bajo el lema de este MADO: Educación, derechos y paz: Orgullo que transforma. "Necesitamos escuelas y espacios formativos libres de homofobia, bifobia y transfobia", gritaron.

Uge Sangil, presidenta de la FEGTBI+, y Ronny de la Cruz, presidente del COGAM, reivindicaron una educación inclusiva.

Uge Sangil, presidenta de la FEGTBI+, y Ronny de la Cruz, presidente del COGAM, reivindicaron una educación inclusiva. / EUROPA PRESS / FERNANDO SÁNCHEZ

Los dos portavoces señalaron que el movimiento LGTBI+ tiene que ser plural. De todas y de todos. "Debe ir con las personas migrantes, con las que tienen discapacidad, con las gitanas, con las de la Cañada Real y con las mujeres asesinadas" por violencia machista. Sangil recordó a Petri, de 76 años; a Marian, de 49, y a su hija Laura, de 20; y a Ammal, de 30, con sus dos niños, todas ellas víctimas de feminicidios provocados este último fin de semana.

"No nos vamos a callar. El colectivo LGTBI+ es feminista y va a luchar contra las luchas machistas. No guardemos minutos de silencios. Saquemos nuestra furia y gritemos para combatir la violencia machista", bramó Sangil. Y vaya que si gritaron. También por Palestina.