CRISIS MIGRATORIA

Polonia acusa a Bielorrusia de lanzar una "guerra híbrida" contra sus fronteras

Los encontronazos entre los militares polacos y los inmigrantes se recrudecen en la frontera bielorrusa

Refugiados bielorrusos pugnan por entrar en la UE, a través de la frontera polaca.

/ Agencia ATLAS / EFE

Silvia Martínez

Más de 2.000 inmigrantes intentan cruzar la frontera con Polonia en la región de Grodno, según informó hoy el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia. "Más de dos mil refugiados, incluidos mujeres y niños, se encuentran frente a la alambrada en la frontera con Polonia", informó el comité estatal, que aseguró que los inmigrantes irregulares tienen por objetivo llegar a la Unión Europea (UE), ya que "no consideran a Bielorrusia como lugar de destino".

"La situación en la frontera bielorruso-polaca sigue siendo muy tensa", señaló. La fuente denunció el uso de gas lacrimógeno contra los inmigrantes por parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad polacas, de los que están separados por alambre de espino.

"En respuesta al uso injustificado de medios (policiales) especiales, parte de los refugiados se comportó de manera más activa y comenzó a destruir la alambrada", indicó. En las imágenes ofrecidas por el portal bielorruso Zerkalo se ve cómo los policías polacos utilizan aerosoles con gas lacrimógeno para dispersar a aquellos que intentaban cruzar la frontera.

Algunos refugiados utilizan palas, trozos de madera y señales de tráfico para destruir la alambrada y algunos recurrieron incluso a alicates para cortarla. Según informó la agencia oficial bielorrusa, BELTA, la mayoría de los inmigrantes son kurdos, que quieren cruzar a territorio polaco para después instalarse en Alemania.

Carecen de comida y agua

Muchos de los refugiados viajan con niños pequeños y carecen de comida, agua y ropa de abrigo, señaló la fuente, cuyas fotos muestran a familias enteras sentadas en torno a hogueras. Al otro lado de la frontera, cientos de policías polacos provistos de escudos antidisturbios y armas de fuego intentan mantener el orden y evitar la entrada de los inmigrantes.

Ante la imposibilidad de cruzar a territorio polaco, a última hora de la tarde, según aumentaban las temperaturas, los inmigrantes montaron tiendas de campaña en la linde del bosque frente a la frontera. Una columna con varios miles de inmigrantes se dirigió esta mañana por carretera a dicho puesto fronterizo sin que la policía bielorrusa hiciera nada para evitarlo.

"La indiferencia y el trato inhumano de las autoridades polacas empujó a los refugiados a ese acto de desesperación", informó el comité fronterizo en su canal de Telegram. Los países vecinos de Bielorrusia - Polonia, Letonia y Lituania- han declarado el estado de emergencia en los últimos meses debido al dramático aumento de la inmigración irregular procedente de territorio bielorruso.

Esos países y la Unión Europea (UE) acusan al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de provocar la actual crisis migratoria en venganza por el apoyo que prestan a la oposición bielorrusa en el exilio. Lukashenko ha negado todas las críticas, pero ha alertado a Bruselas de una "catástrofe humanitaria" en la frontera con la Unión Europea (UE) debido a la concentración de inmigrantes antes de la llegada del invierno.

Refuerzo militar en la frontera

Por su parte, el Gobierno polaco decidió aumentar su presencia militar en la frontera con Bielorrusia ante la acumulación de grupos de migrantes en la zona, se prepara para nuevos incidentes y ha prohibido el tráfico terrestre en el área hasta nuevo aviso.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró que "sellar la frontera" está "en el interés nacional" de Polonia" y añadió que "también la estabilidad y la seguridad de toda la Unión Europea (UE) están amenazadas".

"No nos dejaremos intimidar y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE", aseguró el jefe del Gobierno polaco. Durante la noche del lunes, varios grupos de cientos de migrantes se acumularon frente a la valla que delimita la frontera polaco-bielorrusa en el área de Kuznica y, cuando intentaron derribarla, las fuerzas fronterizas polacas les rechazaron con cañones de agua.

Varsovia ha anunciado que ampliará las fuerzas militares destacadas en la frontera, que actualmente suman 12.000 efectivos, y se ha ordenado la movilización urgente de dos batallones en la provincia de Podlasia (este), una de las tres regiones polacas que permanecen en estado de emergencia desde el 2 de septiembre. Asimismo, se ha trasladado allí a fuerzas policiales de varias ciudades, como Poznan, Gdansk y Lódz, para que colaboren en las tareas de vigilancia.

En grabaciones difundidas por el Gobierno polaco y la Guardia de Fronteras se puede ver a cientos de migrantes acampados y deambulando a lo largo de la valla fronteriza durante la noche del lunes. En uno de los vídeos se aprecian disparos desde el lado bielorruso, lo que en opinión del general Waldemar Skrzypczak, "pueden ser ejecuciones" de migrantes para forzarles a mantenerse en la frontera polaca, pues, según dijo "los bielorrusos son capaces de cualquier cosa".

Por su parte, otro alto oficial polaco, el general Roman Polko, aseguró el lunes tener constancia de que entre los migrantes hay personas "que muestran signos de pertenecer al servicio secreto bielorruso" y aseguró que las autoridades de Minsk proporcionan a los refugiados "números de teléfono de periodistas y organizaciones polacas" para coordinar sus infiltraciones y que "usan a los niños para provocar empatía". La presidenta del Parlamento polaco, Elzbieta Witek, que ha programado una sesión extraordinaria para discutir este martes la situación, aseguró que su Gobierno "está preparado para cualquier escenario". Desde la pasada primavera se ha multiplicado el número de intentos de entrada ilegal en Polonia desde Bielorrusia y tanto Polonia como la UE consideran que esto es el resultado de un plan de Aleksander Lukashenko para desestabilizar a Europa.