CONFLICTO EN ORIENTE PRÓXIMO

Israel bombardea una escuela de la ONU en Gaza y provoca al menos 32 muertos

El Gobierno gazatí ha tachado la agresión como un “crimen que avergüenza a la humanidad”, pese a que Israel afirma que se “tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados”.

Al menos 27 muertos en un ataque israelí en una escuela de UNRWA en Nuseirat

Al menos 27 muertos en un ataque israelí en una escuela de UNRWA en Nuseirat / EFE

El horror no abandona la Franja de Gaza. Este jueves por la mañana Israel ha bombardeado una escuela de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave. En ella, se encontraban decenas de personas desplazadas intentando, en vano, encontrar refugio. Al menos 32 gazatíes, muchos de ellos niños, han muerto como resultado del ataque israelí, según la agencia de noticias palestina Wafa. Los muertos y los heridos han desbordado el hospital Al Aqsa en el centro del enclave, “que está lleno de pacientes heridos tres veces más que su capacidad clínica”, ha dicho Ismail al Zawabta, portavoz de la oficina de medios del Gobierno de Gaza, desde allí.

Tras el ataque, los cuerpos de cinco niños, reducidos a pedazos, cabían en una sola bolsa trasladada en ambulancia hasta el centro médico. A las puertas del hospital, completamente desbocado, se han colocado los cadáveres cubiertos con mantas de los palestinos muertos para que sus familiares pudieran reconocerles. Aún se buscan supervivientes y cuerpos entre los escombros. El Ejército israelí ha dicho, sin aún aportar pruebas, que la escuela escondía “terroristas que participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, que fueron eliminados”. “Hace poco, aviones de combate, dirigidos por la inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet, llevaron a cabo un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en el área de Nuseirat”, han confirmado en un comunicado militar.

Por su parte, el Gobierno gazatí ha tachado la agresión como un “crimen que avergüenza a la humanidad”, pese a que Israel afirma que se “tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados”. “Esta horrible masacre cometida por la ocupación israelí es una prueba clara de genocidio y limpieza étnica contra civiles, incluidos mujeres y niños, y personas desplazadas en la Franja de Gaza”, ha dicho al Zawabta a los periodistas desde el hospital al Aqsa. “La ocupación utiliza mentiras a la opinión pública a través de historias falsas e inventadas para justificar el brutal crimen que llevó a cabo contra decenas de personas desplazadas”, ha denunciado a la agencia de noticias Reuters.

"Situación apocalíptica"

Este ataque se suma a los ocho meses de guerra contra Gaza, que ha matado a más de 36.580 gazatíes y herido a otros 83.000, sumados a los 10.000 desaparecidos bajo los escombros. Durante los últimos días, ha tenido lugar una intensificación de los bombardeos de las fuerzas israelíes sobre el enclave, pese a que Estados Unidos y los mediadores tratan de avanzar en un esfuerzo por asegurar un acuerdo de alto el fuego. El día anterior, el personal de Médicos sin Fronteras ya describió que el hospital de Al Aqsa se encontraba en una “situación apocalíptica”. “El olor a sangre en la sala de urgencias del hospital esta mañana era insoportable. Hay gente tirada por todos lados, en el suelo, afuera… estaban trayendo cadáveres en bolsas de plástico. La situación es abrumadora”, dijo su representante Karin Huster después de que llegaran 70 muertos y más de 300 heridos en sólo unas horas.

Mientras los gazatíes siguen pereciendo a decenas en el enclave palestino, los mediadores impulsan sus esfuerzos para lograr un acuerdo que lo detenga. Este miércoles, el director de la CIA, William Burns, estuvo en Doha para discutir la propuesta de tregua en tres fases promocionada la semana pasada por el presidente estadounidense Joe Biden, que implica un alto el fuego inicial de tres semanas. Pero el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha vuelto a desdeñar esta idea y ha defendido que los combates no se detendrían. “Cualquier negociación con Hamás se llevaría a cabo sólo bajo fuego”, ha dicho Gallant desde el aire, mientras volaba a bordo de un avión para inspeccionar la ofensiva israelí en Gaza.