CLAVES

¿Qué se juega Francia en las elecciones legislativas de este domingo?

Cinco claves para entender unos comicios en los que la extrema derecha podría obtener la mayoría en la cámara baja

El presidente frances Macron votando en las elecciones de 2022.

El presidente frances Macron votando en las elecciones de 2022. / EFE

¿Qué votan este domingo en Francia?

Ante los malos resultados del partido gobernante en las elecciones europeas el pasado 9 de junio, el presidente francés Emmanuel Macron convocó elecciones a la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento. Sin embargo, a diferencia de España, en Francia el presidente no sale de la mayoría parlamentaria sino de unas elecciones presidenciales que no se esperan hasta 2027. Por tanto, Macron no se juega su presidencia directamente, aunque se le pueden complicar los años que le quedan

Los 577 escaños son adjudicados por cinco años renovables sin límite de mandatos. Los legisladores deben formar parte de uno de los ocho comités (por ejemplo, el de asuntos sociales, el de defensa o el financiero, que monitorea el uso del dinero público). Además de legislar, la Asamblea puede exigir respuestas al gobierno y proponer una moción de censura al presidente, una amenaza real para Macron, ya que solo hace falta el apoyo de una décima parte de la asamblea: 58 votos.

¿Cómo se eligen los diputados?

Las elecciones legislativas tienen dos fases: la primera el 30 de junio y la segunda el 7 de julio. Francia tiene un particular sistema de elección en la que cada diputado debe tratar de obtener la mayoría absoluta en su circunscripción – una división territorial de 125.000 habitantes en la que se presenta. Sin embargo, los diputados no representarán específicamente al territorio que los elige sino al conjunto de la nación y se deben por tanto al interés general. 

Si en la primera vuelta ningún candidato logra esa mayoría, todos aquellos que hayan obtenido al menos el 12,5% de los votos pueden presentarse a una segunda vuelta. Sin embargo, es habitual que se retire alguno de los candidatos pese a haber superado el umbral, con tal de animar a sus votantes a hacer frente común con otro candidato. Si ningún candidato obtiene el 12,5% requerido, los dos candidatos más votados compiten en la segunda vuelta.

¿Cuáles son las opciones políticas posibles?

Tres grandes bloques políticos compiten en esta contienda: el partido ultraderechista de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN), la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron, Reinassance, y la coalición de izquierda de nueva creación, el Nuevo Frente Popular, que aglutina 'La France Insoumise', liderada por Jean-Luc Mélenchon, el Partido Socialista, Los Ecologistas y el Partido Comunista Francés, entre otros, e incluye un llamamiento a la movilización las fuerzas sindicales, asociacionistas y la sociedad civil de toda la izquierda.

Tras años de fragmentación, este nuevo frente común trata de sumar votos ya que el sistema electoral francés favorece a los partidos más grandes. Con todo, la extrema derecha sigue en cabeza en todos los sondeos, y espera ser el partido más votado e incluso conseguir una mayoría absoluta.

¿Qué pasa si el partido de Macron pierde el control de la Asamblea?

Esta situación, conocida como “cohabitación” política, sucede cuando el Presidente de la República (Macron) y la mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional (actualmente en votación) son de partidos políticos distintos. El Presidente se ve entonces obligado a nombrar un Primer Ministro que refleje esta mayoría dividida: si las proyecciones se cumplen, Macron debería nombrar de primer ministro al joven líder del Frente Nacional y discípulo de Le Pen, Jordan Bardella, de 28 años. 

Esto ya ha sucedido en tres ocasiones anteriormente. La primera, entre el presidente socialista François Mitterrand y el primer ministro al conservador Jacques Chirac (1986-1988); la segunda, durante el segundo mandato de Mitterrand, con el conservador Edouard Balladur (1993- 1995); la última y más larga con Chirac como presidente y el socialista Lionel Jospin como primer ministro (1997-2002). Pero en esta ocasión, la cooperación puede ser más complicada con un partido de extrema derecha en ese tándem.

¿Qué está en juego para Francia… y Europa?

Este es un momento excepcional en la historia política de Francia: estos comicios podrían dar lugar al primer gobierno de extrema derecha del país desde la ocupación nazi de la Segunda Guerra Mundial o, alternativamente, al bloqueo político porque ningún partido consiga una mayoría.

En caso de que Reagrupación Nacional gane suficiente presencia como para impulsar su agenda, esta podría incluir el aumento del gasto público con medidas como la contratación de funcionarios, represión y expulsión de migrantes, la anulación de una subida prevista del precio del gas y la privatización de la televisión y la radio públicas. Aunque Macron conservaría el control de la política exterior como presidente, la entrada de la ultraderecha podría tener impacto internacional con su intención de bloquear la ayuda a Ucrania.