COMISIÓN EUROPEA

Ursula von der Leyen, reelegida para su segundo mandato al frente de la Comisión Europea

Se compromete a reforzar Frontex y triplicar hasta 30.000 los guardias de fronteras

Ursula von der Leyen.

Ursula von der Leyen. / Europa Press/

Silvia Martínez

Silvia Martínez

Hace cinco años la conservadora Ursula von der Leyen superó el examen por solo nueve votos tras un proceso de elección al que llegó por sorpresa y sin hacer campaña. Esta vez la alemana se ha empleado a fondo para convencer al máximo número posible de eurodiputados y asegurarse un segundo mandato al frente de la Comisión Europea. Ha salido airosa del envite, con 401 votos a favor, 284 en contra y 15 abstenciones (además de 7 nulos), y el apoyo de populares, socialistas, liberales y verdes que han cerrado filas con su proyecto para los próximos cinco años para construir un muro de contención frente a la extrema derecha.

El resultado confirma su elección con mayor margen que en 2019. Entonces recibió 383 votos a favor, 327 en contra y 22 abstenciones, ligeramente por encima de los 374 en los que se fijó la mayoría absoluta. En esta ocasión y con 707 votos emitidos, la mayoría absoluta se había fijado en 360 votos. Von der Leyen ha recibido el apoyo de 401 eurodiputados, justo los que sumaban la gran coalición formada por populares, socialistas y liberales. Los Verdes (con quienes suman 454 escaños), y a quienes se ha ampliado la coalición, han anunciado que han votado a favor lo que significa que la alemana se ha dejado unos 50 escaños de esta coalición ampliada. Populares y socialistas españoles han votado a favor, lo mismo que el PNV.

Se han desmarcado el eurodiputado de En Comú, Jaume Asens, los miembros de ALE -Compromís, BNG y ERC, y los eurodiputados de EH Bildu, Sumar y Podemos, que han votado en contra, en línea con el grupo de la Izquierda, los dos grupos de extrema derecha, los Patriotas de Viktor Orbán y Marine Le Pen, y que integran también a Vox, y la Europa de las Naciones Soberanas. Por su parte, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que lidera Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, han dado libertad de voto a sus miembros, aunque también han votado en contra con la excepción de algunas delegaciones como los belgas de la N-VA y los checos de ODS. Los cuatro suman 233 escaños, por debajo de los votos negativos que ha recibido.

"Ha sido la estrategia correcta", ha insistido la alemana en una breve rueda de prensa sobre la coalición formada por las fuerzas "proeuropeas", "pro-Ucrania" y "pro-Estado de derecho". Todos y cada uno de los grupos políticos de la nueva mayoría que han cerrado filas con su programa de gobierno para el período 2024-2029 han visto reflejadas sus peticiones en las orientaciones estratégicas que guiarán su mandato a partir del 1 de noviembre: un comisario de Defensa, un vicepresidente responsable de reducir la burocratización y la simplificación administrativa, otro comisario encargado de impulsar un nuevo pacto para el mediterráneo y un comisario de vivienda, responsable de diseñar el primer plan europeo de vivienda asequible.

Apoyo de socialistas y verdes

"Hemos conseguido que las orientaciones políticas de la Comisión sean las más sociales y ecologistas de la historia. Con nuestras peticiones hemos dado hemos dado forma al capítulo sobre la dimensión social, la lucha contra el cambio climático y una transición justa", ha celebrado la jefa de filas de los socialistas, Iratxe García, que se ha congratulado de haber conseguido que firme un compromiso de no cooperar con la extrema derecha. "Como miembro de la mayoría proeuropea de cuatro grupos hemos obtenido compromisos para continuar con el pacto verde, lograr una UE socialmente más justa y proteger la democracia. Mantenemos a la extrema derecha fuera del poder", ha destacado la copresidenta de los Verdes, Terry Reintke.

"En un mundo lleno de adversidades, el destino de Europa depende de lo que hagamos a continuación. A pesar de los logros trascendentales que hemos hecho y superado, Europa se enfrenta ahora a una elección clara. Una elección que marcará nuestro trabajo durante cinco años y definirá nuestro lugar en el mundo durante los próximos cincuenta. La elección se reduce a si nos dejaremos llevar por los acontecimientos y el mundo que nos rodea o si nos unimos y construimos nuestro futuro por nosotros mismos. Y esa elección es nuestra. Europa no puede controlar a los dictadores y demagogos de todo el mundo, pero puede optar por proteger su propia democracia", ha expuesto durante una intervención de 50 minutos en la que ha esbozado sus planes sin demasiada concreción, algunos a desarrollar en los primeros 100 días de mandato.

"He escuchado con suma atención a las fuerzas democráticas de este Parlamento y estoy convencido de que estas orientaciones reflejan todo lo que tenemos en común", ha explicado antes de pasar a hablar de competitividad y economía, de seguridad y defensa, de energía, de la necesidad de mantener el diálogo abierto con los agricultores, de reforzar la política migratoria, de desarrollar una política de vivienda asequible (aunque está fuera de las competencias europeas) o de abordar la polarización que amenaza a Europa.

Tirón de orejas a Orbán

Uno de los momentos en que más aplausos ha arrancado ha sido cuando se ha referido a Rusia y al viaje del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, a Moscú para entrevistarse con el presidente Vladímir Putin. "Hace dos semanas un primer ministro de la UE viajó a Moscú en una llamada misión de paz que lo único que fue, fue una misión de apaciguamiento. Tan solo dos días después Putin dirigió sus misiles a un hospital infantil en Kiev. Vimos a las madres como intentaban salvar los jóvenes pacientes afectados por cáncer. Ese ataque no fue un error, fue un mensaje escalofriante del Kremlin a todos nosotros. Nuestra respuesta tiene que ser igual de clara", ha dicho defendiendo dar a Ucrania "todo lo que necesite” para vencer y resistir", ha dicho entre aplausos.

Los mismos que han arrancado sus palabras sobre Gaza. “El baño de sangre en Gaza debe terminar ya. Demasiados niños, mujeres y civiles han perdido la vida como consecuencia de la respuesta de Israel al brutal terror de Hamás. La población de Gaza no puede soportar más. La humanidad no puede soportarlo. Necesitamos un alto el fuego inmediato y duradero. Necesitamos la liberación de los rehenes israelíes. Y necesitamos preparar el día después”, ha dicho recalcando que Europa debe “desempeñar su papel”.

La alemana no se ha olvidado de salir en defensa de la democracia. "Nuestro tesoro común. Tan vital como frágil", ha dicho. Que se ha dado por sentada y que desde hace más de dos años está amenazada por la guerra y la desinformación. Para protegerla, ha planteado un "escudo europeo de la democracia" con el contrarrestar la manipulación de la información y la injerencia extranjeras. Su intervención se ha desarrollado sin incidentes salvo por el episodio protagonizado por la ultraderechista rumana y antivacunas, Diana Iovanovici-Sosoaca, que con su habitual bozal se ha puesto a gritar, lo que le ha valido la expulsión del hemiciclo por parte de la presidenta, Roberta Metsola. También le ha gritado a Von der Leyen la portavoz del grupo de extrema derecha Europa de las Naciones Soberanas, Ewa Zajaczkowska-Hernik, que ha acusado a la presidenta de ser "responsable" de cada violación, agresión y tragedia en Europa por ataques de inmigrantes. "Tendría que ir a la cárcel y no a la Comisión Europea".