Intento de magnicidio

Dimite la directora del Servicio Secreto de EEUU tras las críticas por el atentado a Trump

Kimberly Cheatle cede a las presiones de legisladores demócratas y republicanos y abandona el puesto como directora de la agencia encargada de proteger a los expresidentes

Imagen de archivo de la directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle

Imagen de archivo de la directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle / Europa Press

El Congreso de EEUU la puso contra las cuerdas y su posición ya era insostenible: la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, ha dimitido este martes después de que la agencia fuera sometida a un duro escrutinio por no haber impedido el ataque al expresidente y candidato republicano, Donald Trump, en un acto de campaña en Butler, Pensilvania, el pasado 13 de julio.

Los silencios y las negativas a responder a las preguntas de los legisladores sacaron de sus casillas a los representantes republicanos, pero la desazón y el enfado terminaron por extenderse entre los demócratas también. Si bien el presidente de EEUU, Joe Biden, había permanecido de perfil, dando un apoyo de facto a la directora de la agencia que su administración supervisa en última instancia, tras la desastrosa comparecencia de este lunes en el congreso, a Cheatle no le quedó más remedio que dimitir.

"No quiero que mi petición de dimisión sea una distracción del gran trabajo que todos y cada uno de ustedes hacen en pro de nuestra misión vital", dijo Cheatle en un correo electrónico a los empleados de la agencia que dirige en el que les comunicaba su cese. "A la luz de los recientes acontecimientos, con gran pesar he tomado la difícil decisión de dimitir como vuestra directora", expuso.

Por su parte, Biden le agradeció el servicio público, al frente de la agencia que ha liderado desde 2022. "Como líder, se necesita honor, valor y una integridad increíble para asumir la plena responsabilidad de una organización encargada de uno de los trabajos más difíciles en el servicio público".

El presidente saliente adelantó que nombraría a un sustituto pronto. Entre tanto, asumirá la dirección en funciones el hasta ahora director adjunto del Servicio Secreto, Ronald Rowe, un veterano de 24 años en la agencia, según informó el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

"El mayor fracaso"

"Aunque la dimisión de la directora Cheatle es un paso hacia la rendición de cuentas, necesitamos una revisión completa de cómo se produjeron estos fallos de seguridad para poder evitarlos en el futuro", dijo en un comunicado James Comer, presidente republicano del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. "Continuaremos nuestra supervisión del Servicio Secreto".

El Servicio Secreto y su directora se enfrentan a múltiples investigaciones simultáneas. Además de la que lleva a cabo el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, está llevando a cabo su propio escrutinio y el presidente Biden encargó una tercera línea de investigación independiente sobre los fallos cometidos. A esto se le añade las pesquias del FBI para esclarecer los hechos.

En su declaración en el Congreso el lunes, Cheatle dijo a los legisladores que asumía la responsabilidad por el tiroteo, calificándolo como "el mayor fracaso" del Servicio Secreto desde que el entonces presidente Ronald Reagan fuera tiroteado en 1981. "Fallamos. Como directora del Servicio Secreto de EEUU, asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo de seguridad", declaró.

Gran parte de las críticas se han centrado en el hecho de que no se asegurara el tejado de un edificio industrial en el que se encaramó el atacante, a unos 140 metros del escenario en el que hablaba Trump. La azotea fue declarada fuera del perímetro de seguridad del Servicio Secreto para el evento, una decisión criticada por ex agentes y legisladores.

Cheatle ocupaba un alto cargo de seguridad en PepsiCo cuando Biden la nombró directora del Servicio Secreto en 2022. Anteriormente había trabajado 27 años en otros puestos en el Servicio Secreto. Asumió el cargo tras una serie de escándalos relacionados con el Servicio Secreto que dañaron la reputación de la agencia.