TRIBUNALES

Autobuses y aviones de Armenia y Bulgaria para introducir tabaco ilícito en Madrid

La Audiencia de Madrid juzga a los once miembros de una banda que introdujo un total de 47.004 cajetillas de tabaco, defraudando a la Agencia Tributaria 170.261 euros 

NACHO GARCÍA

NACHO GARCÍA

Una investigación conjunta de la Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y la Policía Municipal de Alcalá de Henares destapó una banda criminal búlgara que introducía en España tabaco de contrabando, eludiendo el control de las autoridades aduaneras y fiscales, de diferentes formas y desde dos países, Bulgaria y Armenia. La Audiencia Provincial de Madrid celebra esta semana el juicio contra los 11 acusados, la mayoría sin antecedentes penales y para los que la Fiscalía pide penas de cárcel entre dos años y cuatro meses y cinco años por cada uno de los delitos que se les imputran.  

De acuerdo al relato del fiscal basado en la investigación policial, el líder de la banda, S.V., se encargaba de contactar con los proveedores, negociar la adquisición del tabaco, controlar los precios de venta y almacenarlo para su posterior distribución, ya fuera de forma directa o indirecta a través de tiendas de alimentación (dos de ellas en Madrid y una en Guadalajara).

El acusado usaba su propio domicilio, situado en Alcalá de Henares, y cinco trasteros alquilados para almacenar la mercancía ilícita y posteriormente distribuirla. Por debajo de él en la estructura jerárquica estaba su exmujer, A.S., y el hijo de ambos, D.S., que también se dedicaban a tareas de almacenamiento y comercialización del producto.

Estaciones de autobús

El tabaco era suministrado por varios proveedores y a través de dos vías distintas: la vía búlgara, que usaba para el transporte desde aquel país una compañía de mercancías, y la vía armenia, que suministraba el tabaco "tanto por vía aérea como por vía terrestre a través de estaciones de autobús”, empleando en el primer caso a terceras personas que se encargaban de ocultar el tabaco entre su equipaje, facturando las maletas y siendo recogidas en el aeropuerto por alguno de los miembros de la organización.

Como consecuencia de las investigaciones policiales, el 27 de julio de 2018 la Policía Nacional intervino numerosas cajetillas de tabaco que no contaban con el precinto fiscal correspondiente, entre ellos de Marlboro y Chesterfield, a uno de los integrantes de la banda. En un registro el 28 de febrero de 2019, la Policía Local de Alcalá de Henares intervino en un vehículo de otro de los miembros de la organización mil cajetillas de tabaco con precinto de Bulgaria.

En julio de 2019 se desarrolló el gran operativo contra la organización criminal. En el domicilio del líder de la banda de Alcalá de Henares fueron intervenidos 24.277 cajetillas de tabaco de diferentes marcas careciendo de las precintas fiscales reglamentarias; 5.965 euros; 10 móviles, dos inhibidores de frecuencia, una baliza de seguimiento, un detector de radiofrecuencia, y libretas con anotaciones manuscritas de clientes y contactos. En los trasteros fueron halladas 22.000 cajetillas.

Agencia Tributaria

En total se intervinieron durante los diferentes registros 47.004 cajetillas de tabaco, con un precio de venta al público de 215.564 euros, ascendiendo la cantidad defraudada a la Administración de la Agencia Tributaria a 170.261 euros.  

De acuerdo a la investigación, tanto el cabeza de a organización como su exmujer y el hijo de ambos "obtuvieron importantes ingresos económicos procedentes de la relatada actividad delictiva". Para lavar el dinero, de acuerdo al relato de la Fiscalía, enviaban diversas cantidades a Bulgaria mediante correos humanos para que estas fueron entregadas a la madre de líder, que luego transfería a su nieto.

Así, la abuela de D. le transfirió en 2018 40.322 euros y al año siguiente, constando como "donación familiar", otros 35.000 euros. Con ese dinero, el acusado, con tan solo 18-19 años de edad, adquirió varios de bienes muebles e inmuebles. En esos años,además, fue el admnistrador de una empresa de reparación y venta de coches, se hizo con un local que alquilaba y compró por 77.000 euros una parcela en Camarma de Esteruelas. Además, tenía abiertas cuatro cuentas bancarias en España con un saldo de 27.000 euros. De igual forma, su madre y el resto de integrantes de la banda también aumentaron su patrimomio.

Los hechos investigados, según la Fiscalía, son constitutivos de un delito de pertenencia a organización criminal, de otro de contrabando de labores de tabaco, de blanqueo de capitales y de falsedad en documento oficial. La Fiscalía pide penas de cárcel que van desde 2 años y cuatro meses a cinco años por cada uno de los delitos, además de multas que oscilan entre los 200.000 y el millón de euros.