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Las 'Barbies' asturianas buscan casa

La Asociación Rixu vio hace años el potencial de la muñeca y la convirtió en protagonista de sus escenas populares y de impulso de la tradición

Las 'Barbies' asturianas.

Las 'Barbies' asturianas. / A.C. "RIXU"

Elena San Emeterio

"Barbie, una aventura en Asturias". Podría perfectamente ser el título de la última película de Hollywood. Sin embargo, se trata del nombre que define una colección con más de 200 Barbies y Kens que sirven para ilustrar las tradiciones asturianas. Muñecas que actualmente se encuentran en cajas de cartón en una casa de Latores, Oviedo, y que no lucen nada "rosa". Estas son la versión autóctona de la chica de Mattel.

Cuidadosamente guardadas por las responsables de la Asociación de Cultura Tradicional Asturiana "Rixu", de Riosa, estas Barbies esperan con paciencia una nueva casa donde poder salir de sus cajas y lucir permanentemente para que las contemplen. Y para que de paso, el público contemple desde el traje regional asturiano hasta la sociedad astur de épocas pasadas. Quizá la actualidad que ha cobrado la muñeca gracias a la película de Greta Gerwig le dé a esta colección asturiana el impulso que le falta.

Antes de la película

Cuando la taquillera película ni estaba aún en los guiones de HollywoodMaría José Fernández Soledad Pozuelo tuvieron la idea de inspirarse en estas muñecas que han marcado la infancia de muchas generaciones para darle otro uso. Lo que ellas querían era enseñar la cultura asturiana al mundo de forma amena y divertida, aunque siempre rigurosa.

Las 'Barbies' asturianas buscan casa.

Las 'Barbies' asturianas buscan casa. / A.C. "RIXU"

Fue con ese objetivo con el que se creó en 2008 "Rixu" la Asociación de Cultura Asturiana, fundación encabezada por Fernández y Pozuelo con esa idea en mente: recrear con Barbies el mayor número de escenas posibles que plasmaran el ambiente de la vida cotidiana en Asturias. Finales del siglo XVIII y principios del XIX fueron las épocas en que se inspiraron las creadoras hasta conformar la muestra Menuda AsturiasLa exposición viajó durante años por toda la región asturiana, pero actualmente se encuentra conservada y bien guardada en el domicilio particular de María José Fernández. Es la suya una inusual colección de Barbies y Kens que lucen trajes regionales y escancian sidra.

"Hemos recreado con la colección momentos que ambas recordamos con viveza, puesto que ya hacíamos tareas como varear el colchón o pedir leche a la lechera cuando éramos niñas y de adolescentes", afirma Fernández. De tal forma que Barbie, un icono del imaginario colectivo a nivel global, adquiere así tintes asturianos. La muestra incluye desde tareas cotidianas de casa hasta momentos que reflejan la vida social de ese tiempo, como el proceso de cortejo, pasando también por escenografías de labores como ir a la hierba o lavar, hilar y devanar la lana.

40 escenas etnográficas asturianas

En total la colección describe hasta 40 escenas etnográficas asturianas que representan la vida en la región y que de alguna manera se han mezclado con esa magia que confiere la infancia. La colección surgió sin mucha premeditación. Al principio lo que se buscaba era "un regalo de comunión, puesto que confeccionamos varios trajes con los que poder vestir y desvestir perfectamente a las muñecas Barbie". De ahí pasaron a decidir elaborar también el traje regional masculino utilizando para ello los muñecos Ken.

La ropa podría ser compartida por cualquier muñeco o muñeca de treinta centímetros, por lo que "también utilizamos para las recreaciones juguetes tipo Action Man o Madelman que encontrábamos en las habitaciones de nuestros hijos", añade Fernández.

Las 'Barbies' asturianas en un chigre. 

Las 'Barbies' asturianas en un chigre.  / A.C. "RIXU"

Fueron años de exposiciones, durante los cuales lograron llenar una carpa de trescientos metros cuadrados con sus recreaciones. Destaca especialmente la representación de las distintas piezas de un traje tradicional asturiano, tanto masculino como femenino, "porque existen cuatro distintos, dependiendo de la zona en que nos situemos dentro de la región", explica Fernández. Para replicar esa vestimenta femenina fue necesario coser 12 piezas y recurrir a otras tantas muñecas, ya que se buscaba que el espectador identificase y fuera capaz de diferenciar cada uno de los elementos de la vestimenta tradicional asturiana.

Colaboración con artistas

En su proyecto creador han contado con la colaboración de distintos artesanos para fabricar los objetos que portan los muñecos y lograr que estos se asemejen lo máximo posible a la realidad. Por eso, un hojalatero, un alfarero y un herrero se sumaron al equipo de "Rixu" para contar la historia asturiana con veracidad y realismo.

Fernández aclara que, entre las más de cuarenta escenas creadas, la más difícil fue "la del mar, porque teníamos que representar el vaivén del agua", eso sí, sin utilizar este elemento porque "podría deteriorar los muñecos y dificultaría mucho el montaje de la escena", aclaró María José Fernández. Otro de los retos que planteó este paisaje fue "la fabricación de un barco que representase fielmente las tradiciones pesqueras asturianas, incluyendo materiales y aparejos que le diesen ese aspecto realista", relata Fernández.

"Montar este tipo de exposiciones requiere mucho tiempo y esfuerzo para que luego se exhiban únicamente durante 8 o 15 días", dice la cofundadora de "Rixu". Por eso la asociación ansía con tener un hogar permanente donde puedan establecerse estas muñecas. "Queremos que todos los asturianos y asturianas puedan disfrutar de sus tradiciones y festejar su cultura", indica Fernández, y "que los visitantes, tanto autóctonos como turistas, se empapen de conocimiento", continúa. Además, para ellas tiene una importancia aún más significativa puesto que "Asturias es la tierra en que nacimos y queremos compartir nuestro amor por el lugar que nos vio crecer", dice María José Fernández. La posibilidad de adquirir conocimientos a través del juego hacen de esta una iniciativa única, capaz incluso de adelantarse al "fenómeno Barbie".