Almeida enfría las esperanzas de los vecinos afectados por los cantones de limpieza

Los nuevos cantones de limpieza proyectados por el Ayuntamiento de Madrid están haciendo mucho ruido. Especialmente en Vicálvaro y Montecarmelo, dos barrios en los que los vecinos llevan semanas movilizados contra estas instalaciones y exigiendo al Consistorio una reubicación. Con matices, ambos barrios esgrimen unos argumentos parecidos: quieren los cantones, necesarios para mejorar la limpieza, pero no próximos a viviendas, colegios y zonas verdes. Este jueves, el alcalde José Luis Martínez-Almeida volvió a cerrarse en banda ante las reubicaciones.

Según el alcalde madrileño, el Ayuntamiento ya ha cumplido reuniéndose con las asociaciones vecinales paa informarles de los proyectos. En la línea de pronunciamientos anteriores, negó que se comprometiese a consensuar el emplazamiento de los cantones con los afectados, sino tan solo a darles explicaciones; insistió en que estas instalaciones son necesarias para estos barrios y señaló que, "si tuviésemos que ponernos siempre de acuerdo con todos los vecinos, no se haría ninguna infraestructura pública". Todo parece indiciar que la intención del Ejecutivo municipal es continuar adelante con las obras tal y como están planteadas actualmente.

Montecarmelo, feudo del PP, se rebela contra el "mega-cantón" del Ayuntamiento: "Nadie lo entiende y ellos no parecen capaces de explicarlo"

En octubre de 2021, el Ayuntamiento, como parte del ambicioso y costoso - es la licitación más cara del presupuesto municipal- nuevo contrato de servicios de limpieza y recogida de residuos, adjudicó la construcción de 15 nuevos parques de limpieza y una base del SELUR (el Servicio de Limpieza Urgente municipal) en distintos distritos periféricos de Madrid. Meses después, y ante las múltiples protestas vecinales durante el periodo pre-electoral de las municipales del 28 de mayo, anunció que paralizaba las obras de 12 de los 15 cantones proyectados y que estudiaría alternativas para alejarlos de las zonas de viviendas.

Pasadas las elecciones y con una mayoría absoluta bajo el brazo, el Gobierno de Almeida retomó la ejecución de las obras sin haberse sentado con las plataformas vecinales. En el caso de Montecarmelo, reubicando el cantón en una nueva parcela que los vecinos califican como "el peor sitio posible" y, en el resto de barrios, donde estaban pensadas originalmente. Consecuentemente, las reclamaciones se han reanudado con más intensidad y nuevos barrios se han sumado a las mismas.

El Ayuntamiento defiende la instalación del cantón de Vicálvaro frente a las críticas de los vecinos

Las protestas contra los cantones se extienden por los barrios

Los vecinos de Las Tablas se han unido con los de Montecarmelo para protestar contra el nuevo "mega-cantón", que unifica los parques de ambos barrios, así como la base del SELUR. Por su parte, las asociaciones ciudadanas de Vicálvaro han elevado sus reclamaciones al área de medioambiente de la Fiscalía de Madrid, denunciando un posible delito medioambiental por la afectación de las obras a parte del Parque Forestal, y han solicitado su intercesión al Defensor del Pueblo. En ambos casos hay convocadas manifestaciones este próximo domingo 1 de octubre con el objetivo de movilizar a todos los residentes y presionar al Ayuntamiento.

En La Elipa, varias personas recibieron el pasado martes a Borja Carabante, segundo teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, que acudía de visita a una nueva zona interbloque, con pancartas y gritos en contra del cantón. El cantón de este barrio no es nuevo, existe desde 1972, pero los vecinos aseguran que se han incrementado los ruidos, los olores y las molestias que ocasiona. El propio delegado reconoció ante los medios que, aunque la superficie de la instalación no ha crecido, sí lo ha hecho su actividad al abrirse en su seno una planta de tratamiento de residuos.