MADRID

Seis años, tres licitaciones y un gimnasio sin luz: la construcción interminable del único instituto público de Aravaca

Educación ha aprobado la construcción del IES Ana Frank de Aravaca, un proyecto que lleva desde 2019 acumulando retrasos y cambios de plazo

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Recreación del nuevo instituto público Ana Frank de Aravaca.

Recreación del nuevo instituto público Ana Frank de Aravaca. / COMUNIDAD DE MADRID

Esta semana, la Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la construcción del nuevo instituto público Ana Frank en Aravaca. Tras el Consejo de Gobierno celebrado el pasado martes, el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, informó de una nueva licitación de 7,6 millones de euros para su edificación, que comenzará a lo largo del próximo año. No obstante, la noticia no es del todo nueva: con este anuncio, ya son tres los intentos de licitación de una obra, que lleva desde 2019 en el limbo, tal como lamentan desde el AMPA del colegio "fantasma" de Aravaca.

El nuevo IES, ubicado en la calle Arroyo de Pozuelo, habilitará un total de 380 plazas, 240 de Educación Secundaria Obligatoria y 140 de Bachillerato. El instituto se levantará en una única fase y estará dividido en dos bloques: uno con ocho aulas de ESO, repartidas en cuatro plantas, y otro con cuatro aulas de Bachillerato; ambos dotados con varias instalaciones complementarias, como aulas polivalentes, biblioteca y laboratorios. Asimismo, se construirá un tercer edificio destinado a servicios comunes en el que se ubicarán la conserjería, la cafetería, secretaría, despachos y salas de profesores. Del mismo modo, este centro público dispondrá de una pista deportiva y varios patios que se sumarán al gimnasio, ya construido.

Según lo anunciado por Viciana, las obras estarán finalizadas en 2025. De cumplirse con los plazos, el IES Ana Frank estará listo definitivamente casi seis años después de anunciarse el proyecto por primera vez, lo que supondría el periodo completo de educación secundaria y Bachillerato de un alumno que avance a curso por año. Por el camino, el instituto, que las familias califican de "fantasma", ha atravesado un intento de licitación infructuoso, sucesivos retrasos en los plazos y varios cambios de ubicación de los estudiantes en los cursos transcurridos hasta la fecha.

Anuncio nuevo, proyecto antiguo

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Giner de los Ríos ya puso sobre aviso de esta realidad a principios de año. En un comunicado difundido el 25 de enero, la entidad criticó que el Gobierno regional anunciase "como novedad" una inversión de 130 millones para la construcción y ampliación de centros educativos, que sin embargo "llevan retrasos de finalización de obra en prácticamente el 100 % de los casos".

El IES Ana Frank es uno de estos casos. Tras décadas de lucha de las familias de Aravaca por disponer de un instituto público en el barrio, la Comunidad de Madrid aprobó su construcción por primera vez en 2018, con la previsión incumplida de estar lista para el curso 2022/2023. A la vista de los sucesivos retrasos en el inicio de las obras, las familias llevan desde principios de 2020 denunciando la "parálisis" de la construcción de las instalaciones. "No vamos a tolerar que este ilusionante proyecto educativo que nace ahora sea desatendido por la ineficiencia administrativa y la falta de voluntad política", aseguró en un comunicado difundido en enero de dicho año la 'Plataforma Instituto en Aravaca ¡Ya!', conformada por AMPA IES Ana Frank, AMPA CEIP Rosa Luxemburgo, Asociación Vecinal Osa Mayor de Aravaca, Asociación Cultural y Deportiva Rosa Luxemburgo de Aravaca (Acrola) y madres y padres del CEIP Aravaca.

En un primer momento, la Comunidad de Madrid justificó el retraso alegando que "el anterior Gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid (encabezado por Manuela Carmena) no había formalizado finalmente la cesión de la parcela para la construcción del centro, tal como se había anunciado". Y se comprometió a acelerar los trámites con el Consistorio "para que la cesión fuera una realidad lo antes posible y comenzar la construcción del edificio".

Una serie de "problemas burocráticos sobrevenidos"

El tiempo ha seguido pasando y ese compromiso no se ha materializado a la velocidad deseada por las familias de Aravaca. "Efectivamente, llevamos desde 2019, cuando se constituyó el instituto, peleando para su construcción definitiva. En estos años han ocurrido muchas cosas y pocas buenas, en relación a este asunto", señala Andrés Fernández Castillo, presidente de la AMPA del IES Ana Frank.

Fuentes de la Consejería de Educación consultadas por este diario achacan la de demora a "problemas burocráticos sobrevenidos que se han ido resolviendo con la mayor celeridad", aunque sin entrar en más detalles del proceso. Obstáculos burocráticos que comenzaron en 2019, cuando el primer proyecto publicado tuvo que ser retirado porque el terreno donde se iba a ubicar no era propiedad del Ayuntamiento de Madrid, por lo que no podía cederlo al Gobierno regional.

Posteriormente, y una vez resuelto este problema, la obra se sacó a licitación en diciembre de 2021 y fue adjudicada en febrero de 2022 por un importe de 5.133.398,38 euros con impuestos, tal como consta en el portal de contratación pública de la Comunidad. Según Fernández, poco después de firmado el contrato, la empresa adjudicataria exigió más dinero a la Comunidad, que se negó y rescindió el contrato.

En enero de este año, el entonces vicepresidente del Gobierno autonómico, Enrique Ossorio, anunció que la empresa pública Tragsa se iba a hacer cargo de la construcción de varios centros educativos en la región, entre ellos el IES Ana Frank de Aravaca. Tras la nueva adjudicación, había que "retarifar algunos precios de las obras" y ajustar "algunas cuestiones legales", detalla el presidente de la AMPA, pero al tiempo "llegó el periodo electoral y todo se paralizó de nuevo".

Pasados los comicios autonómicos y municipales, en verano "nos dijeron que Tragsa pedía demasiado dinero - alrededor de 10 millones de euros- y que no se podía llevar a cabo", continúa Fernández. Por ende, era necesario volver a readjudicar las obras del instituto. Llegamos así al momento actual, en el que la Comunidad ha aprobado una nueva licitación por valor de 7,6 millones de euros para la construcción -definitiva, supuestamente- del IES Ana Frank.

Alumnos reubicados varias veces y un gimnasio sin luz ni agua

Constituido jurídicamente en junio de 2019, los alumnos y alumnas del nuevo instituto se han visto obligados a transitar por distintos centros educativos a la espera de poder disponer de sus propias instalaciones. Durante los dos primeros años, el centro escogido fue el colegio público Rosa Luxemburgo (Moncloa-Aravaca). En 2021, los estudiantes de ambos centros tuvieron que ser reubicados temporalmente a causa de los daños provocados por Filomena, pasando los del Ana Frank al IES Ortega y Gasset, en Casa de Campo. Tras este cambio provisional, la Consejeía de Educación decidió reinstalar a los estudiantes en la escuela oficial de idiomas de Valdezarza, a 12 kilómetros de Aravaca, donde han pasado los dos últimos cursos.

En todo este tiempo, la única edificación erigida en los terrenos del Ana Frank es el gimnasio, aunque no está terminado del todo. Tal como cuenta el presidente de la AMPA, la instalación deportiva fue adjudicada aparte del resto del proyecto, mediante una licencia de obra menor por valor de 1,3 millones de euros. El edificio en sí está construido, pero no se encuentra operativo todavía, ya que "no tiene agua ni luz", especifica Fernández.

De acuerdo con el responsable del AMPA, la nueva licitación es una buena noticia, pero no todo lo positiva que podría ser. Pese a que la adjudicación "va a ser tramitada por procedimiento de urgencia, nos dijeron por teléfono" y, entre una cosa y otra, "nos iríamos a terminar la obra en verano de 2025". Con lo cual, "si podemos empezar allí el curso 2025/2026, nos damos con un canto en los dientes", afirma Fernández. El presidente lamenta que, "los primeros que dimos el salto al nuevo instituto, después de tantos años reclamándolo, no vamos a poder disfrutarlo, ya que, para cuando esté construido, nuestros hijos ya habrán terminado Bachillerato".