COMUNIDAD DE MADRID

La falta de regulación sobre productos derivados del cannabis acota la apuesta de Ayuso para limitar su venta a menores

Los CDB no están regulados, pero existe un sistema de autorización de estos productos. La Comunidad de Madrid solo podrá limitar la venta y suministro de aquellos "no autorizados" por los organismos reguladores

Ayuso anuncia una ley para limitar la venta de productos derivados del cannabis a menores tras culpar al Gobierno de "fomentar" el consumo de drogas

Trastorno de espectro alcohólico ¿Un derivado del cannabis para tratar las anomalías físicas y mentales?

Trastorno de espectro alcohólico ¿Un derivado del cannabis para tratar las anomalías físicas y mentales?

Elena Marín

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso anunció este jueves que su Gobierno ha empezado a trabajar en un proyecto de ley para proteger a los menores de los productos derivados del cannabis, que considera "perjudiciales contra la salud". El problema es que en España no existe un marco regulatorio nacional para la comercialización de estos productos de CBD, y la Comunidad de Madrid tiene a su vez unas competencias muy limitadas en consumo, de modo que la iniciativa autonómica nace con algunas limitaciones, según las explicaciones que dan tanto desde el Gobierno autonómico como el nacional.

Esta propuesta, enmarcada en la especial cruzada de Ayuso contra las adicciones y en el ámbito del cuidado de la salud mental de los jóvenes, supone también otro ataque a las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez y, en concreto, del Ministerio de Sanidad, a quien la presidenta madrileña acusa de "fomentar" el consumo de drogas mediante la regularización del cannabis para su uso medicinal.

Es habitual ya que el Gobierno regional busque alternativas para neutralizar las normas estatales que entiende que coartan la libertad y la autonomía del ejecutivo autonómico o que simplemente son contrarias a su programa político. Esta es una iniciativa más que sirve para contraponer las políticas más liberales en materia de consumo de marihuana, aunque lo liberal suele venir normalmente de la mano de Ayuso. En este caso, la presidenta traslada la imagen de que con su proyecto de ley busca limitar hasta donde puede el libre acceso de los menores a productos con sustancias derivadas del cannabis y que, en opinión de Ayuso, pueden dar pie al inicio en las "drogas blandas" y adicciones futuras, en contraposición a un Ministerio de Sanidad que se dirige hacia la regularización de la marihuana, siempre con fines terapéuticos.

Regularización para uso medicinal

El proyecto en el que trabaja el equipo de Mónica García pretende autorizar los aceites de cannabis con los que posteriormente se elaborarán los tratamientos que serán dispensados mediante prescripción médica y deja fuera expresamente la regulación de los cogollos de marihuana y el autocultivo, algo que reivindican los pacientes, pero que a su vez es más polémico porque su control es más complicado.

La clave está en que los productos tienen que ser "autorizados por médicos especialistas del Sistema Nacional de Salud" y que tienen un uso medicinal. Aunque algunos tipos de aceites ya se comercializan en España, no todos están permitidos (en función de sus componentes) y la novedad ahora será que si el médico así lo decide estarán financiados por la Seguridad Social. Un proyecto que nada tiene que ver con las tiendas que venden productos derivados del cannabis.

Los productos de CDB en principio no tienen efectos psicotrópicos y no llevan los componentes adictivos que puede tener la marihuana, esa es una de las razones por las que pueden comercializarse. Son productos que se venden en forma de aceites, caramelos, infusiones, cremas y también vapeadores, y que supuestamente ayudan a mejorar algunos males, como los dolores musculares, problemas de sueño, estrés o algunas inflamaciones, entre otros.

Sistema de autorización de CDB

Pero el CBD en España no está regulado, "a excepción del ámbito del medicamento", solo existe un sistema de autorización por parte de organismos reguladores de productos "fabricados con CBD obtenido por síntesis química o de partes no fiscalizadas de la planta de cannabis, tales como semillas u hojas no unidas a las sumidades floridas (cogollos)", explican en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, repitiendo más o menos lo que explican también en los Ministerios de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y en el de Sanidad.

Y si están autorizados, la Comunidad no tiene competencia para prohibir su venta, igual que no podría evitar el suministro de tabaco a menores de 18 años si una norma estatal lo permitiera. Lo decía la propia Ayuso al realizar su anuncio en la I Jornada de Salud Mental de la Comunidad de Madrid: "Ojalá tuviéramos competencias para frenar estos establecimientos que han ido proliferando en las grandes capitales europeas".

De manera que lo que el Gobierno de la Comunidad de Madrid solo puede limitar es la venta y distribución de los productos derivados del cannabis "no autorizados por los organismos reguladores". "Si las gominolas incluyen CBD de origen sintético están autorizados", reconocen en la Consejería de Sanidad, que señalan que lo que sí pueden hacer es "inmovilizar y retirar productos con ingredientes no autorizados" durante sus "inspecciones".

Consumo de menores

Puesto que Ayuso pone el foco en los menores y las supuestas adicciones futuras que estos productos de CDB pueden provocar, desde el Gobierno de la nación recuerdan que "los menores no pueden comprar CBD para fumárselo como si fuera marihuana" y que el artículo 19 de la Ley antitabaco vigente ya prohíbe la venta a menores de "productos que imiten productos del tabaco e induzcan a fumar, así como de dulces, refrigerios, juguetes y otros objetos que tengan forma de productos del tabaco y puedan resultar atractivos para los menores". Por tanto, algunos artículos de estas tiendas ya están limitados por ley a los menores, como pueden ser vapeadores o similares.