El PP de Ayuso ahonda en las diferencias con Vox en vísperas de la visita de Milei: “Van contra nosotros en vez de ayudar”

Isabel Díaz Ayuso intenta dejar en evidencia a Rocío Monasterio cada vez que puede. La cuerda que une a las dos dirigentes madrileñas, una vez socias por conveniencia, es cada vez más fina y el PP de Madrid tiene claro que quiere romperla del todo. De momento, solo se mantiene porque gobiernan juntos una treintena de ayuntamientos en la región. Pero en vísperas de la llegada del presidente argentino, Javier Milei, a la convención que ha organizado Vox en Madrid para dar inicio a su campaña europea, la presidenta madrileña se esfuerza por ahondar en las diferencias entre ambos partidos.

Ayuso fue durante el proceso electoral argentino una de las primeras políticas de la derecha española que apoyó el cambio en Argentina en favor de Milei. Dijo de él que era el político “de moda” y aplaudió con declaraciones y mensajes en redes durante la segunda vuelta en Argentina que Milei llegara a la Casa Rosada en lugar del kirchnerista Alberto Fernández. También se puso de su lado en el conflicto diplomático generado tras las palabras del ministro Oscar Puente sobre el supuesto consumo de estupefacientes del dirigente sudamericano.

Entusiasmo en Vox

Sin embargo, Vox ha sido quien finalmente se ha mimetizado con el ultraliberal argentino y este fin de semana será aclamado por la extrema derecha española en el Palacio de Vistalegre.

“Hay muchos empresarios españoles con intereses en Argentina y por eso es importante su apoyo”, dicen en el equipo de Rocío Monasterio, que esperan que el recinto cuelgue el cartel de completo el domingo para escuchar a Milei. “Nos faltan sitios”, dicen para manifestar el eco que confían que tenga este festival político. Pero en el PP ignoran las aspiraciones de Vox. La primera, la propia Ayuso. La campaña europea tiene su propia lectura para la derecha. Por supuesto, el objetivo es quedar por encima del PSOE, pero también reducir al máximo el espacio de Vox. Y en esa labora Díaz Ayuso tiene su papel.

“En Madrid nos ha ido bien haciendo caso omiso” a Vox, explican en el entorno de Ayuso. La presidenta no solo intenta ignorarlos cada vez que puede, sino que ataca al partido ultra equiparándolo con Sánchez. “Comienza una nueva campaña a favor de Sánchez promocionada por Vox. Enhorabuena”, le soltó ayer a Monasterio en el pleno de la Asamblea de Madrid porque cree su partido solo intenta debilitar al PP y, en consecuencia, favorecer a la izquierda.

Durante los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que Ayuso tuviera algún tipo de encuentro con Milei por la cercanía o afinidad que habían mostrado ambos hasta ahora. Pero en la Puerta del Sol cortan por lo sano cualquier duda cuando se les pregunta si ha habido algún contacto para intentarlo: “Viene a un acto de Vox”.

Campaña en Madrid

Lo cierto es que el PP nacional llega a la campaña europea con un Vox que mantiene posiciones. Confiaban en que perdiera su único escaño en el País Vasco y lo mantuvo, y lo mismo ocurrió en Cataluña, donde el PP creció pero no a costa de los de Abascal. La ultraderecha ha mantenido posiciones aunque su distancia respecto al PP es cada vez mayor. Ayuso ha colaborado en ambas campañas, pero como invitada, no se jugaba nada. Ahora el PP de Madrid sí se presenta de alguna manera a las elecciones, los votos en Madrid serán importantes en el recuento final del 9J.

La formación regional tiene que hacer campaña, será la que demuestre si mantiene su capacidad de movilización en la manifestación convocada por Génova el 26 de mayo contra las políticas de Pedro Sánchez, y en esa labor reivindicativa entra su estrategia de borrar cualquier mérito de Vox.

“Siempre está haciendo campaña contra nosotros en vez de ayudar”, dicen entre los conservadores populares madrileños. Y ya no hay razones para mostrarse amables. Ayuso lamenta que se haya convertido en “rutina” que Monasterio y su formación estén permanentemente “contra el PP” y “trabajen para Sánchez”. En su opinión, todo lo que ha hecho Vox hasta ahora “solo” ha servido para “complicar la gobernabilidad del centroderecha” y con esa idea piensan machacar en Madrid durante toda esta campaña para hacerse con ese espacio que todavía se mantiene a la derecha de Ayuso.