COMUNIDAD DE MADRID

Tres de cada diez diputados que llegaron en 2023 a la Asamblea de Madrid ya no ocupan su escaño

La lista del PP, con 70 diputados, ha corrido ya hasta el puesto 103 de la candidatura con la que se presentó a las elecciones de mayo de 2023. Más Madrid, PSOE y Vox también se han dejado algunos diputados por el camino en este primer año de legislatura

El último pleno en la Asamblea de Madrid.

El último pleno en la Asamblea de Madrid. / Carlos Luján

Elena Marín

Elena Marín

13 de junio de 2023. Isabel Díaz Ayuso y Mónica García, las dos vestidas de traje blanco, se dan la mano en el hemiciclo de la Asamblea de Madrid. Acaba de arrancar la legislatura. Ninguna de ellas pensaba en aquel momento que un año después ya no se cruzarían en este enclave de Puente de Vallecas. Aquel día, el socialista José Cepeda volvía a sentarse en su escaño, como lo había hecho en los últimos 20 años. José María Ortiz, toda una vida entre bastidores trabajando en los despachos del poder, se estrenaba como diputado por primera vez. Los tres últimos son apenas el 7% de los 43 diputados que recogieron su acta en junio de 2023 y un año después ya no están en la Asamblea de Madrid.

Los cuatro partidos que conforman hoy el parlamento autonómico han perdido diputados por el camino por renuncias personales y nombramientos en el Gobierno regional o de la nación, pero el grueso de quienes tocaron y se marcharon está en las filas populares. En mayo de 2023 el PP consiguió 70 diputados, diez más que en la convocatoria anterior. Este último jueves, en el último pleno de este primer año de legislatura, la lista que encabezó Isabel Díaz Ayuso corría hasta el puesto 103 tras la última salida, la de la diputada Alma Ezcurra, que dejará Madrid por Bruselas este verano tras haber sido elegida en las listas del PP nacional para el parlamento europeo. En su lugar, ya en septiembre, la previsión es que recoja su acta Rut Alcocer, alcaldesa de Pozuelo del Rey, un municipio de poco más de un millar de habitantes en la zona este de la región.

Acumulación de cargos

Ayuso comenzó la legislatura diciendo que no quería acumulación de cargos entre sus filas. Dejó que sus consejeros mantuvieran el escaño porque le gustaba la idea de que "voten las leyes" que ellos mismos elaboran, una muestra más de su "compromiso", según explicaron en su día desde su entorno, pero asesores, viceconsejeros y directores generales han tenido que dejar el acta para asumir estas funciones, en algunos casos por incompatibilidad legal y otros, por voluntad propia o sugerencia de la superioridad.

"Hay algo perverso en eso de que la lista vaya corriendo hasta que al final los diputados a los que votaste sean ‘otros’", reflexionan en las filas populares. Pero en la dirección de la formación rebajan esa percepción. "Sabíamos que la lista correría, pero nunca pensamos que fuera a ser tan rápido", explica un dirigente popular, que resta importancia al hecho de que prácticamente 1 de cada 3 haya dejado el escaño en este primer año de estreno de mayoría absoluta. Han sido meses en los que "ha habido circunstancias excepcionales", justifica otro compañero de partido.

En las listas populares, fuentes de la formación recuerdan que la presidenta quiso "premiar" de alguna manera a algunos asesores que habían pasado con ella los peores años de las legislaturas previas, con una pandemia y un conflicto interno en el PP que supuso un desgaste para muchos. A algunos, señalan estas fuentes, "les hacía ilusión votar por la presidenta" en la Asamblea. Pero ellos mismos tenían asumido que cogerían el acta, votarían y volverían a sus puestos.

Hasta 12 diputados fueron sustituidos en bloque de manera inmediata tras la constitución de la cámara. Después, llegaron algunos nombramientos en el gobierno autonómico, viceconsejeros y directores generales. El salto a Metro del exalcalde de Torrejón de Ardoz, Ignacio Vázquez. Bajas más o menos voluntarias, como las de Javier Fernández-Lasquetty, que se vio sin espacio cuando Ayuso decidió relevarle en la Consejería de Economía y Hacienda, o Eduardo Raboso, médico exsenador y portavoz de temas sanitarios que entendió que tampoco tenía hueco en el grupo cuando le pusieron al frente del área de Cultura. A eso se sumaron las listas para unas elecciones generales que cogió por sorpresa a todos, en las que Génova incluyó al ex portavoz popular en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, la ex presidenta de la cámara autonómica, Eugenia Carballedo, ambos diputados en la Asamblea al comienzo de la legislatura.

Ausencias en la oposición

Pero las renuncias no se han dado solo en el PP. En enero, el número dos de Rocío Monasterio en la Asamblea de Madrid decidió dejar su escaño y volver al sector privado. Habían pasado apenas 7 meses desde que fue reelegido como diputado y su marcha se produjo solo unas horas antes de la Asamblea General en la que Santiago Abascal fue reelegido como máximo mandatario del partido tras meses de altibajos en el partidos.

En Más Madrid y PSOE las bajas eran imprevisibles en el mes de junio. La renuncia de los 9 diputados que suman los dos partidos fue para dar el salto a la política nacional, a un nuevo gobierno de coalición que las encuestas en aquel momento no auguraban. Mónica García dejó su Madrid para ocuparse de la Sanidad nacional en el Ministerio. Se llevó a su número dos en el partido, Javi Padilla, y más tarde a un tercer diputado. También Ernest Urtasun pescó en la bancada de Más Madrid a Jazmin Beirak, ahora directora general de Derechos Culturales.

Este nombramiento se produjo una semana después de que otra diputada del PSOE, Manuela Villa, diera el salto a Presidencia del Gobierno como directora general de Asuntos Culturales, gesto que se interpretó como un contrapeso al ministerio de Urtasun. Otros dos diputados se marcharon también al Gobierno, Llanos Castellanos a Vivienda y Guillermo Martín a Ciencia y Universidades.