SANDÍA PERFECTA

¿Quieres acertar con la sandía más dulce y jugosa? Sigue estos consejos y no te equivocarás

 Solo necesitas fijarte en tres cosas: el color, el sonido y el peso

Te cambiará la vida: el objeto con el que cortarás la sandía sin peligro a quedarte sin dedo

Sandías a 2,40 euros el kilo esta semana en una frutería de Alicante.

Sandías a 2,40 euros el kilo esta semana en una frutería de Alicante. / MANUEL R SALA

H.G.

Elegir la sandía perfecta puede resultar complicado. Muchas veces, nos encontramos con frutas insípidas o secas; o excesivamente ácidas. Escoger una sandía en el punto de maduración óptimo y que esté dulce y jugosa es todo un arte que, por suerte, se puede aprender.

Por eso, te vamos a enseñar el truco definitivo para elegir siempre la sandía más jugosa y sabrosa del mercado. Solo necesitas fijarte en tres cosas: el color, el sonido y el peso.

Color, sonido y peso: las tres claves

El color de la sandía es muy importante, porque indica el grado de maduración. Lo ideal es que tenga un verde oscuro y uniforme, sin manchas amarillas ni zonas más claras. También debes buscar una marca blanca o amarillenta en la parte inferior, que es donde la sandía ha estado en contacto con el suelo. Eso significa que ha madurado lentamente y de forma natural.

El sonido de la sandía también te puede dar pistas sobre su calidad. Si le das unos golpecitos con los dedos, debe sonar hueca y resonante, como si tuviera agua dentro. Eso indica que está bien hidratada y tiene una buena textura. Si suena apagada o sorda, es probable que esté pasada o seca.

El peso de la sandía es otro factor a tener en cuenta. Una sandía jugosa y dulce debe ser pesada para su tamaño, porque tiene más agua y azúcar. Si coges dos sandías del mismo tamaño, elige siempre la más pesada, porque será la más rica.

Con estos tres consejos, podrás disfrutar de una sandía deliciosa en cualquier momento. Recuerda que la sandía es una fruta muy saludable, que te aporta vitaminas, minerales, antioxidantes y mucha hidratación.