El peor pescado de España se encuentra en este supermercado según la OCU

El pescado es un alimento fundamental en la dieta. Se trata de una fuente directa de ácidos grasos saludables como el omega-3, pero también contiene proteínas y minerales, aunque cada especie aporta al organismo humano nutrientes diferentes. Sin embargo, hay que tener precaución al hacer la compra, porque no todas las pescaderías cuidan el necesario proceso de conservación para que los peces lleguen a los consumidores en condiciones óptimas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya se pronunció sobre cuál considera que es el mejor supermercado para comprar pescado, pero en esta ocasión ha advertido sobre cuál es el peor. Para ello, la entidad nacional ha analizado 38 de los establecimientos más populares en España a través de una encuesta realizada a más de 4.000 clientes.

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Se han tenido en cuenta criterios como la calidad, el precio, las condiciones de higiene y de organización de la mercancía, el manejo del producto por parte de los empleados, el tiempo de espera, la atención al cliente y la variedad ofertada.

Los peores supermercados para comprar pescado en España

Según este estudio de la OCU, de los 38 supermercados y tiendas sobre los que se ha preguntado a los consumidores, Covirán ha sido la marca peor calificada con respecto a la compra de pescado. Su nota ha sido un aprobado raspado, ya que solo ha obtenido un 55 sobre 100 puntos. En el final de la lista también se sitúan Lidl y Aldi en el penúltimo y antepenúltimo puesto, respectivamente.

Aunque estas grandes superficies cumplen los estándares de calidad e higiene marcados por las autoridades, no han cumplido las expectativas de los clientes por diferentes razones.

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Recomendaciones para los clientes: ¿es fiable mi pescadería habitual?

La OCU, además, ha compartido consejos para que los propios compradores puedan valorar la fiabilidad de una pescadería. Es un buen indicador que no haya montañas de pescado apilado y que los ejemplares se encuentren rodeados de hielo. Además, deben estar metidos en cajas con orificios y colocadas en una superficie inclinada, para permitir una correcta salida de líquidos.

Las fuentes de calor, por ejemplo, los focos de luz apuntando directamente al pescado, podrían perjudicar su conservación óptima. Por otro lado, la OCU avisa de que si la pescadería riega o pulveriza agua en exceso, podría indicar una falta de frescura de los peces, puesto que se estaría proporcionando un brillo que podría tapar una posible sequedad del producto.