ALIMENTACIÓN

Adiós al tomate: estas son las personas que no deben consumirlo

El tomate es una fruta que tiene beneficios para el organismo, pero también resulta perjudicial en determinados casos

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Los tomates no se deben incluir en la dieta de todo tipo de personas

Los tomates no se deben incluir en la dieta de todo tipo de personas / Pixabay

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Pese a que muchos lo consideren una verdura, el tomate es una fruta. Está principalmente compuesto por agua, por lo que es una buena fuente de hidratación, una necesidad que resulta clave durante todo el año, pero especialmente en verano. Además, es muy bajo en calorías.

Los tomates tienen muchas propiedades. Por ejemplo, son antioxidantes por su alto contenido en licopenos, una sustancia que les concede su característico color rojo. Este nutriente previene el envejecimiento celular y reduce el riesgo de padecer cáncer y patologías cardiovasculares.

También poseen carotenoides, que asimismo son antioxidantes y que son muy buenos para proteger la vista. Así, refuerzan los tejidos oculares contra la formación de cataratas y contra la degeneración macular, que es muy habitual cuando se van cumpliendo años. Además, los tomates disminuyen los niveles de colesterol en sangre y son potentes antibióticos, ya que eliminan de forma natural bacterias y hongos.

Pero hay determinadas personas que no deberían ingerir tomate por sus patologías o condiciones de salud. Te lo contamos a continuación.

Qué personas deben evitar el consumo de tomate

Si bien para la mayoría de personas el tomate es un alimento muy saludable, deben alejarse de ellos quienes tengan afecciones en el sistema digestivo. Esta fruta provoca ardor de estómago y reflujo por su acidez. Así, los pacientes que hayan sufrido úlceras o se hayan sometido a una cirugía en estas zonas del cuerpo deben evitarlo.

Tampoco es adecuado para personas con problemas en el riñón ni para quienes padezcan déficit de insulina en su organismo.

Además, el tomate puede provocar reacciones adversas en combinación con algunos medicamentos o reducir su eficacia. Es el caso de los anticoagulantes y aquellas personas que los tomen por prescripción médica deben ser precavidos con el consumo de tomate.