ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Cuidado si solo consumes bebidas vegetales: la OMS alerta de los riesgos de dejar de beber leche

La autoridad sanitaria subraya que los productos lácteos siempre han sido una fuente importante de vitaminas en muchos países de Europa occidental y central, especialmente para los niños

El 37 % de los hogares españoles consume bebidas vegetales

El 37 % de los hogares españoles consume bebidas vegetales / PEXELS

Marta Alberca

Marta Alberca

Las hay de todo tipo y variedad: soja, avena, almendras, coco, arroz… y cada vez son más consumidores que optan por elegir una de estas opciones para sustituir a la leche de vaca. Algunos porque consideran que son más sanas, otros por su forma de alimentación y hay quién lo hace simplemente porque le gusta más estos sabores. Hasta el momento ningún organismo internacional se había opuesto. Hasta ahora: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado en un informe conjunto con la Red Mundial del Yodo sobre las deficiencias de yodo que presenta la población europea por los nuevos hábitos alimenticios. 

Según el estudio, la creciente popularidad de alternativas vegetales frente a las principales fuentes de yodo, como la leche, los productos lácteos y el pescado, está provocando que su ingesta sea insuficiente en los países de la UE. La autoridad sanitaria subraya que los productos lácteos siempre han sido una fuente importante de yodo en muchos países de Europa occidental y central, especialmente para los niños. También muchos piensos y suplementos para animales están enriquecidos con yodo para mejorar la salud de los animales de granja y los rendimientos de leche. Sin embargo, el consumo de productos lácteos está disminuyendo entre adolescentes y adultos, y mayoritariamente ninguna de las bebidas alternativas a la leche, por ejemplo, funcionan como suplemento de yodo. 

¿Qué problemas puede causar?

La OMS asegura que estos cambios de hábitos incrementan varios riesgos, sobre todo entre las mujeres y, en especial, entre las embarazadas, que ya pueden estar sufriendo problemas de salud. Las personas que no ingieren suficiente yodo no producen las cantidades necesarias de la hormona tiroides y, más allá del signo visible de bocio, que es un bulto o hinchazón en la parte delantera del cuello causada por una tiroides hinchada, también provoca trastornos de la tiroides evitables. Por ejemplo, nódulos tiroidales, bocio multinodular e hipertiroidismo, especialmente en adultos y personas mayores. 

El hipertiroidismo no tratado aumenta el riesgo de arritmia cardíaca, insuficiencia cardíaca, osteoporosis, resultados adversos del embarazo y deterioro cognitivo en personas mayores. En mujeres embarazadas, la falta de yodo aumenta el riesgo de aborto. Pero en los primeros meses de embarazo también es fundamental que los niveles de yodo sean adecuados para evitar problemas en la formación del sistema nervioso del feto que puedan desembocar en trastornos neurocognitivos de aprendizaje y comportamiento.

Golpe a la empresa láctea: cuando alimentar a la vaca vale más que su leche

Golpe a la empresa láctea: cuando alimentar a la vaca vale más que su leche / EFE

¿Qué alternativas hay?

Otro grupo de riesgo son los que siguen una dieta vegana o no toman productos lácteos, huevos y mariscos. Además, deberían tomar suplementos de yodo las personas que consumen cantidades mínimas de este mineral y que además ingieren alimentos que contienen bociógenos. Estos se encuentran presentes en algunos alimentos de origen vegetal, como la soja, y en las crucíferas, como repollo, brócoli, coliflor y col de Bruselas.

"El cambio hacia alternativas lácteas de origen vegetal, especialmente entre las mujeres, que ya tienen un mayor riesgo de deficiencia de yodo y enfermedades de la tiroides que los hombres, es preocupante para su nutrición, especialmente en los países que dependen de la leche como fuente de yodo", afirma el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge. "Este informe ha sido crucial para evidenciar un problema existente en Europa", añade.

"Los países necesitan estrategias políticas más flexibles para proteger a las personas de la deficiencia de yodo, incluidas políticas obligatorias para el uso de sal yodada de calidad alimentaria en alimentos procesados y la integración de medidas de reducción de sal y yodación de la sal", plantea el informe.