TURISMO NACIONAL

El pueblo de Burgos con cascadas perfecto para hacer rutas

Un enclave con historia y paisajes para hacer una ruta por la localidad

España recibe 33,2 millones de turistas hasta mayo, un 13,6% más

Tobera (Burgos)

Tobera (Burgos) / Vía EscapadaRural

El río Molinar es el responsable que hace que este pueblo sea único. Su nombre procede de los antiguos molinos que aprovechaban el agua para mover las pesadas piedras. En el siglo XII, sus orillas albergaban una fábrica de papel y, actualmente, una central eléctrica utiliza la energía del río, destacando su evolución a lo largo de los siglos. Estamos hablando de Tobera, una pequeña villa de la provincia de Burgos.

El pueblo se sitúa en un desfiladero que otrora fue una importante vía de comunicación ya que por él pasaba la antigua calzada romana que unía La Bureba con Orduña y los puertos del norte. De aquella época todavía quedan algunas piedras del camino, además del puente romano-medieval que cruza el río Molinar. 

Un pueblo con historia

Y es que, la población no sólo cumplió un papel como vía de comunicación, una de sus dos ermitas sirvió como hospedaje a los peregrinos del Camino de Santiago. Hablamos de la ermita románica de Santa María de la Hoz, del siglo XIII, que se cree que está construida sobre un templo anterior. La ermita del Cristo de los Remedios, más pequeña y del siglo XVII, tiene aspecto de humilladero y en su interior alberga una talla de una serpiente justo debajo del Cristo de los Remedios.

Según la leyenda que recoge Escapada Rural, un joven cartero, que llevaba el correo a una reina, se encontró en este lugar con un enorme reptil. La serpiente intentó atacarle, haciendo desbocar al caballo. El mensajero, asustado, sacó su espada y rezó una oración haciendo que la serpiente desapareciese. Gracias a ese suceso, cuando el joven se lo contó a la reina, la mujer decidió levantar una ermita en honor al Cristo de los Remedios. Y, para recordar los peligros del camino, en su interior se decidió guardar una talla con la imagen del reptil.

Después de admirar el pueblo, la ruta por sus alrededores es una opción considerable si queremos disfrutar de la naturaleza y hacer turismo. El conocido como paseo del Molinar, que tiene un kilómetro de longitud, sigue el cauce del río y permite apreciar todas las cascadas y saltos que discurren por el arroyo. El camino empedrado discurre en paralelo al río y a medida que avanza muestra exhibe miradores y puentes. Y justo al final del sendero se encuentra el salto más espectacular.