Viajes

Descubre Matosinhos, el tesoro de la costa norte de Portugal

Playas, dunas, naturaleza, gastronomía, ocio, cultura y patrimonio se alían para ofrecer experiencias únicas en Matosinhos. Viajamos a esta villa pesquera a orillas del Atlántico para descubrir los atractivos que cada verano disfrutan más visitantes. 

Piscina das Marés, en Matosinhos

Piscina das Marés, en Matosinhos / CMM

Tere Gradín

Matosinhos es LA PLAYA, con letras mayúsculas, del norte del Portugal. A tan solo media hora de Oporto, este destino es ideal para quienes busquen darse un chapuzón, tomar algo fresquito al atardecer o disfrutar de un buen plato de pescado escuchando el murmullo de las olas del mar.

Playa de Matosinhos con Terminal de Cruzeros al fondo

Playa de Matosinhos con Terminal de Cruzeros al fondo / CMM

Banderas azules y certificado de sostenibilidad

En total, las playas de calidad de Matosinhos suman una longitud de 15 kilómetros, pero lo que resulta imposible medir es el sinfín de posibilidades que se puede disfrutar en ellas. Su calidad está reconocida por las catorce banderas azules que ondean en los arenales y por el sello internacional Quality Coast Gold Award. Además, toda la franja costera de Matosinhos cuenta con una red de pasarelas de protección dunar que permite pasear entre las dunas y recrearse en la zona sin perjudicar la naturaleza.

Matosinhos vista desde el aire

Matosinhos vista desde el aire / CMM

Igualmente, los arenales de Matosinhos cuentan con infraestructuras de apoyo y espacios de aparcamiento suficientes para que el visitante solo tenga que preocuparse del protector solar.  Las condiciones únicas de Matosinhos y la aplicación de buenas prácticas sostenibles hacen de este destino territorio de elección certificado con el galardón de oro de destino sostenible, apreciado por todos los que buscan actividades de ocio y deportes náuticos, especialmente los practicantes de surf, bodyboard, kitesurf, vela o buceo.

Matosinhos cuenta con 15 kilómetros de arenas doradas y 14 banderas azules en sus playas

Uno de los mejores destinos del mundo para aprender a surfear

¿Estás pensando en iniciarte en la práctica del surf? Estás de suerte. Las excelentes condiciones de las playas de Matosinhos para la iniciación al surf son unánimemente reconocidas y muchos medios de comunicación y asociaciones internacionales se hacen eco de ello. Incluso reputados periódicos españoles consideran los arenales urbanos matosinhenses como los mejores del mundo para la práctica de la modalidad. Las olas de Matosinhos son un punto de parada obligado para surfistas locales y extranjeros, siendo escenario habitual de competiciones nacionales e internacionales de distintas especialidades.

Sus playas y olas son apreciadas por los aficionados y profesionales del surf

Sus playas y olas son apreciadas por los aficionados y profesionales del surf / CMM

World’s Best Fish: Del mar a la mesa

Pero hay mucho más. Si el mar por sí solo ya sería un motivo más que suficiente para visitar esta tierra, muchas otras razones hacen de Matosinhos un verdadero tesoro. Empezando por la gastronomía, este destino es lugar predilecto para comer pescados y mariscos de calidad, del que dan buena cuenta los restaurantes de la zona y la marca MWBF - Matosinhos World’s Best Fish.

La ciudad es hoy una de las grandes “salas de jantar” del país con más de 450 espacios de restauración y gran concentración de restaurantes y marisquerías en las inmediaciones del puerto y de la lonja.

Pescaderas en el mercado municipal de Matosinhos

Pescaderas en el mercado municipal de Matosinhos / CMM

Hablar de Matosinhos y de su ADN es hacerlo del World’s Best Fish. La ciudad portuguesa puede presumir de tener el pescado y el marisco más frescos, recién salidos del Atlántico, traídos por los pescadores locales, gente en las que corre el mar por las venas, que transmiten sus saberes de generación en generación. Con aguas muy ricas en nutrientes, la costa de Matosinhos posee una relevante biodiversidad asegurada por la abundancia de algas y sargazo. Por ello, sus pescados y mariscos presentan sabor y aromas únicos, que no han pasado desapercibidos a destacados chefs de cocina y a los amantes de la buena gastronomía. Claro está, a la calidad de la materia prima se une al arte del “saber hacer”, posible por la colaboración de viejos pescadores en los espacios de restauración. En sus terrazas, nada mejor que apreciar el maravilloso sabor de un pescado “acabadinho de grelhar”…

La gastronomía de Matosinhos es famosa por sus mariscos y pescados

La gastronomía de Matosinhos es famosa por sus mariscos y pescados / CMM

Descubrir su patrimonio industrial conservero

Sin dejar del todo mar, Matosinhos ofrece al visitante la experiencia de descubrir su patrimonio industrial conservero. Durante años la industria conservera fue el motor de la economía local y las conserveras supieron acompañar la evolución de los mercados y produjeron auténticas “delicatessen”, desde caballa a calamar relleno, sin olvidar las sardinas de la costa, muy procuradas por quienes visitan el territorio.

La industria conservera tiene un papel fundamental en la historia de Matosinhos

La industria conservera tiene un papel fundamental en la historia de Matosinhos / CMM

Además de las industrias conserveras, mayoritariamente de pescado, que se desarrollaron en el siglo XIX con el puerto de pesca de Leixões, muchas otras fábricas se instalaron en esos recién creados emplazamientos. Como curiosidad, la primera unidad que se ubicó en la zona fue la fábrica de conservas de pescado Lopes Coelho e Dias en 1899. Actualmente, más de un siglo después, algunas de estas instalaciones fabriles ofrecen visitas al público y forman parte de la ruta del turismo industrial del municipio.

Oir nuestra historia narrada por la industria presente en el concello es conocer, comprender y valorar nuestra identidad y autenticidad. Y Matosinhos es cien por cien auténtico.

Se puede encontrar también el Titán del Puerto de Leixões, que sirvió de palanca para el desarrollo industrial y potenció la instalación de todo tipo de unidades fabriles, convirtiendo Matosinhos en un emblema de producción no solo de conservas de pescado, también de cerveza, formando un círculo que une todas estas instalaciones y unidades del Turismo Industrial.

Matosinhos cuenta con varias joyas arquitectónicas y un patrimonio industrial conservero digno de admirar

Persisten también en la ciudad y en el concello vestigios de arqueología industrial que vienen desde la época romana como los tanques de salazón en Angeiras, pasando por diversos edificios, fachadas y chimeneas, máquinas y equipamientos preservados de las numerosas fábricas existentes a lo largo de este tiempo. De este pasado también es testigo el “quarteirão” de la Real Vinícola, donde se sitúa la Casa da Arquitetura, local que acoge la gestión del Centro de Documentação Álvaro Siza (CDAS) y la de los legados de arquitectos de renombre mundial.

Matosinhos, cuna del “Nobel de Arquitectura” Alvaro Siza

El atractivo de la urbe no se queda solo en los encantos con los que la naturaleza la adornó y los manjares que el mar nos regala. Matosinhos es la tierra de Álvaro Siza Vieira, el mayor nombre de la arquitectura portuguesa galardonado con el Premio Pritzker, conocido como el Nobel de la Arquitectura.

Casa de Chá da Boa Nova

Casa de Chá da Boa Nova / CMM

Recorrer Matosinhos es una suerte de viaje por la trayectoria y las distintas fases de la carrera del autor. Destaca la Piscina de Marés, un lugar mágico diseñado en las rocas donde se puede nadar libremente, también la casa de Chá de Boa Nova, hoy un restaurante premiado en la Guía Michelín con dos estrellas, o la “marginal” de Leça da Palmeira, donde se puede disfrutar de lo mejor que produce esta costa. De Siza habla igualmente la Casa da Arquitetura (con su Centro Português de Arquitetura) y la Casa do Design, a los que se juntan muchos otros museos que narran la historia de este concello.

Parada del Caminho Português y el Caminho da Costa

Al hablar del patrimonio y cultura de Matosinhos también cabe mencionar la importancia del Camino de Santiago. Matosinhos tiene una profunda y antigua conexión con las rutas de peregrinación a Santiago de Compostela, documentadas desde la Edad Media.

 Actualmente es punto de parada obligada para los peregrinos que recorren el Caminho Português y por el Caminho da Costa. Movidos por la fe, por motivos espirituales, para vivir una experiencia nueva, hacer deporte, conectar con la naturaleza o superarse, muchos aprovechan las buenas condiciones que ofrece el verano para hacer el trayecto, de ahí la expresión “Buen Camino”, que ya forma parte de lo cotidiano. Además, como dato curioso, en el mar de Matosinhos nació la vieira, símbolo de la ruta jacobea que cada año recorren miles de peregrinos.

Matosinhos es parada obligada para los peregrinos que van hacia Compostela

Matosinhos es parada obligada para los peregrinos que van hacia Compostela / CMM

Romería y música jazz

Otra de las citas que cada año cosecha una afluencia masiva en esta ciudad es el popular Senhor de Matosinhos, una de las mayores y más antiguas romerías de todo el país.

Es solo una muestra de una cultura local viva, es intensa y variada. La misma tierra donde se hacen “bailaricos” populares es también la capital portuguesa del jazz y el hogar de la prestigiosa Orquestra Jazz de Matosinhos, así como del Quarteto de Cordas de Matosinhos.

Zona de restauración de Matosinhos

Zona de restauración de Matosinhos / CMM

Matosinhos, cómo llegar y por qué repetir

Si con todos estos datos ya estás pensando cómo llegar a Matosinhos, la buena noticia es que es muy fácil. La ciudad está conectada por autopistas de calidad desde todos los puntos y latitudes, y cuenta también con tren, metro y transporte público por carretera. A esto hay que añadir el aeropuerto, situado a pocos kilómetros del centro de Matosinhos y la hermosísima e imponente terminal de cruceros.

Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitar y repetir. Matosinhos ofrece una geografía de belleza inigualable, servicios de calidad y opciones únicas. Sin olvidar, la calidez de su gente. Personas trabajadoras, simpáticas, auténticas y acogedoras. Que gustan de su tierra y están siempre dispuestas a ayudar a quien la visita, poniendo todo de su parte para que quien venga a Matosinhos se vaya con una experiencia inmejorable.