El paraíso aún existe: Lord Howe, la isla en la que no puede haber más de 400 turistas

El boom del turismo asociado a la globalización parece haber acabado con los paraísos. Resulta incluso deprimente ir a esos parajes de ensueño que hemos visto mil veces en nuestras pantallas, para descubrir que son exactamente iguales, pero que hay miles de personas más luchando por el mismo selfie que el resto. Sin embargo, el paraíso aún existe, solo que está un poco más lejos.

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La isla de Lord Howe

Lord Howe es la típica isla paradisíaca del Pacífico, con sus playas de arena blanca, arrecifes y selva tropical, con el plus de que el número de personas que te puedes encontrar recorriéndola es ridículo: tiene 445 habitantes, y solo puede haber 400 turistas a la vez.

La isla principal es minúscula, una décima parte de Ibiza, con 11 kilómetros de norte a sur y solo 3 de ancho, y se sitúa a 600 kilómetros de la Australia continental a la que pertenece. Su origen es volcánico, es la cumbre de un volcán submarino de hace más de 7.000 años, y esto explica tanto su escarpada geografía como el altísimo número de especies de fauna y flora endémica. Esta biodiversidad junto al hecho de ser el arrecife de coral más austral del mundo le valió el ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982, junto al resto de islas.

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Como en toda isla paradisíaca que se precie, los planes por hacer están más que claros: tumbarse al Sol en sus playas, bucear en su arrecife con más de 150 especies diferentes de peces, explorar su selva para encontrar algunas de sus especies únicas o dejarnos flotar en su lago marino. Pero podemos sumar además algunos planes de lujo, como jugar al golf en su campo de 9 hoyos, dejarnos mimar en el Spa o disfrutar de su gastronomía. Para el poco público existente, no está nada mal su oferta de 6 restaurantes, todos valorados con más de 4 estrellas en Google.

Y por si todo esto fuera poco hay una curiosidad, la existencia de una pirámide en el mar, la Pirámide de Ball. Se trata de lo poco que queda de un volcán, un islote con una altura máxima de 562 metros y una forma exageradamente escarpada, que acentúa todo el dramatismo de su aislamiento en el Océano. Allí, en 2001, se encontró la única colonia conocida del singular insecto palo ya desaparecido en Lord Howe, con solo 24 individuos viviendo bajo un único arbusto. Parece que aún queda mundo por descubrir.

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Cómo llegar a la isla de Lord Howe

Hasta 1974 la única forma de llegar por aire a la isla era un hidroavión que partía de Sídney, y aterrizaba en el lago que forma el arrecife. Desde entonces hay un aeropuerto al que se puede llegar en menos de dos horas desde la misma Sídney o desde Brisbane. Los únicos factores a tener en cuenta son que solo puede haber 400 turistas en la isla al mismo tiempo, por lo que la cosa requerirá planificación, y que si bien la climatología de la isla es envidiable, y no le alcanzan los monzones, el característico tiempo seco y caluroso se da entre los meses de noviembre a abril.