Estas son las rutinas con las que ser más feliz según la neurociencia

Cuando hablamos de neurociencias, nos sumergimos en un fascinante campo que explora cómo se estructura el pensamiento, por qué reaccionamos de ciertas maneras ante diferentes estímulos y cómo funcionan nuestras conexiones neuronales. Este conocimiento no solo es intrigante por sí mismo, sino que también tiene aplicaciones prácticas que pueden mejorar significativamente nuestra vida diaria.

Todo está en la cabeza

Uno de los conceptos más interesantes de esta rama es el de la plasticidad cerebral, la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse. Esta flexibilidad es crucial para aprender nuevas habilidades y recuperarse de lesiones.

La plasticidad cerebral nos permite salir de nuestra zona de confort y adaptarnos a nuevas experiencias, lo que puede ampliar nuestros límites y liberar capacidades que antes parecían inalcanzables. Para lograr esta flexibilidad y conseguir beneficios en nuestro día a día, existen algunas rutinas a tener en cuenta como estas:

• Pausas diarias para reducir el estrés. Tomar pequeñas pausas durante el día, escuchar música o hacer ejercicio puede contrarrestar los efectos del estrés crónico. El estrés sostenido eleva los niveles de cortisol, lo que puede agotar el cuerpo y debilitar el sistema inmunológico. Estas pausas ayudan a reducir el estrés y a mantener el cuerpo y la mente en equilibrio.

• Ejercicio regular y tiempo en la naturaleza. Se recomienda caminar al menos tres horas y media por semana, preferiblemente en entornos naturales. Además, pasar al menos dos horas semanales en la naturaleza, ya sea en bosques, playas o parques, estimula la generación de nuevas neuronas y mejora la salud mental.

• Dormir adecuadamente. Dormir entre 7 y 8 horas por noche, respetando el ritmo circadiano, es esencial para la salud cerebral. Un sueño adecuado no solo ayuda a mantenerse sano, sino que también promueve la neurogénesis, la formación de nuevas neuronas.

• Meditar regularmente. La meditación, incluso practicada durante solo diez minutos al día, puede mejorar significativamente la capacidad cognitiva en tan solo dos semanas. Ayuda a combatir la depresión, la ansiedad y la hipertensión, y fomenta el bienestar psicológico y la inteligencia emocional.

• Cuidar la microbiota. La microbiota, compuesta por los microorganismos en el tracto digestivo, tiene un gran impacto en la salud emocional y cerebral. Mantener una microbiota saludable, mediante el consumo de probióticos y la moderación en el uso de antibióticos, puede mejorar tanto la salud intestinal como la cerebral.

• Establecer metas pequeñas y realistas. Los proyectos a largo plazo pueden resultar abrumadores. Es mejor establecer metas pequeñas y alcanzables a corto plazo. Por ejemplo, en lugar de proponerte "ir al gimnasio este año", intenta "ir al gimnasio al menos un día esta semana". Esta estrategia ayuda a mantener la motivación y el enfoque.