Greta Gerwig, una particular visión no tan rosa de la mujer, las relaciones y la sociedad en el cine

Si hay un nombre que representa la complejidad y el concepto actual de la mujer en el cine, ese es el de Greta Gerwig. Desde sus inicios en el cine independiente hasta su ascenso como directora aclamada, ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica con su talento multifacético y su estilo narrativo único. A lo largo de su carrera, ha sabido capturar la esencia de la experiencia humana con una mezcla de humor, sensibilidad y autenticidad, convirtiéndose en una voz esencial de la era contemporánea.

Nació el 4 de agosto de 1983 en Sacramento, California, hija de una obstetra y ginecóloga, y de un consultor financiero. Estudió en una escuela católica hasta que a sus 19 años se mudó a Nueva York para estudiar inglés y filosofía. Por azares de la vida, durante su estancia allí, conoció a Joe Swanberg, uno de los padres del movimiento 'mumblecore' –cine de carcaterizado por su bajo presupuesto y la falta de medios– que la convirtió en la musa de esta corriente.

Primeros pasos

A raíz de su amistad con este director, Gerwig comenzó su carrera en el cine independiente, donde rápidamente se hizo un nombre. Su actuación en películas como "Hannah Takes the Stairs" (2007) y "Nights and Weekends" (2008) la destacaron como una voz fresca y auténtica en el movimiento 'mumblecore'. Estas primeras experiencias le permitieron desarrollar su estilo distintivo, caracterizado por diálogos naturales y una profunda exploración de los personajes.

Sin embargo, fue su colaboración con el director Noah Baumbach la que la catapultó a un reconocimiento más amplio. En 'Greenberg' (2010), Gerwig interpretó a Florence Marr, un papel que mostró su capacidad para equilibrar la vulnerabilidad y la fuerza. Su trabajo con Baumbach continuó con 'Frances Ha' (2012), una película coescrita por ambos que sigue a una joven aspirante a bailarina en Nueva York. La película fue un éxito crítico y demostró la habilidad de la joven actriz para captar la esencia de la juventud y la amistad con humor y autenticidad.

Consolidación tras las cámaras

El debut de Gerwig como directora con 'Lady Bird' (2017) marcó un hito en su carrera. La película, una autobiografía parcialmente velada, sigue la vida de Christine 'Lady Bird' McPherson mientras navega por los desafíos de la adolescencia en Sacramento. 'Lady Bird' fue aclamada por su guion ingenioso y su representación honesta de las relaciones familiares, especialmente la compleja dinámica entre madre e hija. La película recibió cinco nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Dirección y Mejor Guion Original, consolidando a Gerwig como una de las directoras más prometedoras de su generación.

En 2019, abordó un proyecto ambicioso con su adaptación de 'Mujercitas', la icónica novela de Louisa May Alcott. Con un elenco estelar que incluía a Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh y Timothée Chalamet, la película recibió elogios por su enfoque innovador y su capacidad para conectar la narrativa del siglo XIX con temas contemporáneos. 'Mujercitas' no solo reafirmó el talento de Greta Gerwig para la dirección, sino que también subrayó su habilidad para abordar historias clásicas con una perspectiva fresca y relevante.

El mundo rosa de Greta

En 2023, Gerwig sorprendió al mundo con 'Barbie', una reinvención audaz de la icónica muñeca de Mattel. La película, que combina elementos de comedia, crítica social y feminismo, fue un éxito rotundo en taquilla y demostró una vez más su versatilidad y creatividad como cineasta. Con 'Barbie', no solo desafió las expectativas, sino que también ofreció una reflexión ingeniosa sobre la identidad, el consumo y los roles de género en la sociedad contemporánea. Una visión con la que demostró que es posible crear cine comercial exitoso sin sacrificar la profundidad y la autenticidad.

A pesar de este triunfo, no se libro de estar en la diana, pues de la misma manera que consiguió elojios por su trabajo, también levanto ampollas entre los más detractores de esta obra, acusandolo incluso de generar una 'visión exgerada' del feminismo. Incluso se llego a generar cierto debate en torno al mensaje de 'Barbie', cuando solo su actor de reparto Ryan Gosling y su actriz de reparto America Ferrera, estaban nominados, dejando sin posiblidad de aspirar a una estatua a Gerwig y a su protagonista Margot Robbie.

Sin embargo, con este proyecto, la directora estadounidense volvió a dejó claras sus intenciones de lo que significa su trabajo y su huella personal, señalando que "le gusta el lenguaje que suena cotidiano pero poético. Esa cualidad de tropezar con la belleza y luego desaparecer".

Una generación de nuevas narrativas

Más allá de sus logros cinematográficos, Greta Gerwig es conocida por su humildad, su enfoque colaborativo y su dedicación a contar historias auténticas. Su habilidad para mezclar comedia y drama, y para explorar la condición humana desde una perspectiva fresca y genuina, la ha convertido en un referente cultural. Sin duda se trata de uno de los nombres que blindan una generación de directoras con un estilo muy propio y marcado, como lo son Sofia Coppola ('Priscilla' o 'María Antonieta'), Céline Sciamma ('Tomboy') o Pilar Palomero ('Las niñas').