Opinión | INTERNACIONAL

Los líderes europeos deberían tomar nota del tándem republicano

La decadencia física y mental de Biden es cada vez más evidente por más que él lo niegue y sus partidarios traten todavía de disimularlo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. / Yuri Gripas /Europa Press

Los líderes europeos deberían tomar nota del programa político y económico del tándem republicano aspirante a la Casa Blanca, que propone anteponer los intereses del país a todo lo demás. Algunos destacados analistas, entre ellos el sociólogo francés Emmanuel Todd, hablan del “suicidio de Europa” debido a la guerra de Ucrania, en la que nuestros líderes han seguido la estrategia marcada por Washington de aislar a Rusia en lugar de defender sus propios intereses.

La estrategia del presidente demócrata Joe Biden y su equipo de esforzados neocons no ha consistido tanto en defender a Ucrania, sino en utilizar a ese país para sangrar militar y económicamente a Rusia, algo que en cambio ha resultado en el debilitamiento de la propia Europa.

Pero Biden nunca se ha mostrado tan débil a los ojos del mundo: su decadencia física y mental es cada vez más evidente por más que él lo niegue y sus partidarios traten todavía de disimularlo, y los gobiernos europeos no parecen preparados para una segunda presidencia de Donald Trump, al que detestan.

Y ahora, con su elección para acompañarle en su camino a la Casa Blanca del joven senador por Ohio James David Vance, del sector más conservador del Partido Republicano, Europa va a tener cada vez más difícil su actual apoyo incondicional a Kiev.

En un discurso que pronunció hace algún tiempo en el instituto Quincy, Vance defendió la necesidad de que EEUU “persiga de modo implacable sus propios intereses”, guiado tan sólo “por las intuiciones morales de sus ciudadanos”. Vance criticó “la estupidez” demostrada por anteriores gobiernos de Washington que han permitido a China convertirse en “el más poderoso competidor industrial” de Estados Unidos.

El poder de la superpotencia tiene que ver ante todo, según dijo, con la fortaleza de su economía y de la propia población estadounidense.

Y son los europeos, que tienen intereses mucho más directos en Ucrania que Estados Unidos, quienes deben, según Vance, financiar la guerra y posterior reconstrucción del país parcialmente ocupado.

Estados Unidos lleva gastados, criticó el senador republicano, 180.000 millones de dólares en un Estado fuertemente endeudado y que no puede pagar siquiera las pensiones a sus jubilados ni arreglar las carreteras y demás infraestructuras destruidas en la guerra.

Significativamente, el senador por Ohio fue uno de los sólo dieciocho legisladores que votaron en contra del paquete de ayuda de 95.000 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán decidida por el Gobierno de Joe Biden.