Opinión | RETIRO LO ESCRITO

Ejemplaridad

 Permitir a Biden continuar ha sido un garrafal error de la élite del Partido Demócrata

Joe Biden

Joe Biden / Evan Vucci | AP

Pobre Biden. Si cree que renunciando a la candidatura presidencial, a escasos cuatro meses de las elecciones, quedará libre de escarnio, se equivoca. El compañero de Donald Trump en el ticket, J.D. Vance ya lanzó la primera andanada. Si el octogenario presidente, con su decisión, evidencia que no está en condiciones de seguir desempeñando el cargo, ¿por qué no dimite? ¿Por qué debe seguir en el despacho oval hasta enero? ¿Y si su capacidad cognitiva se sigue deteriorando en los próximos meses? Son preguntas maliciosas, pero en las que no falta -- al menos -- un ápice de razón. Permitir a Biden continuar ha sido un garrafal error de la élite del Partido Demócrata. Y una aparatosa irresponsabilidad. Sencillamente, las grandes figuras del partido y los secretarios de su gabinete, así como los jefes del grupo parlamentario en el Senado y en la Cámara de Representantes, es decir, todos los que tenían cierto trato frecuente con Biden, deben haber apreciado la decadencia de las condiciones físicas y mentales del presidente.

No es, en absoluto, un viejo chocho, pero ya no reúne las condiciones para desempeñar el cargo. Y es un declive senil que lamentablemente no puede detenerse ni revertirse. Biden debió renunciar a la reelección hace un año, cumpliendo ese papel de presidente de un breve paréntesis para repararlas las quiebras y desidias del trumpismo que él mismo se adjudicó en vísperas de las pasadas elecciones.

"Mirad, mirad de lo que son capaces los demócratas", truenan los republicanos, "llegar a esta situación poniendo en peligro la integridad de la Presidencia". Van a seguir machacando sin piedad. Y luego, por supuesto, está la sucesión. Kamala Harris – una vicepresidenta irrelevante durante los últimos tres años y medio – ya ha saltado para anunciar que luchará por la nominación. Pero me parece extremadamente dudosa que sea la única. Incluso si los sumos sacerdotes y sacerdotisas del PD consiguen la unidad alrededor de la figura de Harris -- algo que no está perfectamente claro ahora mismo – se van a abrir primarias. Hace un rato ya se emitían sondeos con supuestos candidatos demócratas frente a Trump. Kamala Harris podría ganarle según las encuestas, pero lo más probable es que perdiera. Y así ocurre con todos los candidatos, excepto uno: Michaele Obama, la esposa del expresidente. Sería una tortura para Biden que lo sucediera otro Obama. Detesta a su antiguo jefe. Cree que lo ha traicionado. Quizás apenas exagera un poco.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Convención Nacional de la NAACP en Las Vegas.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Convención Nacional de la NAACP en Las Vegas. / EFE

La retirada de Biden ha sido demasiada presionada, estimulada, tardía y rechinante como para tomarla como un caso irreprochable de ejemplaridad política. Pero la ejemplaridad pública, según sentencia Javier Gomá, "no es un escrutinio desagradable sobre la aplicación microscópica de cualquier comportamiento". Es en la trayectoria "de toda una vida" donde la ejemplaridad "alcanza pleno sentido".

Un hombre o una mujer no son lo que han hecho en los últimos tres meses, sino el hilo conductor de su comportamiento durante toda su ejecutoria. En ese sentido Joe Biden ha sido un político bastante ejemplar con más de medio siglo de servicio público en el Senado y en el Gobierno federal bajo una conducta moral y con un compromiso político básicamente honesto y fuera de toda duda razonable. Es algo que a uno le gustaría ver en la política española y (por supuesto) canaria. Gente que, aunque sea tardíamente, sea capaz de largarse, como fue capaz de quedarse cuando fue necesario. Y no un ex ministro y expresidente autonómico que cuando merced a una operación estrambótica por parte del Tribunal Constitucional se le exonera de cualquier responsabilidad en un miserable latrocinio de decenas y decenas de millones de euros y declara: "ahora, volveré".