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¿Hacia la guerra con Rusia?

Pero, ¿no habíamos quedado en que la Unión Europea era un proyecto de paz y no un instrumento para la guerra con Rusia y tal vez un día con China en defensa de “nuestros valores”?

Vladimir Putin

Vladimir Putin / VYACHESLAV PROKOFIEV / SPUTNIK

En su primera resolución, el recientemente elegido Parlamento Europeo aboga por intensificar y prolongar la guerra por procuración de la OTAN contra la Rusia de Vladímir Putin.

495 diputados de un total de 718 votaron el miércoles un texto de condena del primer ministro húngaro y actual presidente de turno de la UE, Viktor Orbán, por haber osado viajar a Moscú a sondear las posibilidades de paz.

Esa iniciativa, que no contaba con el mandado expreso del resto de los gobiernos europeos ni de la presidenta de la Comisión, es, según el texto aprobado, una “clara violación de la política exterior de la UE”.

Pero, ¿no habíamos quedado en que la Unión Europea era un proyecto de paz y no un instrumento para la guerra con Rusia y tal vez un día con China en defensa de “nuestros valores”?

La resolución habla también de aumentar las “capacidades de la industria bélica europea” así como de permitir a Ucrania utilizar las armas que le proporcione la OTAN para atacar blancos en territorio ruso.

Propone asimismo incrementar las sanciones económicas contra Moscú y su aliada Bielorrusia y utilizar el dinero confiscado a Rusia para el rearme de Ucrania.

El documento fue aprobado incluso por partidos que se proclaman de izquierdas mientras que otros se abstuvieron: entre ellos disputados del vasco EH Bildu, del griego Syriza, del irlandés Sinn Fein o del alemán Die Linke. Todos los representantes del partido alemán que lleva el nombre de su fundadora, Sahra Wagenknecht, votaron en contra.

Así, mientras Estados Unidos parece cansarse de la guerra de Ucrania y el cada vez más probable ganador de las elecciones presidenciales de noviembre, el republicano Donald Trump, expresa el deseo de terminar cuanto antes un conflicto que distrae de los problemas internos, Bruselas sigue a ojos de todos el camino contrario.

¿Tendrán que recurrir los gobiernos europeos, en el caso de que Trump llegue finalmente a la Casa Blanca, a los buenos oficios de Víktor Orbán para reconciliarse con el republicano, cuya victoria todos abiertamente temen?

Junto a la aprobación de una resolución que trata de disimular la impotencia de la UE para resolver un conflicto que debía haber sido la primera en evitar con ayuda del arte olvidado de la diplomacia, el Parlamento concedió un segundo mandato a la controvertida presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

A partir de ahora será no solo la cristianodemócrata alemana, sino también la ex primera ministra estonia Kaja Kallas, quien sucede al español Josep Borrell al frente de la Política Exterior y de Seguridad de la UE, las voces más estruendosas de la oposición europea a la Rusia de Putin.