Opinión | LA PALABRA DE LOS NÚMEROS

Efectos del Concierto fiscal catalán

Las reglas y los criterios para acordar el cupo vasco son un misterio y desde 1993 siempre se han negociado en posición de fuerza del PNV, ahora también de Bildu, ya que tanto Psoe como PP necesitan sistemáticamente sus votos para aprobar sus presupuestos y gobernar

Salvador Illa.

Salvador Illa. / Marta Pérez | EFE

Para investir a Salvador Illa, el PSC, ERC y el Psoe acaban de pactar crear un concierto catalán, similar al vasco o navarro, algo que ya estaba incluido en el acuerdo que firmó Pedro Sánchez con ERC hace un año para su investidura. La excepción vasca y navarra se incluyó en la Constitución pero este acuerdo incumpliría el artículo 149 de la Carta Magna que dice explícitamente que el Gobierno Central garantizará la igualdad de todos los españoles en los derechos y las obligaciones. El acuerdo supondría traspasar a la agencia tributaria catalana el cobro del 100% de los ingresos del impuesto sobre la renta, sobre el valor añadido y sobre los beneficios y luego se negociaría una especie de cupo para ver la contribución de los catalanes al gasto común del estado.

Las reglas y los criterios para acordar el cupo vasco son un misterio y desde 1993 siempre se han negociado en posición de fuerza del PNV, ahora también de Bildu, ya que tanto Psoe como PP necesitan sistemáticamente sus votos para aprobar sus presupuestos y gobernar. En el caso de Cataluña pasaría lo mismo. Más sorprendente es que el Psoe acepté aplicar el principio de ordinalidad por el que Cataluña debe ocupar el mismo puesto en recibir gasto del sistema de financiación que el que ocupa en los ingresos. Las comunidades autónomas financian con ese sistema la educación, la sanidad y la dependencia y el aumento de gasto por catalán irá en detrimento del resto de ciudadanos españoles, salvo vascos y navarros.

El movimiento obrero y los partidos socialistas europeos se crearon para luchar contra el sistema decimonónico que ahora Pedro Sánchez pretende imponer en España y que limitaría significativamente la capacidad del estado de redistribuir la renta para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los españoles, especialmente los que menos tienen, y favorecer la meritocracia. ¿Apoyarían el PSC y ERC que se aplicará la ordinalidad en Barcelona y que los vecinos de Pedralbes sean los que más gasto público reciban en detrimento de los de Nou Barris? ¿Apoyaría Pedro Sánchez que los madrileños de Somosaguas, donde tiene su vivienda familiar, reciban más gasto público que los de Usera o Vallecas o que los de la Moraleja reciban más que los de Alcobendas?

Aún falta la negociación en el Parlamento de Madrid y será complicada, Compromis y el BNG ya han criticado el acuerdo y está por ver si todos los diputados del Psoe asumen la disciplina de voto o deciden votar en contra de este acuerdo que rompe uno de los pilares fundacionales del Partido Socialista como están diciendo varios líderes regionales de Madrid, Castilla y León, Asturias, Extremadura, Castilla la Mancha, Aragón etcétera. Recordemos que el PSC sentó precedente en 2016 rompiendo la disciplina de voto al votar en contra de la investidura de Mariano Rajoy

Si de verdad Pedro Sánchez cree que esto avanza en la federalización que lo aplique a las 17 comunidades autónomas, que aplique también el principio de subsidiariedad y el derecho de veto y España tendrá los mismos problemas institucionales de bloqueo que tiene la Unión Europea que es una confederación.