CRISIS INTERNA EN EL PP

Feijóo apunta a la dimisión de Casado: "Hay que tomar decisiones que no serán fáciles"

La defenestración de Casado se está organizando en dos fases: primero que dimita y después el dirigente gallego tomará la decisión sobre si se presenta

Hay un bloque de oposición al aún presidente del PP que se ha reagrupado en torno a Feijóo como única alternativa

Militantes de toda España piden a Casado que dimita y nombre una gestora hasta un congreso

Pablo Casado y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, durante la última campaña para las elecciones generales en 2018.

Pablo Casado y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, durante la última campaña para las elecciones generales en 2018. / EFE/Cabalar

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido hoy a Pablo Casado que encuentre de forma "urgente" una solución al "colapso" del PP y ha apuntado sin citarlo a su dimisión:  "Hay que tomar decisiones que no serán fáciles" . No lo ha dicho expresamente, para dejar que sea él quién dé el paso, pero sí ha hablado de una "última decisión". "Es el presidente del partido y le corresponde asumir su responsabilidad".

Feijóo ha rechazado ir más lejos con el argumento de que ayer habló con Casado y le transmitió su opinión "de forma clara". "El sabe lo que pienso", ha subrayado en un acto en Ourense. Si no lo dice públicamente es por una cuestión de "lealtad" pero el dirigente gallego está en la tesis de que es necesario un congreso extraordinario. El presidente de la Xunta no ha querido desvelar sí él optará por la presidencia del partido pero en torno a él se ha agrupado toda la oposición a Casado, esperando por supuesto que dé el paso. No obstante, esto es una operación en dos fases. Primero sacar a Casado de Génova y después el anuncio de Feijóo.

"Vivimos desde hace cinco días un momento de convulsión dentro del PP y de la democracia española", ha dicho, en referencia al cruce de acusaciones públicas entre Casado e Isabel Díaz Ayuso. Pedimos que se reuniesen, ha recordado, pero "mentiríamos si dijéramos que ese problema esté zanjado. Por tanto, "hay que tomar decisiones" y "cuánto antes". "Es imprescindible hacerlo". "Serán decisiones que no serán fáciles, complejas pero creo que debe ser urgentes", dando a entender que Casado debe dejar la cúpula del PP ya para que haya un congreso.

"El PP es la única alternativa a, en mi opinión un mal Gobierno de España y tiene la obligación, no sólo con sus afiliados y sus votantes, sino con el conjunto de la sociedad española de encontrar de forma urgente una solución para seguir siendo el referente del centro derecha reformista español", asegura Feijóo. "Entiendo yo que la dirección del partido estará reflexionando cuáles son esas decisiones y sus tiempos" que, insiste, "deben ser urgentes". Como ha contado Feijóo, Casado habló ayer por la tarde con muchas personas, además de él, pero aún así ha decidido, por el momento, permanecer en su cargo, aunque la presión para que se vaya es máxima.

"Si una crisis no se zanja en el primer tiempo la hemos de zanjar en el segundo y definitivo porque no podemos seguir así durante muchas semanas", reitera Feijóo. "Tenemos que tomar decisiones, deben ser inmediatas y deben servir para volver a unir al partido. Tenemos la obligación de no crearle más problemas a España".

GESTORA HASTA EL CONGRESO

Las palabras del dirigente gallego van en la línea de un manifiesto que se ha conocido hoy. Afiliados del PP de distintos territorios están divulgando una carta, a través de las redes sociales, en la que piden al presidente popular que convoque "de forma urgente" a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional para "designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración de un congreso".

El texto, articulado sobre el epígrafe "En defensa de un PP a la altura de un gran país", que se ha puesto en circulación en redes sociales, lo están replicando militantes de varias comunidades. Consideran que "somos un partido con vocación de Gobierno, con un legado de servicio a España" y "en los últimos días no hemos estado a la altura de nuestra propia historia", ni de los ciudadanos que "depositan su apoyo en nosotros". La reciente imagen que el PP ha proyectado, aseguran, tampoco es "acorde" con los militantes y afiliados que "respaldan nuestras siglas". "Ver manifestarse a una parte de la militancia ante la sede nacional es la más triste ilustración de que se ha fallado". "El partido tiene que disculparse por ello".

"SOLUCIONES EXTRAORDINARIAS Y DOLOROSAS"

Este manifiesto defiende que una "situación extraordinaria requiere de soluciones extraordinarias y dolorosas", en alusión a que se vaya Casado y su equipo. "Somos un partido democrático que debe trazar su camino de mano de la militancia". Y eso es lo que, entienden, se consigue con un congreso, que ni siquiera dicen si debe ser ordinario (toca en julio) o extraordinario.

Sí apuntan que el periodo de transición hasta su realización "debe ser lo más corto posible" porque España "no merece estar pendiente de nuestra vida orgánica" y "debemos volver a centrarnos cuanto antes en lo que verdaderamente importa a los ciudadanos". "Estas decisiones que planteamos tiene la única motivación de poner a disposición de los españoles un proyecto competitivo, pensado para obtener su confianza mayoritaria y poder aplicar nuestros principios y nuestros valores desde el Gobierno de España".

Detrás de este texto está el sector del PP que cree que Casado ya no puede seguir ni un minuto más al frente del PP, porque ha quedado inhabilitado por el cuestionamiento público de Ayuso, que no ha acompañado de las suficientes pruebas. La nueva manera de presionarle para que se marche es a través de las bases. Todo este grupo mira a Alberto Núñez Feijóo como referente, a la espera de que dé el paso, y están totalmente alejados de la influencia de Ayuso o del PP de Madrid, aunque probablemente también mantengan contactos con ellos.

EL LIDERAZGO DE FEIJÓO

A lo largo del fin de semana, según las fuentes consultadas, se esperaba que el aún presidente del PP tomara alguna decisión. Se le había pedido que sacrificara a García Egea, en aras de la pacificación interna y para que él pudiera mantenerse al frente. En este punto diferían los que creían que Casado está totalmente "liquidado" y lo que piensan que igual "con una nueva dirección y cambios en el proyecto", aún podría ser el candidato. Esto último lo defienden personas que hasta hace muy poco eran próximas a él. Pero lo que era "innegociable", y una exigencia de la mayoría de los territorios, era la salida del secretario general.

A Egea se le atribuye haber sido un "kamikaze" en la dirección del PP para hacerse con el control del partido. "Ha dado más poder a los presidentes provinciales para debilitar a los presidentes autonómicos". Su petición de cese era un clamor este fin de semana en el PP. Porque el cuestionamiento de Casado y su equipo ha superado con creces las críticas al enfrentamiento de ambos con Ayuso y está ya en otro plano: un sector muy relevante de la organización cree que su mandato no da más de sí y que con ellos al frente nunca se llegará a Moncloa.

Feijóo ha sido el único que en los últimos días, de manera bastante contenida, marcó a Casado el jueves y el viernes el camino a seguir apuntando al sacrificio de Egea. Pero el tiempo para que eso sucediera acabó el domingo por la noche. Ahora la oposición a Casado se ha entrado en una segunda fase, donde el objetivo es el presidente del PP, como ha puesto de manifiesto la carta que pide su dimisión divulgada este lunes.

EL APARATO DE GÉNOVA

Tanto Casado como Egea han decidido atrincherarse y el único movimiento ayer fue convocar un comité de dirección como cada lunes. Creen que tienen el control de una parte de la organización, en referencia los presidentes provinciales. Según fuentes conocedoras sus cálculos son que contando Ceuta y Melilla dominan a "48 o 50". Y además, explican, hay un "coordinador en cada región", pendiente de todos los movimientos orgánicos. Sobre esta estructura basan sus posibilidades de continuar como si nada e incluso de que Casado se presente de nuevo a un congreso.

Otras fuentes del partido opinan que este escenario que plantea Génova no es real porque en estos momentos hay una rebelión de las bases contra Casado. Y los presidentes provinciales, indican, aunque los haya puesto Egea, no pueden ir en contra de la opinión de sus propios afiliados. "La militancia no quiere a Casado". Añaden, además, que muchos de los presidentes provinciales de Egea tampoco son una verdadera autoridad en su territorio porque, relatan, suelen escoger a gente manejable, que no son una referencia en la provincia, para pasar a cuchillo a quienes no les respaldaron en el congreso. En todo caso el PP, reventado en dos mitades, se adentra en una guerra feroz para deponer a Casado de Génova.