ELECCIONES 23J

El PP se lanza a por el votante de Vox que rechaza las "excentricidades" de los pactos

Los populares perciben la molestia por las posiciones duras contra la violencia machista o el Orgullo dentro de los electores de la derecha: "Vox se equivoca por ese camino"

Tras culminar los pactos peliagudos (Extremadura y Baleares), Feijóo retomará en la campaña el llamamiento total al voto útil dentro de la derecha en busca del listón de los 160 diputados

Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra durante la presentación del programa electoral.

Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra durante la presentación del programa electoral. / FERNANDO SÁNCHEZ.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Con el único objetivo de alcanzar el listón de diputados suficiente como para librarse de Vox en un futuro gobierno y después de haber cerrado pactos con el partido de Santiago Abascal en toda España —en el caso de la Comunidad Valenciana y Extremadura con presencia de los ultra en los gobiernos— Alberto Núñez Feijóo prepara una campaña en la que redoblará el llamamiento al “voto útil” dentro del bloque de la derecha.

En las últimas semanas, y a pesar de la tensión vivida entre ambas formaciones, PP y Vox bajaron los decibelios públicamente. Feijóo y Abascal incluso se llamaron para desbloquear la situación en Extremadura después de que la candidata popular, María Guardiola, hubiera negado de todas las maneras posibles la presencia de Vox en su ejecutivo. Finalmente tuvo que rectificar y habrá uno al frente de la Gestión Forestal y el Mundo Rural. La prioridad, reconocen en la dirección nacional esta semana, era terminar el camino (a veces tortuoso) de pactos. Concretar el cambio de gobiernos tras las elecciones del 28M y asegurar investiduras complicadas como la de la balear Marga Prohens, que se confirmará este jueves en segunda votación.

Una vez completada esta pantalla (Aragón sigue en el aire, pero el acuerdo llegará después), Génova reconoce que el escenario de las próximas dos semanas será distinto y el mensaje de la campaña irá directo a conseguir votantes de Vox. 

La llamada al voto útil para aglutinar en las siglas populares los apoyos de la derecha se sustentará en un pilar: el convencimiento, dicen en la dirección nacional, de que muchos electores (también de Vox) rechazan las “excentricidades” vistas en las últimas semanas a raíz de los acuerdos en lo relativo a posicionamientos duros contra la violencia de género (con dirigentes de Vox que directamente negaron su existencia) o los derechos del colectivo LGTBI.

“Vox se equivoca de camino. Nadie pone en duda hoy la violencia de género, tampoco sus votantes. Y cuando el vicepresidente de Castilla y León sale llamando trapo a la bandera del Orgullo ahuyenta a mucha gente”, reflexionan en la cúpula popular, insistiendo en que son conquistas sociales “absolutamente asumidas y defendidas por toda la sociedad”. La respuesta del PP en su propio programa electoral ha sido inequívoca: ampliar sus medidas en la lucha contra la violencia machista, asumiendo, entre otras cosas, el Convenio de Estambul que Abascal afirmó desconocer como principal guía.

En el PP existe la creencia, también con encuestas en la mano, de que Vox es el más penalizado tras los pactos, porque al confrontar los dos modelos de la derecha, “el PP representa a la amplia mayoría”. Y eso es lo que intentará demostrar Feijóo en los próximos días, volviendo a poner las espaldas en alto contra los ultra. Los sondeos que manejan en Génova esta semana no muestran que los populares retrocedan, aunque sí ha habido una movilización mayor en la izquierda.

El debate de investidura en la Región de Murcia, como publicó este diario, será otra de las bazas en la campaña. El PP entiende que Fernando López Miras, con un 43% de los votos y a solo dos diputados de la mayoría absoluta, no tiene que gobernar con Vox. Exigen una abstención “gratis” sin descartar adelanto electoral si no hay más remedio.

La segunda votación del dirigente popular llegará el próximo lunes, ya en plena campaña y horas antes del cara a cara entre Pedro Sánchez y Feijóo. En Génova reconocen que si Vox no da marcha atrás y hace presidente a López Miras “les harán buena parte de la campaña”. Una investidura fallida en Murcia, situando a Vox al lado de PSOE y Podemos, dicen, puede ser “letal”.

En la campaña sacarán a colación este ejemplo, igual que el de Cantabria donde María José Saénz de Buruaga salió investida presidenta gracias a la abstención del partido regionalista de Miguel Ángel Revilla. “¿Cómo explican haber votado en contra de una presidenta del PP?”, insisten en la cúpula.

La “extravagancia” de candidatos

A los discursos duros de Vox (que ellos mismos han ido modulando, cediendo en algunos pactos escritos con el PP, como el de Baleares o el extremeño, al incluir términos como “machista” al lado de violenci) se suman, dicen en el PP, “las extravagancias” de algunas caras visibles como los presidentes de las Cortes de Aragón o de la Asamblea de Islas Baleares. Los dos, elegidos también con los votos populares, fruto de un acuerdo global. 

Pero cuyos perfiles, reconocen en Génova, no han gustado nada. El balear Gabriel Le Senne o la aragonesa Marta Fernández acumulan mensajes públicos criticando las vacunas contra el covid, negando el cambio climático o la violencia de género. En el caso de Le Senne, con mensajes ya tan conocidos como la frase: “Por eso las mujeres son más beligerantes, porque carecen de pene” en respuesta a una exconcejal de Podemos. Fernández llegó a decir en una entrevista que Irene Montero “solo sabe arrodillarse para medrar”. Los dos son los principales representantes institucionales de sus comunidades. “No hay día sin susto con estos representantes y estos candidatos”, zanjaba un dirigente popular a este diario hace días.