RELOJES DE LUJO

Furor y colas en la calle Serrano de Madrid para hacerse con este reloj de lujo de 260 euros

Decenas de personas esperaron durante horas su turno en la tienda de Swatch de la calle Serrano para hacerse con uno

El cronógrafo diseñado por Swatch y Omega vale entre 260 y 285 euros, pero en reventa se venden por más de 400 euros

Un 'outlet' de lujo en el barrio de Salamanca resulta ser un coladero de marcas fantasma

WhatsApp Image 2023 07 03 at 16.53.41

WhatsApp Image 2023 07 03 at 16.53.41 / EPE

Gabriel Santamarina

Gabriel Santamarina

El día 3 de julio es un día normal para el común de los mortales: comienzo de semana de trabajo para unos y de vacaciones para otros. Sin embargo, en la céntrica calle Serrano de Madrid, meca del lujo en la capital, la gente se pregunta por qué varias decenas de personas hacen cola frente a una tienda. En el número 46 de la arteria, jóvenes (y no tan jóvenes) se agolpan frente a la tienda suiza de relojes Swatch.

El grupo Swatch fabrica relojes desde los años 80 y aglutina algunas de las marcas suizas más importantes del mundo: Omega, Longines, Tissot, Calvin Klein o Hamilton. Swatch, como firma, desarrolla relojes en plástico y a precios muy reducidos. Y esto es lo que ha desatado el furor. El pasado año Swatch decidió unir fuerzas con la marca de ultralujo Omega para cerrar una colaboración. El resultado es una colección de once modelos de reloj, uno por cada uno de los planetas, el Sol y la Luna.

Estos relojes son una réplica del Omega Speedmaster, renombrado como Moonwatch por ser el primer cronógrafo que viajó a la Luna, en 1969, en la muñeca de los astronautas del Apollo 11. El precio de este complemento supera los 7.500 euros, inalcanzable para muchos, hasta que Swatch ha hecho su versión, un 96,5% más barata, por solo 260 euros y hasta 285, si es una edición limitada.

Swatch X Omega: colección Bioceramic Moonswatch

Swatch X Omega: colección Bioceramic Moonswatch / EPE

Cola de más de dos horas para hacerse con uno

Este lunes, la cola en la calle Serrano era larga. ¿Por qué? Hay Luna llena. Podría ser un detalle fuera de contexto, pero es importante. Los días de Luna llena, Swatch vende su modelo con Omega inspirado en el satélite que orbita alredor de la Tierra en una edición especial, con la aguja de los segundos en oro, que desprende una "resplandeciente luz de nuestra luna en mitad de un cielo oscuro", según aseguran desde la firma. En esta ocasión, sobre el segundero imprimieron unas fresas, dibujadas "como guiño a la Luna de Fresa de Junio", según explicaron en su cuenta de Instagram.

"¿Regalan algo?", pregunta una viandante de ciudad sorprendida de ver tanta gente en los alrededores de la joyería. En la cola hay todo tipo de gente: desde jóvenes, hasta trabajadores de la zona o adultos por encima de los 50 que buscan hacerse con el ejemplar exclusivo de este reloj.

"Esta bien sacarse 150 euros por estar una hora de cola"

En este tumulto de gente llama la atención un grupo de jóvenes que, a simple vista, no superan la mayoría de edad. Según confirman a este periódico, tienen 10, 13 y 16 años. "No me gusta el reloj, lo compro para revenderlo", confirma uno de ellos. Estos jóvenes llevan desde las 7 de la mañana ,o desde las 10 esperando para hacerse con uno de estos cronógrafos, con la única intención de revenderlos a través de aplicaciones de segunda mano como Wallapop o Vinted, u otras especializadas en relojes, como Chrono24. "Ahí puede comprártelo un guiri y pagarte una pasta", confiesa otro de ellos.

Joven menor de edad con una silla de playa en la que ha esperado la cola para hacerse con uno de los exclusivos relojes

Joven menor de edad con una silla de playa en la que ha esperado la cola para hacerse con uno de los exclusivos relojes / EPE

El grupo asegura que, en los últimos meses, llevan comprados, entre todos, más de 40 relojes, cuatro hoy mismo porque están limitados a adquirir uno por persona. "Sacamos entre 100 y 150 euros por cada uno. Viene bien ese dinero por estar un par de horas en la cola", aseguran. Uno de ellos cerró la reventa de uno de estos cronógrafos in situ: un portero de un edificio de la zona le pagó 370 euros por bizum, cuando apenas una hora antes había pagado 285 euros por él. El resto de integrantes cree que es un precio excesivamente bajo y esperan desprenderse de él con mayores retornos en los próximos días.

Una compra no exenta de conflictos

Hacerse con uno de estos cronógrafos es complicado. Swatch solo los saca a la venta en sus flagships, repartidas por seis ciudades de España, el día de Luna llena y solo unos pocos cientos de unidades. Esto genera conflictos en la cola. Uno de los integrantes, que no quiere el reloj para él, sino para un amigo, coló a la madre de este, despertando el enfado de los que estaban detrás de él, que no tardaron en recriminar su actitud. Ni corta, ni perezosa, la madre respondió que, si tenían algún problema, que hablasen con el de seguridad. Siguiendo con su indicación se dirigieron al personal de la tienda, que respondió que solo lo que pasase de puertas para dentro era su problema. Finalmente, ninguno de los dos grupos compró el reloj porque, cuando llegó su turno, ya se habían vendido todos.

No solo estos optaron por colar a familiares. También llamativo fue el caso de una familia muy numerosa. Inicialmente solo el padre esperaba en la cola, pero lentamente se unieron a él un número abultado de hijos, más de cinco. En su caso, sí se alzaron con un cronógrafo por persona, supuestamente también con la intención de revenderlos. Sin embargo, comprar más de cinco relojes no sació su sed de negocio, ya que después ofrecían a la gente que seguía esperando hasta diez euros por comprarles uno más.