LIBROS

La terapeuta experta en psicópatas narcisistas: "Muchas malas personas cumplirían con ese perfil"

Elizabeth Clapés, conocida en Instagram como @esmipsicologa, publica con Ediciones Montena 'Tú no eres el problema: Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas'

'Tú no eres el problema. Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas' (Ediciones Montena) es el último libro de Elizabeth Clapés.

'Tú no eres el problema. Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas' (Ediciones Montena) es el último libro de Elizabeth Clapés. / MONTENA

Ana Ayuso

Ana Ayuso

La mantis orquídea es un precioso insecto de color rosa y blanco cuyas patas se asemejan a pétalos. Si permanecen quietas, son muy similares a la flor que les da nombre. Esta bella apariencia en realidad es un disfraz elaborado a conciencia para atraer a sus presas, que serán incapaces de distinguirlas de una flor real.

Con esta metáfora expresa la terapeuta Elizabeth Clapés en su nuevo libro con Ediciones Montena, Tú no eres el problema: Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas, cómo actúan las personas que tienen esta personalidad patológica.

Conocida como @esmipsicologa en redes sociales, ha publicado tres libros con esta editorial de Penguin, Querida yo: tenemos que hablar (2022), Hasta que te caigas bien (2023) y Perderte para encontrarme (2023), con los que se ha convertido, según indican desde el sello, en "una de las autoras de no ficción más importantes de Montena con más de 100.000 ejemplares vendidos". Este último, centrado en los psicópatas narcisistas, va por el mismo camino.

P. Me llama la atención que comenta en el libro que hay una profusión de psicópatas narcisistas mucho más importante de la que esperábamos. No sólo se queda relegado a criminales, sino que podemos encontrarlos en nuestra familia, en el trabajo, pueden convertirse en nuestra pareja... ¿Cuántas veces en la vida nos toparemos con uno?

R. Dicen los estudios que los psicópatas narcisistas suponen un 1% de la población. Estará sesgado por el entorno en el que cada uno se mueva, en el sector empresarial será más; en política, muchos más, y, en un instituto, seguramente muchos menos. Hay que tener en cuenta que son personas que acceden a ciertos puestos de trabajo que les otorgan ese poder que ellos ansían tener. Algunos no se encontrarán con ninguno en su vida, otros con tres. Depende mucho del ámbito en el que te muevas.

P. ¿Cómo podemos detectar quién es un psicópata narcisista y con qué fin nos intenta manipular?

R. Lo principal a lo que tenemos que prestar atención es a nuestro cuerpo, a cómo responde y a cómo se siente al estar con una persona de este tipo. No porque nos sintamos mal al estar con alguien tiene que ser un psicópata, pero es verdad que nuestro cuerpo nos da muchas pistas. Quizás le tenemos tanto cariño a una persona que nos negamos a ver la realidad y, por mucho que nosotros lo esquivemos, el cuerpo siente. 

Lo principal es prestar atención a cómo reaccionamos antes alguien y, después, buscar cuál es la intención real detrás de sus conductas. Las personas de este perfil tienen detrás la intención de obtener un beneficio propio. Quizás tratan en la oficina muy bien a alguien y decimos: "Qué gran compañero". No, hay que preguntarse qué quiere conseguir con ello. A veces, sólo quieren ejercer control sobre los demás para percibirse a sí mismos como personas que merecen un reconocimiento y un puesto de privilegio. Eso se suele ver en las relaciones de pareja y, en el trabajo, de los jefes hacia los empleados. 

P. Cuando nos encontramos en un momento bajo en nuestra vida, ¿pueden los narcisistas aprovechar que estamos más vulnerables para entrar en ella y causar más dolor?

R. Es muy probable que, si estamos en un momento vulnerable de nuestra vida y prestamos atención a ese dolor que tenemos, no nos fijemos en el resto de cosas. Si alguien se acerca, aparentemente con la intención de ayudar y de ser el salvador, es evidente que no nos daremos cuenta. En un momento vulnerable lo que necesito es cariño, ayuda, sustento y no nos vamos a parar a sacarle las pegas a alguien, y más cuando tu normalidad se basa en pensar que el resto de gente es buena como tú. 

P. ¿Por qué un psicópata narcisista maltrata a quienes tiene alrededor? ¿Lo hace sólo, como señalaba en el libro, por sentir una descarga brusca de adrenalina o resulta que no saben actuar de otra manera?

R. Saber hacer otra cosa, sí que saben, porque son personas funcionales con vidas normales y pueden hacer lo mismo que hacemos los demás. Pero eligen no hacerlo. No es tanto que disfruten maltratando, sino que disfrutan de sentir el control. Por ejemplo: en una relación de pareja, si yo te agredo, verbal o físicamente, y te hago sentir miedo para que tú no salgas, no quedes con tus amigas o no hagas nada fuera de esta casa, lo que consigo es que acabes haciendo lo que yo quiero. En la medida en la que te poseo, que tu vida gira en torno a mí, que tengo poder sobre ti, a mí me hace sentir bien. Incluso si te quito la vida, te hago mía porque nadie más te toca. No es tanto que les guste maltratar a alguien, sino lo que deriva de ese maltrato. Son como parásitos. 

Elizabeth Clapés, conocida en Instagram como @esmipsicologa y autora de 'Tú no eres el problema: Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas'.

Elizabeth Clapés, conocida en Instagram como @esmipsicologa y autora de 'Tú no eres el problema: Entiéndete y sana tras el vínculo con personas narcisistas'. / MONTENA

P. Decía en el libro que toleran mal la frustración y que se les puede desenmascarar enrabietándolos. ¿La ira y la rabia son el talón de Aquiles de los psicópatas narcisistas?

R. Pueden ser su talón de Aquiles en tanto en cuanto les delata, porque como no gestionan bien la ira, la frustración o la impotencia, porque el hecho de que no se cumplan sus deseos no lo llevan bien porque creen que no lo merecen, para ellos es un insulto. Son personas con una autoestima no baja, sino frágil, fácil de herir, porque se perciben a sí mismos como tan merecedores de todo que se enfadan cuando no se cumplen sus deseos.

Tienen muchos talones de Aquiles, pero la ira y la rabia lo son, en el sentido de que no los gestionan bien y se convierten en la despuntada a través de la cual se ven delatados. Es un golpe hacia su ego. Puede enfermar su madre, puede morir alguien de su entorno, pero no van a sentir lo mismo que si les dañan a ellos mismos como personas. Llevan peor una ruina económica o que les destituyan de su puesto de jefe que algo como una ruptura de pareja. Todo lo que es autorreferencial les genera mucha rabia y se acaban delatando.

P. Dice que desde niños estas personas ya empiezan a mostrar ciertas actitudes que avisan de su personalidad. ¿Los psicópatas narcisistas nacen o se hacen? ¿Es algo innato?

R. Los estudios muestran que es un poco de cada. Hay un factor genético combinado con uno contextual y no se pueden separar. Algunas personas que han crecido en un contexto bueno que no tendrían por qué propiciar estas expresiones de la personalidad siguen teniéndolos y a veces los padres se culpan. Pero no han hecho nada, es una carga genética potente.

P. ¿Cómo se puede reconducir a un niño que dé muestras de convertirse en uno?

R. Se debe actuar, cuanto antes, mejor, porque habrá más margen de maniobra. En cuanto se empiezan a percibir rasgos de niños que tienen una conducta abusiva con otros niños, con sus padres o familiares, que no aceptan los castigos, que son inmunes a las riñas, al dolor de sus padres, a los conflictos... hay que trabajar su mundo emocional para que aprenda a conectar con las emociones y con las consecuencias de sus actos, siempre bajando las expectativas, porque no será el más empático del mundo. Es un proceso terapéutico en el que los padres también van a tener que cambiar patrones. 

P. ¿Y si ya es adulto? ¿Ya sólo se puede recurrir a que, si no quiere acudir a terapia por sí mismo, le obliguen de manera judicial o médica?

R. Ya es distinto, porque no van a acudir a terapia obligados por sus padres ni van a aceptar normas impuestas por ellos. Como son personas que no perciben tener ningún problema, no van a hacer nada por cambiarlo, porque les da un beneficio. Sólo acuden a terapia bajo orden judicial, obligación de un familiar o de una pareja. Acuden a regañadientes y en muchas ocasiones lo que ocurre es que manipulan al terapeuta. Los psicólogos también somos personas y, si sólo contamos con la versión del paciente, es muy complicado conocer la realidad que hay detrás de sus palabras. Depositar toda la esperanza de esta persona en un proceso terapéutico es poco realista, porque difícilmente van a cambiar. 

P. Indica en el libro que hay mujeres narcisistas, pero que son una minoría en comparación con los hombres. ¿Tiene algo que ver con el dicho “el ego de un hombre feo yo también lo deseo”, que se les permita socialmente tanto a los hombres crecerse de cara a generar ese narcisismo?

R. Al hombre se le permite más una expresión de dominancia, de poder, de ego. Y a la mujer se le inhibe. De hecho, está mejor vista cuando es sumisa. Los estudios dicen que hay más hombres narcisistas que mujeres, pero yo creo que lo que hemos atribuido al narcisismo y a la psicopatía va más de la mano del hombre, por lo que habría que adaptar este término a los rasgos asociados a las mujeres. Por los factores contextuales, no se nos permite manipular con violencia, sino con victimismo o chantaje emocional. Si adaptamos el término a cada género vamos a encontrar que hay los mismos psicópatas en ambos. 

P. En relación con la primera pregunta que le hacía -la de la profusión de psicópatas narcisistas-, ¿estamos llamando de manera incorrecta a los psicópatas narcisistas en nuestro lenguaje coloquial, diciendo que son tóxicos o malas personas en sus relaciones (de todo tipo)? ¿Son todos ellos psicópatas narcisistas? ¿Se puede ser tóxico y mala persona sin ser un psicópata narcisista?

R. Se puede ser mala persona sin ser un psicópata, pero defíneme qué es ser mala persona...

P. Alguien que no actúa según los valores socialmente aceptados dentro de una normalidad, una persona que se diferencia de quien hace las cosas con bondad porque le sale de manera genuina.

R. Que las cosas salgan de forma natural sin que haya una motivación externa que justifique que quieras actuar así, sino que sea tu modus operandi. Al final, se puede ser mala persona sin ser un psicópata. Hay cabrones, interesados, gente sin escrúpulos a la hora de traicionar a un amigo, pero es difícil definir a una persona mala en su totalidad sin caer en la concepción de un psicópata narcisista. Pero hay malas personas que no tienen esa intención de manipular, poseer, dominar, sin tener una intención detrás tan camaleónica, parasitaria y de absorber hasta la última gota de vitalidad a un ser humano. No obstante, muchas malas personas cumplirían con un perfil psicopático de la personalidad.