MADRID

La librería referente del activismo social de Madrid busca ayuda para seguir en Lavapiés y salvarse de la gentrificación

Traficantes de Sueños inicia una campaña de recogida de donaciones para tratar de comprar el edificio en el que está, en la calle Duque de Alba

"No es solo asegurar la permanencia de la librería y de las asociaciones, sino que siga siendo la casa de muchas", aseguran en el colectivo

Vista de la emblemática librería Traficantes de sueños, en la calla Duque de Alba de Madrid.

Vista de la emblemática librería Traficantes de sueños, en la calla Duque de Alba de Madrid. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Traficantes de Sueños pide ayuda. La librería más activista socialmente de Madrid, situada en Duque de Alba (Lavapiés), a escasos metros de la Plaza Tirso de Molina, y que ha sido emblema y lugar de resistencia, y a la vez ha testigo del germen de movimientos sociales y municipalistas, está en peligro casi 30 años después de fundarse. El motivo es que la propietaria del inmueble quiere sacar a la venta el edificio ya que debe afrontar unas reformas de alrededor de 300.000 euros. Si lo hace, se desconoce qué uso le dará el nuevo propietario y si seguirá manteniendo el alquiler al colectivo.

Por eso desde Traficantes de Sueños y las dos redes principales que tienen su espacio de reunión y trabajo aquí, Senda de Cuidados y la Red Interlavapiés, han lanzado una campaña para comprar el edificio -su valor estimado es de 1,2 millones de euros- y por eso piden donaciones a todos aquellos que quieran preservar este espacio social único de Madrid, vértice de los flujos y movimientos sociales de los últimos años, desde los movimientos autónomos juveniles de los 90 a los antiglobalización o contra la Guerra de Irak a, más recientemente, el ciclo del 15-M [de aquí partió el espacio municipalista que conformó Ahora Madrid]. 

Resistencia y propuesta

“Traficantes de Sueños es un espacio de resistencia, pero también de propuesta”, explica Blas Traven, miembro del colectivo, en el bello patio interior del edificio, donde, bromea, “está la oficina de verano”. “De alguna manera intentamos liberar un espacio; no es solo asegurar la permanencia de la librería y de las asociaciones, sino que siga siendo la casa de muchas, por las actividades que se realizan, como las presentaciones de libros, o las organizaciones de los colectivos. Nos consideramos infraestructura de los movimientos sociales, que debe servir de altavoz de todo lo que ocurre en la ciudad”, señala.

Detalle de libros de Traficantes de Sueños, en Lavapiés.

Detalle de libros de Traficantes de Sueños, en Lavapiés. / ALBA VIGARAY

Traficantes, ‘Trafis’ para muchos, ha sido durante años muchas cosas a la vez pero, ante todo, una librería especial y especializada, donde el pensamiento crítico ejerce de eje transversal del espacio, y con “un acervo bibliográfico que va más allá de las novedades”, y donde uno puede encontrar no solo propuesta de secciones en muchas especialidades “sino un discurso, una manera de acercarte a una estantería. Es que los anaqueles te dicen muchas cosas”, cuenta Traven.  

El movimiento se ha puesto en contacto ya con Coop57, una cooperativa de servicios financieros éticos y solidarios, y que tiene un apartado precisamente reservado a liberación de suelos en zonas tensionadas y que financiaría parte del montante final. “Es que es una inversión muy fuerte”, razona Traven sobre una campaña que tiene fecha de caducidad, finales de octubre, que es cuando se debería realizar la compra del inmueble, situado en uno de los barrios de Madrid donde más gentrificación hay, liderando la media de pisos turísticos de todo el centro de la ciudad  

Exterior de la librería Traficantes de sueños, que ha lanzado una campaña para financiar la compra del local donde se asienta.

Exterior de la librería Traficantes de sueños, que ha lanzado una campaña para financiar la compra del local donde se asienta. / ALBA VIGARAY

Ya se han realizado varias reuniones para informar a los círculos cercanos de Traficantes, que tiene otra librería junto a Ecologistas en Acción en la calle Peñuelas, llamada Ateneo la Maliciosa, sobre la campaña. “Apelamos a esa comunidad tan grande para este apoyo y estamos en una primera fase de recibir donaciones, a fondo perdido. Es una manera de apoyar y nosotros más que agradecidos. La recepción ha sido apabullantemente bonita”, relata el miembro de Traficantes, conformado por alrededor de 20 personas -cinco son trabajadores de la librería-. 

Según explica Traven, la proyección de Traficantes, que también funciona como editorial y distribuidora, no es “solo a nivel local, sino metropolitano, estatal e internacional”. Sin este espacio, añade, “se perdería un espacio físico que es muy necesario para juntarse y encontrarse”. 

Detalle de la planta de arriba de la librería Traficantes de sueños, en Lavapiés.

Detalle de la planta de arriba de la librería Traficantes de sueños, en Lavapiés. / ALBA VIGARAY