DELITOS

Alerta, billetes falsos en Instagram: delincuentes venden paquetes de dinero ilegal desde 70 euros

Los principales fabricantes se encuentran en el sur de Italia y están controlados por la Camorra

España, junto a Francia y Alemania, son los países donde más moneda falsificada se compra

Los falsificadores de billetes se anuncian en reels de Instagram

Los falsificadores de billetes se anuncian en reels de Instagram / Cedida

David López Frías

David López Frías

Un hombre enmascarado mira a cámara. Saca de su bolsillo un enorme fajo de billetes de 20 y 50 euros y dice: "Si no tienes dinero, estás pasando hambre o te encuentras en un mal momento económico, quédate; no deslices este anuncio". Con este gancho se ha colado en las redes sociales una tipología de delincuente que está en boga.

Se trata de falsificadores de papel moneda, que promocionan sus productos ilegales en las redes sociales sin ningún tipo de tapujos. Todos los billetes que muestra a cámara son falsos. Hay euros, dólares y hasta pesos mexicanos. Réplicas exactas para el ojo humano que se venden en paquetes y que llegan al comprador mediante empresas de mensajería que no saben que transportan un producto ilegal.

La principal plataforma en la que se anuncian los creadores de este material fraudulento es Instagram, aunque también se cuelan en otras como Tiktok o Facebook. La posibilidad de colar sus anuncios entre reels de gatitos y caídas graciosas, sin que haya un filtro efectivo que los suprima, ha permitido que se incremente el número de falsificadores que se publicitan en redes. Hasta ahora se habían colado falsificaciones de otro tipo, como réplicas de camisetas de fútbol originales, relojes o zapatos de los principales diseñadores. Lo del dinero falso es más reciente.

Los falsificadores ofrecen divisa de todas partes del mundo

Los falsificadores ofrecen divisa de todas partes del mundo / EPE

A Telegram

Instagram es solamente el lugar en el que se lleva a cabo la primera toma de contacto entre comprador y vendedor. El resto del trato se hace por fuera. Concretamente en Telegram. Esa aplicación de mensajería tiene como una de sus principales características la opacidad en cuanto a intervenciones policiales se refiere. Telegram, por su propia política de privacidad, no entrega información sobre sus usuarios a las autoridades, por lo que se ha convertido en el principal lugar de encuentro entre personas que buscan cerrar un trato fuera de la ley.

Los falsificadores no revelan su lugar de procedencia. Hay anuncios en español, en inglés, en francés, en italiano o en portugués. Y casi todos cuentan con las mismas tarifas de venta. Datos que el potencial comprador (en este caso nosotros) obtiene tras varias tomas de contacto con intermediarios. Después de ir rebotando por varios canales de Telegram, el interesado llega finalmente al usuario que gestiona las ventas.

"Por 70 euros te mando billetes falsificados por valor de 750 euros", nos asegura el vendedor. Ese es el más básico de los paquetes que oferta, en el que hay principalmente unidades de 20 y 50 euros. Tiene una explicación: "Más altos cantaría mucho y no te conviene. No es normal que la gente pague una compra en metálico con billetes de 200. En algunos lugares ni siquiera los aceptan. De los de 500 ya no hablamos", se explica el usuario, un tipo que se hace llamar El Profesor y que es presuntamente el fabricante.

Imágenes de maletines llenos de billetes falsos, como gancho

Imágenes de maletines llenos de billetes falsos, como gancho / EPE

Billetes pequeños

El Profesor es un tipo joven. A pesar de que lleva una máscara para no ser identificado, su voz en los anuncios, su mirada y sus expresiones en Telegram le delatan. Su acento es español. Presume de calidad, de tener "el mejor material de Europa". Envía vídeos con fajos interminables de billetes y adjunta pantallazos de otros usuarios que supuestamente le habrían comprado billetes falsos anteriormente y que están repitiendo comanda, dado el éxito de las anteriores compras.

"Por sólo 20 euros más, te llevas un paquete de 1.100 euros", advierte El Profesor. Y esa progresión sigue hasta llegar al más grande de los paquetes: "El paquete con 2.000 euros en billetes falsos cuesta 130 euros. El de 3.000 euros vale 170. Y por un poco más, por 200 euros, te envío 4.500 euros en billetes falsos".

Un delito que está en auge y que afecta a varios países de la Unión Europea. La Policía Nacional, en colaboración con Europol, Carabinieri de Italia y las fuerzas de seguridad de Francia y Alemania, desarticularon en mayo una organización transnacional que falsificaba billetes y los colocaba por todo el continente mediante este tipo de anuncios en redes sociales. Un golpe que acabó con doce detenidos en España, uno en Alemania y tres en Francia. En nuestro país, el principal acusado es un hombre de El Puerto de Santa María (Cádiz), que era el encargado de recepcionarlos y ponerlos en circulación.

La Camorra

Durante la investigación se pudo comprobar cómo esta red estaba enviando desde Nápoles paquetes con billetes falsos de diferentes valores (principalmente 20 y 50 euros, tal como nos adelantó El Profesor) a diferentes enclaves del país transalpino, así como a otros puntos de Europa. Se detectaron un total de 270 envíos en los últimos tres meses, la mayoría con destino a Italia, pero también a Francia (43), España (12) y Alemania (2). Esos son, según han confirmado fuentes policiales a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, los países donde más billetes falsos se estima que se compran.

Las falsificaciones intervenidas durante esta investigación internacional eran fabricadas en Italia, bajo el control de la Camorra napolitana. Una vez producidos, los billetes eran puestos a la venta a través de las redes sociales. Uno de los principales métodos de pago eran las monedas virtuales, cuyo rastro es más complicado seguir para las autoridades.

Una vez el receptor tenía en su poder las flasificaciones, las introducía en el circuito legal de dos formas distintas: la primera era la reventa. Volvía a vender esos billetes a otros usuarios por un precio más alto, con lo que conseguía un beneficio. La segunda era utilizarlos para realizar compras de productos de pequeño valor; una técnica conocida como 'goteo' en la que, además del producto adquirido, se hacía con el cambio que el comercio estafado le entregaba en moneda legal.

Tarjetas clonadas

No es el único servicio fraudulento que ofertan estas cuentas. El otro producto estrella es la tarjeta de crédito clonada con la que se puede pagar en comercios o sacar dinero. El Profesor también nos las ofrece, sin ahondar en la procedencia de las mismas ni en las posibles consecuencias legales por utilizar tarjetas falsificadas.

"Por 150 euros te puedo enviar una tarjeta que tiene un crédito de 1.000 euros", comienza. A partir de ahí, a gusto del consumidor: 300 euros por una tarjeta clonada con 2.000 euros, por 500 una de 4.000 y por 1.000 te envío una que tiene 8.000 euros para gastar", sentencia.

La oferta de material fraudulento no se termina ahí. Los mismos falsificadores ofrecen otros servicios que trascienden el dinero. Por módicos precios pueden enviarte un permiso de conducir falso de cualquier país de la Unión Europea y hasta carnets de identidad falsos. La oferta, una vez que el algoritmo de la red social está convenientemente entrenado para ello, es enorme. Pero cada uno de los falsificadores asegura tener "la mejor calidad posible".

Del Monopoly

Porque los mismos delincuentes, que no alertan de los peligros legales de utilizar este material falso, sí que advierten de que hay muchas cuentas que venden material de baja calidad: "La mayoría de los billetes falsos que circulan por la red no pasarían ningún control y te meterías en un lío", nos señala El Profesor, que asegura tener "las réplicas más exactas de toda Europa" e invita a comprobarlo: "Si compras un paquete de los pequeños, enseguida me vas a pedir más".

Y es que esta es una subtrama en esta película: hay falsificaciones especialmente burdas, como las intervenidas a un joven de 21 años en Madrid, en agosto del año pasado. El chico había ganado cerca de 20.000 euros vendiendo bilLetes falsos por internet. A él nunca le volvían a pedir material, porque era "algo parecido a los billetes del Monopoly", nos explican fuentes policiales, "pero ninguno de los compradores lo denunció a la policía, porque sabían que ellos también estaban cometiendo un delito. Nadie va a ir a una comisaría a denunciar que le han vendido billetes falsos distintos a los que él había pedido".

Este diario se ha puesto en contacto con Instagram para hacerle llegar los pantallazos con la información y preguntar por qué se permiten este tipo de anuncios. Porque se trata de anuncios pagados, no de reels normales de los que puede subir cualquier usuario. ¿Cuál es el filtro que usan las redes sociales para evitar este tipo? No hemos obtenido respuesta.