PELIGROS EN EL HOGAR

Las bolsas de plástico, un peligro potencialmente mortal para los niños

Muy útiles para muchas cuestiones del día a día, las bolsas de plásticos pueden resultar un peligro mortal para los más pequeños de la casa

Estas son las claves para proteger a los niños de los peligros del hogar

Bolsas de plástico

Bolsas de plástico / FREEPIK

H.G.

Las bolsas de plástico son un elemento cotidiano que usamos para transportar o almacenar objetos, pero también pueden representar un grave peligro para los niños pequeños. Y es que el plástico es un material fino y elástico no poroso, es decir, que no permite el paso de aire a través de este, lo que puede provocar la asfixia de manera mucho más rápida de lo que pensamos.

Una advertencia que el usuario de instagram Miguel Assal, instructor del SAMUR y técnico de emergencias, ha recordado recientemente a sus seguidores. "Una vez que la tienen cerca [ la bolsa], para ellos es un juguete", comienza explicando este creador de contenido divulgativo. Un 'juguete' que, no obstante, puede resultar mortal. Es muy frecuente que los niños se pongan las bolsas en la cabeza y, al no poder respirar, "les da un espasmo y se paralizan". Si, además, "no actuamos porque les hemos dejado solos, se asfixian y mueren", advierte crudamente Assal.

Los riesgos de las bolsas de plástico para los niños pequeños

Los niños pequeños tienen una gran curiosidad por explorar el mundo que les rodea, y a menudo se llevan objetos a la boca o se los ponen en la cabeza. Las bolsas de plástico pueden parecerles un juguete divertido, pero también pueden ser muy peligrosas si se las tragan o se las ponen sobre la cara.

Las bolsas de plástico pueden provocar asfixia por dos mecanismos: por obstrucción de las vías respiratorias o por sofocación. La obstrucción de las vías respiratorias ocurre cuando el niño se introduce una parte de la bolsa en la boca y la aspira hacia la garganta, impidiendo el paso del aire. La sofocación ocurre cuando el niño se pone la bolsa sobre la cabeza y la ajusta al cuello, creando un vacío que impide la entrada y salida del aire.

La asfixia por bolsas de plástico puede causar la muerte en cuestión de minutos, y a veces no hay signos externos que alerten del peligro. Por eso es fundamental prevenir esta situación y actuar rápidamente si se produce.

Cómo evitar los riesgos de las bolsas de plástico en niños

La mejor forma de evitar la asfixia por bolsas de plástico es mantenerlas fuera del alcance de los niños pequeños. Para ello, se recomienda seguir estas pautas:

  • No dejar bolsas de plástico sueltas por la casa, ni en el suelo, ni en los muebles, ni en los cajones.
  • Guardar las bolsas de plástico en un lugar seguro, alto y cerrado con llave, o mejor aún, eliminarlas o reciclarlas.
  • No usar bolsas de plástico para guardar juguetes, ropa o alimentos que puedan llamar la atención de los niños.
  • No permitir que los niños jueguen con bolsas de plástico, ni siquiera bajo supervisión.
  • Educar a los niños sobre el peligro de las bolsas de plástico y enseñarles a no acercarse a ellas ni a ponerse nada en la boca o en la cabeza.
  • Vigilar a los niños cuando estén cerca de lugares donde haya bolsas de plástico, como supermercados, tiendas o basureros.

Qué hacer en caso de asfixia por bolsas de plástico

Si se sospecha que un niño se ha tragado o se ha puesto una bolsa de plástico en la cabeza, hay que actuar con rapidez y seguir estos pasos:

  1. Retirar la bolsa de plástico lo antes posible, tirando suavemente si está dentro de la boca o cortando con unas tijeras si está alrededor del cuello.
  2. Comprobar si el niño respira y tiene pulso. Si no respira, iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) siguiendo las instrucciones del servicio de emergencias.
  3. Llamar al 112 o al número local de emergencias y pedir ayuda médica urgente.
  4. Mantener al niño en observación hasta que llegue el personal sanitario.

Las bolsas de plástico son un producto útil pero también muy peligroso para los niños pequeños. Por eso es importante tomar medidas para prevenir la asfixia accidental y saber cómo actuar en caso de emergencia. Así podremos proteger la vida y la salud de nuestros hijos.