NUTRICIÓN

¿Por qué no deberías tomar suplementos alimenticios sin supervisión médica?

Son productos que suelen contener azúcares añadidos y sustancias que no aparecen en el etiquetado, sobre los que no existe evidencia científica sólida que demuestren su eficacia.

¿Por qué no deberías tomar suplementos alimenticios sin supervisión médica?

¿Por qué no deberías tomar suplementos alimenticios sin supervisión médica? / Freepik.

Para ponerse en forma, para mejorar el sistema inmune, para aumentar la energía, para perder peso, para mejorar la piel o el cabello… Estos son algunos de los reclamos que aparecen en muchos suplementos alimenticios que podemos encontrar en las estanterías de los supermercados o en las redes sociales y que tienen una gran aceptación entre la población. Tal es así que según los datos que aporta el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN), un 70% de la población española consume suplementos y productos elaborados a base de plantas. Pero ¿realmente estos suplementos cumplen lo que prometen? Y lo más importante ¿son seguros para la salud?

Pues los especialistas en nutrición y dietética advierten de los peligros que puede conllevar el consumo de este tipo de suplementos nutricionales y complementos alimenticios sin la supervisión de un profesional sanitario.

Aumento del consumo de suplementos alimenticios

¿De qué productos estamos hablando? Pues son muchos y variados: fibra, vitaminas, ácidos grasos esenciales, probióticos, prebióticos, minerales, extractos de plantas, etc. Entre 2018 y 2019 el mercado de suplementos nutricionales se estimó en 12 mil millones de euros, con una proyección de crecimiento entre 18 y 45 mil millones de euros en 2026. 

Y, efectivamente su consumo no ha dejado de crecer, de hecho, su demanda ha aumentado significativamente, especialmente entre los millennials, mujeres y personas mayores y los profesionales advierten de que “cada vez son más los jóvenes que recurren a estos productos, y lo hacen de una forma compulsiva y descontrolada, sin disponer de toda la información para una elección responsable.”

Un 70% de los españoles consumen suplementos y productos elaborados a base de plantas.

Un 70% de los españoles consumen suplementos y productos elaborados a base de plantas. / Freepik.

El peligro de consumir suplementos sin control médico

Aunque su éxito radica en que prometen grandes beneficios para la salud, la realidad es que hay que tener cuidado con este tipo de suplementos, ya que tal y como afirma el dietista-nutricionista y presidente del CGCODN, Manuel Moñino, “no dejan de ser productos que pueden ser fuente de azúcares añadidos, que podrían contener sustancias que no aparecen en el etiquetado, especialmente en los destinados a deportistas y pérdida de peso, y porque en la mayoría de los casos no existe evidencia científica sólida que demuestren su eficacia”.

En este sentido, desde el CGCODN advierten de que un consumo inadecuado de suplementos nutricionales, bien porque no sea necesario, bien porque se abuse de ellos, pueden derivar en problemas graves como: 

- Desarrollo de trastornos de conducta alimentaria.

- Trastornos funcionales digestivos.

- Alteración de la microbiota intestinal, con lo que esto supone para la salud general del cuerpo.

- Aumento de intolerancias alimentarias. 

- Pérdidas de peso rápidas y efecto yo-yo.

- Algunos suplementos, como los cócteles de antioxidantes, se han asociados con un mayor riesgo de mortalidad.

Una persona sana no necesita tomar suplementos nutricionales.

Una persona sana no necesita tomar suplementos nutricionales. / Freepik.

Una persona sana no necesita suplementos nutricionales

El presidente del CGCODN lo deja claro: “Una persona sana, sin problemas de salud ni situaciones clínicas que le provoquen un déficit nutricional justificado, tiene cubiertas todas sus necesidades nutricionales a través de la alimentación, sin necesidad de recurrir a suplementos”. Es más, hacerlo si necesidad ni prescripción médica puede ser contraproducente ya que como explica la dietista-nutricionista Alma Palau, gerente del CGCODN, “se corre siempre el riesgo de ingerir nutrientes en exceso, tales como azúcares, grasas y proteínas, y por lo tanto de energía, además del peligro asociado a sustancias no declaradas en el etiquetado, como hormonas o sustancias dopantes, cuando se adquieren por canales como internet o fuentes poco fiables”. 

Entonces ¿en qué casos si se recomienda la toma de este tipo de suplementos? La respuesta de los dietistas-nutricionistas es que “el uso de suplementos está indicado cuando no existe una ingesta insuficiente de algún nutriente en la dieta, y este hecho está diagnosticado por un profesional sanitario y se toma bajo su supervisión, o existe un problema de absorción intestinal o se incrementan los requerimientos”. Hablamos de problemas de deglución, en el caso de enfermedades graves como cáncer u otros problemas de salud que provoquen un riesgo de desnutrición. 

El consumo de suplementos nutricionales debe realizarse bajo supervisión médica.

El consumo de suplementos nutricionales debe realizarse bajo supervisión médica. / Nuraghies. Freepik.

¿Sirven estos suplementos para la pérdida de peso?

Aunque los beneficios que venden muchos suplementos nutricionales son variados, probablemente los más demandados son aquellos que prometen ayudar a perder peso, aunque su eficacia es puesta en entredicho por los especialistas. “Los batidos o las barritas pueden ser una solución para sustituir total o parcialmente la dieta, pero solo deben tomarse bajo prescripción de un profesional sanitario y en situaciones de salud que lo justifiquen, por ejemplo, casos de obesidad con alto riesgo cardiovascular o metabólico. De lo contrario puede ser un riesgo para la salud y un gasto innecesario”, afirma Manuel Moñino.

Y recalca: “Siempre deben tomarse bajo la supervisión de un profesional sanitario, idealmente el dietista-nutricionista, que además de evaluar su impacto en la salud, procure la autonomía a la persona en alimentación saludable para que aprenda a comer mejor y a relacionarse con normalidad con los alimentos, ya que en caso contrario, si alcanza el objetivo pero vuelve a comer como antes, sin haber cambiado hábitos alimentarios y de estilo de vida, el fracaso está asegurado, no solo por la recuperación del peso, sino por su impacto negativo en la salud y el coste económico de la suplementación”.

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