SIBO

Todos los males en el sistema digestivo: interpretar correctamente la prueba de bacterias intestinales evita el sobrediagnóstico y mejora el tratamiento

"Los síntomas del SIBO los comparten un elevado número de enfermedades digestivas", por lo que, si no se aborda la enfermedad correctamente, éstos pueden volver a aparecer, asegura la Sociedad Española de Patología Digestiva

Integrantes de la Unidad de Digestivo del Hospital Punta de Europa, en Algeciras, realizan una prueba.

Integrantes de la Unidad de Digestivo del Hospital Punta de Europa, en Algeciras, realizan una prueba. / JUNTA DE ANDALUCÍA

La popularización del SIBO, el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, ha llevado al sector sanitario y a los pacientes a una situación de sobrediagnóstico, así como a diagnósticos incorrectos e infructuosos a los tratamientos ofrecidos, basados principalmente en antibióticos. Resulta necesario precisar los criterios diagnósticos, debido a que los resultados deben ser "evaluados por personal formado y experto en la interpretación de los tests funcionales digestivos". Si no, "se hace un uso generalizado de estas pruebas" que, "sin estrategias de diagnóstico previas llevarán a un tratamiento ineficaz", indica el doctor Cecilio Santander, experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid).  

La SEPD celebra entre el 13 y el 15 de junio su 83º Congreso, en Valencia, donde tendrá lugar un debate sobre la Relevancia clínica del sobrecrecimiento bacteriano intestinal. Esta institución recuerda que, teniendo en cuenta que hasta un 20% de personas sanas puede resultar positivas en los tests indirectos de SIBO, "hay que elegir cuidadosamente la prueba diagnóstica para emplearla en pacientes bien seleccionados", es decir, aquellos que presenten factores de riesgo, como quienes se hayan sometido a cirugías intestinales o quienes padecen alguna enfermedad autoinmune o que altera la motilidad intestinal. "Son patologías raras", dice Carolina Malagelada.

Esta doctora, secretaria general de la SEPD, couautora del documento de posicionamiento sobre el SIBO de esta institución y médica adjunta de Patología Digestiva del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, explica para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que los profesionales de Digestivo acuden a las consultas con una concepción "incorrecta" de qué es el SIBO desde que "se ha generalizado y se ha puesto de moda".

"Comprendo a los pacientes que tienen síntomas, pero este error requiere de una explicación para convencerles de que el SIBO no es eso de lo que han leído que nos cuesta tiempo y esfuerzo que entiendan. Finalmente, hay personas que se van de la consulta insatisfechas", expone.

Pruebas de SIBO

La prueba más efectiva para confirmar si un paciente tiene o no SIBO es el cultivo del aspirado yeyunal -el yeyuno es la parte media del intestino delgado-, que exige "una preparación muy meticulosa o estricta para que los resultados sean precisos". Este examen de referencia es "el mejor para diagnosticar el SIBO", dice Carolina Malagelada, pero resulta "invasivo y costoso", al requerir la colocación de "una sonda que llegue al intestino delgado" para obtener secreciones y analizarlas.

Se realiza en muy pocos centros a nivel nacional, por lo que de forma alternativa se emplean otros métodos indirectos, como el test de aire espirado (TAE), que "presentan una especificidad más baja, en torno al 83%", señala el doctor Cecilio Santander, y que tiene "el inconveniente de dar falsos positivos", añade la doctora del Vall d'Hebron. Desde la SEPD, recomiendan que se emplee como sustrato del TAE la glucosa por encima de la lactulosa, dada su mayor especificidad y sensibilidad. 

La evidencia clínica disponible actualmente sugiere, como ya explicaba el coordinador de Hospitalización del servicio de Digestivo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Miguel Rodríguez Gandía, para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA hace cerca de un año, que la mayoría de los pacientes con síntomas inespecíficos, como distensión abdominal, meteorismo (aquellas molestias relacionadas con la presencia de gas en el intestino), flatulencia, diarrea intermitente o estreñimiento, no padecen SIBO, sino otras afecciones, como el síndrome del colon irritable.

La SEPD destaca que "los síntomas del SIBO se comparten con un elevado número de otras enfermedades digestivas", sobre todo enfermedades funcionales digestivas, como el Síndrome del Intestino Irritable (SII), la dispepsia funcional o la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). Es por ello que afirman que, "sin un correcto diagnóstico, los síntomas pueden no estar provocados por el SIBO y reaparecerán a pesar del tratamiento pautado". 

La investigación lo pone "de moda"

También este jueves, el Comité Científico del Colegio de Médicos de Madrid sobre covid-19 y patógenos emergentes ha publicado un nuevo documento de opinión sobre el microbioma humano intestinal y su papel en la salud y en la enfermedad. "Se dice que el microbioma, especialmente el intestinal, es el único órgano anatómico que no se había estudiado bien. Haber descubierto que hay microorganismos que contribuyen de forma importante al estado de salud, ha hecho que se ponga de moda, quizás con unas aplicaciones prácticas inmediatas un tanto excesivas en este momento", señala el doctor Emilio Bouza, presidente del Comité.

Por eso, más de 15 expertos de diferentes áreas han analizado la bibliografía disponible sobre la microbiota y su implicación en la salud y en la enfermedad, para proporcionar una guía resumida y estructurada. El documento pretende ser una guía de referencia, en la que se exponen los hallazgos más relevantes de los últimos años "y se separan aquellos con mayor evidencia científica de otros que todavía deben ampliarse para corroborar su posible aplicación a la clínica", se especifica.

El análisis del microbioma tiene el potencial de revolucionar muchos aspectos de la atención médica, pero se necesitan más investigaciones clínicas

Según se detalla en la publicación, "el análisis del microbioma tiene el potencial de revolucionar muchos aspectos de la atención médica, desde el diagnóstico y tratamiento hasta la prevención. Sin embargo, aún se encuentra en una etapa muy temprana y se necesitan más investigaciones clínicas y desarrollos tecnológicos para su implementación plena en la práctica clínica".

Metodología con deficiencias

"Hay muchísimas relaciones potenciales de la microbiota y la enfermedad, pero confirmadas -donde se evidencia una causalidad-, solo en la enfermedad causada por la Clostridioides difficile (una bacteria que puede causar diarrea y afecciones intestinales más serias, como la colitis). Por ejemplo, algunos colegas la utilizan para abordar el SIBO, pero no es una enfermedad que tenga en el diagnóstico de la microbiota una confirmación porque la propia metodología de estudio de la microbiota tiene también deficiencias", sostiene el doctor Bouza.

Los expertos insisten en que en la actualidad no debe recomendarse el análisis del microbioma en la práctica clínica, debido a que carecen del conocimiento necesario para trasladar los resultados de su análisis en decisiones clínicas. "Con los estudios actuales iremos clarificando en el futuro muchas cosas. Pero hoy por hoy no se puede deducir de un examen de la microbiota ninguna causalidad de enfermedades. Por eso, queremos trasladar una idea de prudencia de en la interpretación de los resultados de tests de la microbiota intestinal y su aplicación a la clínica", añade el experto.