TRASTORNOS

El TDAH no diagnosticado en la vida adulta triplica el riesgo de tener una adicción, sobre todo al cannabis

La detección y el inicio de un tratamiento lo más temprano posible son fundamentales

Tener déficit de atención predispone ocho veces más a consumir cannabis.

Tener déficit de atención predispone ocho veces más a consumir cannabis. / DAVID CASTRO

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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se suele asociar con la infancia y la adolescencia, pero los síntomas, si no se abordan, "pueden perdurar durante toda la edad adulta" y esto triplica el riesgo de tener una adicción, especialmente al cannabis, la cocaína, el juego (gambling) y el tabaco.

Como explica José Martínez-Raga, miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), se han publicado muchos estudios de investigación que muestran que las personas con TDAH presentan un retraso de hasta dos años en su desarrollo madurativo y que el tratamiento temprano con medicación posibilita que la maduración cerebral se iguale a la de una persona sin este trastorno.

"Por eso, el diagnóstico lo más temprano posible y el inicio del tratamiento es fundamental para facilitar que los síntomas se atenúen o remitan antes de llegar o al principio de la edad adulta", añade.

Con todo, ha vuelto a incidir en que la proporción de pacientes diagnosticados de TDAH en la edad adulta es "extremadamente baja". Se estima que el trastorno afecta a entre el 2,5% y el 4,5% de la población general, pero solo entre el 1% y el 2% de los adultos tienen un diagnóstico, lo que implica que más de la mitad de las personas adultas nunca lo han recibido.

"Esto es especialmente problemático si consideramos que hasta un 80% de personas con TDAH tiene otro trastorno psiquiátrico, lo que se conoce como patología dual. El diagnóstico y el tratamiento tempranos posibilitarían atenuar el riesgo de desarrollar otros trastornos o que estos sean de mucha menos gravedad", afirma Martínez-Raga.

Entre esos trastornos psiquiátricos destacan por su incidencia las adicciones, ya que, como señala el portavoz de la SEPD, determinados rasgos del TDAH como la impulsividad, la búsqueda de estimulación, la autorregulación deficiente y los problemas de atención y motivación, incrementan el riesgo de que estas personas desarrollen conductas adictivas.

Un círculo vicioso

"La falta de diagnóstico puede conducir a un inicio más precoz y a un curso más grave en el consumo de sustancias y adicciones, también de juego patológico, con tasas más elevadas de recaídas y de recaídas más graves", sostiene el portavoz de la SEPD, que explica que, a su vez, las adicciones, en un círculo vicioso, “agravan los rasgos propios del TDAH al compartir unas bases cerebrales comunes”.

Concretamente, según los datos de diferentes estudios, el TDAH triplica el riesgo de desarrollar una adicción, tanto comportamental como por uso de sustancias, y esas mismas investigaciones muestran que alrededor del 20% de los pacientes en tratamiento por un trastorno adictivo tendría también el trastorno. Tener déficit de atención predispone ocho veces más a consumir cannabis, según apunta la SEPD.

"La detección, el diagnóstico precoz y el inicio de un tratamiento lo más temprano posible y acorde a las circunstancias de cada paciente son fundamentales para mejorar el pronóstico del paciente con TDAH, reducir el riesgo de complicaciones y posibilitar la remisión de síntomas o, al menos, que la repercusión funcional de los síntomas sea menor", concluye José Martínez-Raga.