NEUROLOGÍA

HIFU, así es la increíble técnica que fulmina los temblores: "Hay pacientes que lloran al ver que pueden volver a comer solos"

En 2018, la Clínica Universidad de Navarra se convirtió en unos de los primeros hospitales españoles en aplicar la tecnología de ultrasonido focal de alta intensidad, HIFU

La técnica, también implantada en cada vez más centros públicos, ha dado excelentes resultados: a los seis meses del tratamiento, más del 80% de pacientes ya no presentan temblor

El HIFU es una técnica no invasiva para mejorar el temblor esencial

El HIFU es una técnica no invasiva para mejorar el temblor esencial / CUN

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Es un antes y un después para los pacientes, describen los médicos. Porque fulmina el incapacitante temblor esencial -en España afecta a más de 600.000 personas- y en pacientes con enfermedad de Parkinson. En poco tiempo y sin necesidad de cirugía. En 2018, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) se convirtió en unos de los primeros hospitales españoles en aplicar la tecnología de ultrasonido focal de alta intensidad, HIFU (de su nombre en inglés High-Intensity Focused Ultrasound) que ha dado excelentes resultados: reduce un 80% el temblor a los seis meses de tratamiento. "Hay pacientes que lloran de emoción al ver que pueden volver a comer o beber solos", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la directora del Departamento de Neurología de la Clínica, la doctora María Cruz Rodríguez Oroz, donde ya se ha aplicado la técnica a 400 personas.

Cada vez son más los hospitales españoles que han incorporado este procedimiento. Primero, fueron los privados. Como la CUN. Después, poco a poco, se ha ido implantando en centros públicos. En Madrid, por ejemplo, el Hospital Clínico fue uno de los pioneros de la sanidad pública en aplicarlo y ya han llevado a cabo en torno a 150 tratamientos. Incluso han ido más allá: han abordado el dolor crónico neuropático mediante la aplicación de la técnica con ultrasonidos de alta intensidad.

Trastorno del movimiento

En España, son muchos los pacientes que padecen este tipo de sacudida que no se puede controlar, señala la doctora Rodríguez Oroz. No pueden comer, escribir, abrocharse un botón... Según señala la directora del Departamento de Neurología de la Clínica, el temblor es un trastorno del movimiento que generalmente afecta a las extremidades superiores y cabeza. La suma de los temblores (incluido el debido a enfermedad de Parkinson) presenta una prevalencia en personas mayores de 65 años de unos 600 pacientes por cada 100.000 habitantes y año, lo que supone una tasa de 6,3 por mil.

Se sabe que en el núcleo ventral intermedio del tálamo existen neuronas 'marcapasos', que producen una red sincrónica de descargas neuronales desencadenante del temblor

Hasta el momento se desconoce el origen de las sacudidas, aunque se sabe que en el núcleo ventral intermedio (Vim) del tálamo existen neuronas 'marcapasos', que producen una red sincrónica de descargas neuronales desencadenante del temblor y cuya eliminación o bloqueo hace que desaparezca.

Ultrasonidos

El tratamiento se basa en ultrasonidos de alta intensidad que concentran su efecto en un núcleo del cerebro señalado en una resonancia magnética cerebral por el neurocirujano con ayuda de un experto en neuroimagen. La energía utilizada por esos ultrasonidos se transforma en calor y produce una pequeña lesión en el cerebro, disminuyendo el número de neuronas responsables del signo clínico que se trate por lo que se reducen los síntomas del paciente.

Se aplica a través de un casco que el paciente lleva en la resonancia magnética, explica la doctora

"Es la misma técnica que se emplea en la ecografía y, en este caso, se aplica a través de un casco que el paciente lleva en la resonancia magnética. Este casco emite los ultrasonidos que atraviesan el cráneo y se focalizan todos en el punto que queremos 'lesionar', en el cual queremos eliminar las células que están originando el temblor. Es de gran precisión, corto y el resultado se ve inmediatamente. En cuanto el paciente termina, ya se ve la supresión del temblor", describe la doctora.

Es el neurólogo el que define qué personas son candidatas a un tratamiento con ultrasonidos focalizados de alta intensidad. La especialista de la CUN desgrana las ventajas: en la mayoría de los casos, este procedimiento mínimamente invasivo, se hace en una sola sesión y el resultado se aprecia inmediatamente. Además, en la CUN han acumulado una experiencia notable que les permite aplicar la técnica, también, a la rigidez o la torpeza característica del párkinson.

Los orígenes

La médico se remonta a ese octubre de 2018 en el que importaron la técnica de Estados Unidos. "Nos parecía que era un tratamiento de futuro. Cuando empezamos, ya había otros tres centros en España, fuimos los cuartos. El ser relativamente pioneros implicó poder ofrecerlo a muchísimos pacientes a los que se les había dicho que no había ninguna terapia. Muchos estaban en sus casas o se les había ofertado un tratamiento invasivo con electrodos para estimulación cerebral profunda que no habían aceptado por el riesgo que implica o porque no cumplían la condiciones para poder someterse a la intervención quirúrgica", abunda.

La doctora María Cruz Rodríguez Oroz

La doctora María Cruz Rodríguez Oroz / CUN

En la Clínica, los especialistas han aplicado la técnica fundamentalmente en dos núcleos cerebrales, en el tálamo (que permite reducir el temblor) y en el subtálamo, que mejora el temblor, pero también la torpeza y la rigidez del hemicuerpo tratado en los pacientes de párkinson. Además, han realizado ya tratamientos bilaterales a pacientes con temblor esencial. El objetivo: tratar el segundo lado del cuerpo después de haber solucionado el temblor en la mano dominante del paciente.

Con esto, señala la doctora, "conseguimos aumentar todavía más su calidad de vida". De momento, las agencias reguladoras solo han aprobado el tratamiento en el segundo lado del cuerpo para casos de temblor esencial.

Volver a comer solos

El balance, en cualquier caso, es más que positivo, incide la neuróloga. "Algunos pacientes lloran al ver que, en una hora y media o dos, ha desaparecido el temblor y su vida ha cambiado porque ya pueden comer, beber solos o abotonarse la camisa. Es una mejoría muy marcada", señala sobre la técnica HIFU, cuyo coste, en un centro privado, es de alrededor de 20.000 euros. Quienes se someten a esta terapia, añade, valoran mucho que no tenga las contraindicaciones de un tratamiento quirúrgico o que no necesiten ingreso previo. Tras la sesión, el paciente recibe el alta en 24 horas.

Gracias a la experiencia adquirida, la CUN se ha convertido también en un centro de referencia internacional para la formación de neurólogos y neurocirujanos interesados en el tratamiento con HIFU. Asimismo, la doctora Rodríguez Oroz y el doctor Laín González-Quarante, especialista del Departamento de Neurocirugía, han impartido numerosas conferencias en encuentros científicos internacionales para difundir los aspectos clínicos y técnicos de este tratamiento. 

Los resultados obtenidos hasta la fecha con este procedimiento reflejan que más del 80% de los pacientes refieren una mejoría. Eso sí, como en cualquier tratamiento, pueden aparecer efectos secundarios que, en la mayoría de los casos, suelen resolverse en pocas semanas, indica la especialista.

"Una vez realizada la lesión, siempre alrededor del cerebro se va a producir un edema que tardará días en resolverse, tres o cuatro semanas. Va a ocupar zonas que llevan información sensorial, de fuerza, de coordinación... Mientras el edema está afectando esas áreas, el paciente puede presentar dificultad en la coordinación de la palabra o sensaciones de hormigueo en la mano. Son efectos transitorios, porque desaparecen cuando lo hace el edema. Aunque, con una frecuencia muy baja, en alguna ocasión pueden ser permanentes", concluye.