ESTUDIO CIENTÍFICO

Las temperaturas que registra el planeta se escapan de lo normal: el pasado verano fue el más cálido en 2.000 años

Otro estudio advierte que en 2050 habrá al menos 250 millones de personas mayores que vivirán bajo condiciones de calor extremo perjudiciales para su salud

Ola de calor, una señora se protege del sol en las Ramblas

Ola de calor, una señora se protege del sol en las Ramblas / / ELISENDA PONS

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Las temperaturas que en estos momentos registra el planeta no tienen nada de normal. Con el avance de la crisis climática, los termómetros globales están marcando cifras cada vez más elevadas y, además, están siendo testigo de innumerables récords de temperatura y olas de calor cada vez más extremas. Sin ir más lejos, según apunta un estudio publicado este mismo martes en la revista 'Nature', el pasado verano fue el más cálido no solo desde que existen registros históricos, que en su mayoría arrancaron hace poco más de un siglo, sino que destaca como el más caluroso en al menos 2.000 años. "Las temperaturas estuvieron más de dos grados por encima de los valores promedios registrados entre 1850 y 1900 en todo el hemisferio norte", destaca Jan Esper, investigador de la Universidad Johannes Gutenberg de Alemania y primer autor de este trabajo. 

La investigación ha utilizado, por un lado, los registros de temperatura del último siglo y, por el otro, la información recopilada en el tronco de árboles milenarios especialmente sensibles a las temperaturas. Esta técnica, también conocida como 'dendrocronología', consiste en estudiar la composición y el ancho de las anillas de los árboles para inferir información sobre las condiciones climáticas que se registraron hace cientos de años. Los análisis muestran que el verano más cálido de los últimos dos milenios fue el de 2023. Para encontrar otro así de caluroso hay que remontarse al 246 después de Cristo. Y para encontrar el más frío hay que viajar hasta el 536 d.C. cuando una erupción volcánica inundó la atmósfera de polvo y provocó un descenso generalizado de las temperaturas. 

El estudio ha utilizado tanto registros climáticos como el análisis de árboles centenarios para reconstruir las condiciones climáticas del pasado

Impacto en la salud

El avance del calentamiento global no solo está disparando las cifras que se registran en los termómetros de todo el mundo. Según advertía ayer el último informe de 'Lancet Countdown', la aumento de las temperaturas está incrementando el número de muertes asociadas al calor (que en el sur de Europa han subido al menos un 11% en los últimos años) así como las enfermedades derivadas de las altas temperaturas (que van desde un empeoramiento de las patologías crónicas hasta la llegada de nuevas infecciones tropicales transmitidas por mosquitos y garrapatas). Los expertos señalan que, aunque todo el mundo es vulnerable a estos efectos, los más afectados son las personas mayores, los pacientes con enfermedades crónicas y, en general, los hogares más vulnerables y en riesgo de exclusión social

En tan solo unas décadas, la proporción de personas mayores de 60 años expuestas a altas temperaturas podría pasar del 14% al 23%

Otro estudio publicado este mismo martes también en la revista 'Nature Communications', también incide en este aspecto. De seguir así, si las temperaturas globales siguen aumentando, para 2050 habrá al menos 250 millones de personas mayores de 60 años expuestas a temperaturas extremas. En estos momentos se calcula que el 14% de las personas mayores del mundo (unas 177 millones en total) ya han sufrido de forma prolongada temperaturas por encima de los 37 grados centígrados. Según apunta un análisis realizado por un equipo de científicos italianos, de seguir así para mitades de siglo al menos el 23% de los mayores vivirá bajo condiciones de calor extremo que podrían poner en grave riesgo su salud.

En todos estos trabajos, los expertos reclaman, por un lado, aumentar las medidas para frenar el avance de la crisis climática y, por el otro, adaptar diferentes sectores para hacer frente a las consecuencias de este fenómeno. Los investigadores reclaman priorizar, sobre todo, la preparación de los sistemas de salud para que puedan hacer lidiar con las enfermedades derivadas de la crisis climática y con la protección de los colectivos más vulnerables ante los extremos de temperatura. Un reciente informe de Naciones Unidas, de hecho, también ha reclamado "reforzar los servicios de salud", "crear sistemas de alerta temprana" y "fortalecer los sistemas de vigilancia" para aquellos pacientes más vulnerables al caos climático.