SALUD SEXUAL

La mitad de las personas que tienen una ITS prefieren callarse y omitírselo a sus parejas sexuales

Una revisión muestra que mucha gente prefiere no contar que tienen herpes, clamidia o gonorrea antes de un encuentro sexual

El miedo al rechazo, o el sentir que con protección no va a haber contagio, son algunos de los motivos por los que callan

Fotograma de la serie 'Lovesick', donde el protagonista contacata con todas sus ex parejas sexuales para comunicarles que tiene una ITS.

Fotograma de la serie 'Lovesick', donde el protagonista contacata con todas sus ex parejas sexuales para comunicarles que tiene una ITS. / NETFLIX

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Un veinteañero que disfruta de su soltería es diagnosticado con clamidia, una infección de transmisión sexual (ITS) tratable que no provoca ningún síntoma en más de la mitad de los hombres que la padecen. Así que siente la necesidad de contactar con todas aquellas personas con las que mantenido relaciones sexuales en el pasado. La intención es buena: quiere comunicarles que pudo haberlas contagiado (o ellas a él), aunque durante las conexiones viva todo tipo de situaciones. Ese joven es Dylan (Johnny Flynn), el protagonista de la serie Lovesick (Netflix), pero también son millones de personas que cada año contraen una ITS. La forma en la que actúen cada una de esas personas es determinante para frenarlas.

Porque no todo el mundo actúa igual. The Journal of Sex Research acaba de publicar una revisión de todas aquellas investigaciones hechas hasta la fecha en las que se trata la comunicación de las ITS. Y los resultados revelan las complejidades a la hora de confesarse a una pareja antes de iniciar una actividad sexual, lo que hizo que únicamente la mitad se sintieran capaces de revelar su diagnóstico antes del compromiso sexual.

Sobre los motivos que llevaron a todas estas personas a anunciar o no sus diagnóticos, los autores indican que aquellas que sí lo hicieron refirieron a una obligación moral, al amor por su pareja o el deseo de apoyo.

Otras, en cambio, dieron razones más circunstanciales o forzadas. Algunas personas participantes utilizaron su diagnóstico como una forma de confrontar a su pareja porque creían que eran ellas quienes les habían transmito la ITS. En estos casos, explican los autores, revelar una infección también significaba sacar a la palestra la posibilidad de que hubiera una infidelidad o exponerla conscientemente.

Para otras, la divulgación no fue necesariamente voluntaria sino forzada por la necesidad emergente de explicar el uso de profilaxis (condones o medicamentos) o la presencia de síntomas de ITS.

¿Por qué hay personas que no informan de sus ITS?

Por contra, aquellas personas que prefirieron no decir nada mencionaban su miedo a la reacción y a la respuesta de esa pareja sexual. También al temor de ser rechazadas o que directamente cortasen con ellas. Otras creían que no había obligación alguna para contarle antes del acto sexual.

También hay personas que creen que el uso de condones es protección suficiente cuando se tiene una ITS, o que, al estar tratándose y no tener síntomas visibles, no pasa nada. Un encuestado dijo que, a su modo de ver las cosas, si tenía control del herpes y podía controlarlo con sus pastillas [medicamentos supresores antivirales]… entonces no sentía que tuviera que decirlo.

Otra gente también piensa que no existe obligación de decir nada en algunas situaciones, como una relación sola noche.

Por todo ello, los autores creen que es imperativo que sigan investigando este tipo de experiencias para comprender el proceso de divulgación de las ITS de manera más integral, es decir, para que puedan seguir mejorando la educación y la atención sobre salud sexual para todos en un mundo en el que estas infecciones no dejan de crecer.