SEGURIDAD VIAL

El "traumático" adiós a las llaves del coche en las personas mayores: "Mi familia ya no confía en mí, ya no sirvo para nada"

Un informe de Fundación Mapfre concluye que el 45% de los ex conductores mayores reconoce haber dejado de conducir de manera "sugerida o forzada"

El documento analiza cómo influye el deterioro cognitivo en la seguridad vial y los expertos piden diseñar nuevos test de aptitudes

Un conductor mayor al volante

Un conductor mayor al volante / Brais Lorenzo (Faro Ourense)

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Dejar de conducir puede resultar "traumático" para muchos mayores, sobre todo cuando no existen alternativas de transporte público. Así lo han evidenciado esta mañana expertos de Fundación Mapfre durante la presentación del estudio 'El proceso de cese de la conducción en personas mayores'. Entre las principales conclusiones, que el 45% de los ex conductores mayores -En España, de media, se deja de conducir a los 75 años- reconoce haberlo dejado de manera "sugerida o forzada" por las personas de su entorno, y no de manera voluntaria.

Un "adiós a las llaves" motivado por sus condiciones médicas (41%), problemas de memoria (36%), dificultades para conducir el vehículo (32%) y un diagnóstico de demencia (23%). Según la investigación, las respuestas difieren cuando son los familiares los que responden: un 74% de ellos asegura que el mayor ha dejado la conducción de forma involuntaria, principalmente por problemas cognitivos (61%), deficiencias en la conducción y malas condiciones físicas (35%), así como debido a un diagnóstico de demencia (17%).

En los reconocimientos oficiales, el deterioro cognitivo es más difícil de diagnosticar en sus fases iniciales que otras condiciones físicas (como la pérdida de visión)

El objetivo del informe es analizar la seguridad al volante de los conductores de más de 65 años, dar a conocer las variables "socioemocionales" que influyen en la decisión y exponer las consecuencias que conlleva tomar esta decisión.

También explicar cómo influye el deterioro cognitivo en la conducción, en un país con una población cada vez más envejecida, y que puede resultar más difícil de diagnosticar en sus fases iniciales que otras condiciones físicas (como la pérdida de visión) porque los reconocimientos oficiales de conductores no están diseñados específicamente para detectarlo.

Un tema tabú

El informe, realizado conjuntamente por la Fundación Mapfre y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), hace hincapié en que "ni hay que restringir injustificadamente la movilidad, ni se puede conducir cuando exista un peligro para uno mismo o para los demás". Subraya, además, la importancia de que exista "una comunicación abierta" entre los mayores, familiares y los especialistas médicos respecto al hecho de dejar de conducir, ya que, sigue resultando "un tema tabú".

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Imagen de archivo de un atasco / EPE

El estudio aporta datos de entrevistas realizadas a un grupo de casi 50 personas que han experimentado un proceso de cese de la conducción, entre las cuales se encuentran, por un lado, mayores que han acudido a una unidad de memoria, y por otro, familiares que han vivido esta experiencia con un allegado de edad avanzada.

Falta de independencia

"Ya no soy el mismo", "mi familia ya no confía en mí", y "ya no sirvo para nada". Así se sienten muchos mayores cuando dicen adiós a las llaves. Según la encuesta, en los casos de cese “forzoso”, el 41% lo vive de forma negativa, pues siente que pierde autonomía, porque no cree que deba dejarlo (27%), porque siente que no tiene el control de la decisión (18%) y porque le produce "vergüenza y sensación de inutilidad" (14%).

Entre las consecuencias más frecuentes cuando se abandona la conducción, el menor nivel de independencia (44%) y que suelen abandonar alguna de sus actividades habituales (45%). Con el informe sobre la mesa, algunas de las propuestas que ha aportado Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, pasan por mejorar el conocimiento sobre la relación entre deterioro cognitivo inicial y seguridad vial y alcanzar un consenso sobre las baterías de tests más adecuadas para diagnosticar ese deterioro, y su posible combinación con valoraciones en simuladores o en tráfico real.

Los expertos sugieren facilitarles herramientas para el autodiagnóstico preliminar de las capacidades de conducción

Monclús ha estado acompañado por Isabel Sala, neuropsicóloga de la Unidad de Memoria, del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y Elena Vera, investigadora predoctoral en la Unidad de Memoria de dicho centro. Todos han coincidido, además, en la importancia de diseñar nuevos test de aptitudes para la conducción de los mayores; fomentar, cursos de actualización de conocimientos y habilidades de conducción en todos los conductores; y facilitarles herramientas para el autodiagnóstico preliminar de las capacidades de conducción, incluidas 'Apps'.

Menos siniestros

Otras conclusiones del informe son que los conductores mayores registran menos siniestros viales con lesionados que los jóvenes, pero son más vulnerables cuando sufren lesiones de tráfico. También se caracterizan por ser el grupo con mayor experiencia y ser menos arriesgados que otros conductores.

Los mayores de 74 años presentan la tasa más alta de fallecidos viales de entre todos los grupos de edad (datos de la Dirección General de Tráfico)

El estudio aporta datos de siniestralidad sobre este colectivo y destaca que los siniestros con mayores de 65 años al volante son entre un 24% y un 51% menos frecuentes que los que registran los más jóvenes (datos de la patronal Unespa) y que los mayores de 74 años presentan la tasa más alta de fallecidos viales de entre todos los grupos de edad (datos de la Dirección General de Tráfico).

En parte, debido a su "mayor fragilidad física" y al hecho de que, a menudo, estas personas conducen vehículos más antiguos que la media y se desplazan, con mayor frecuencia que otros conductores, por vías secundarias, menos seguras que autovías y autopistas.

Recorridos de día

En España, de media, los conductores dejan de conducir a los 75 años, según la muestra analizada. Para evitar riesgos al volante, los expertos en seguridad vial de Fundación Mapfre recomienda, entre otras cuestiones, pasar todos los reconocimientos psicofísicos necesarios para la renovación del permiso de conducir y hacer caso a las recomendaciones de los médicos; viajar acompañado siempre que sea posible, no usar el coche en hora punta, ni en condiciones meteorológicas adversas y horarios nocturnos; y ser consciente de los efectos de los medicamentos que se están tomando y sus posibles implicaciones en la conducción.

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Un permiso de conducción / EPE

También aconsejan aproximarse con cuidado a las intersecciones, acostumbrándose a mirar dos veces a ambos lados de la carretera antes de proseguir y extremar las precauciones a la hora de girar; así como utilizar el transporte público siempre que exista esta posibilidad.