Bustinduy pide retirar al Marqués de la Ensenada del callejero de Madrid: "Es responsable de un plan para exterminar a los gitanos"

El fallecido historiador José Luis Gómez Urdáñez describió al marqués de la Ensenada (1702-1781) como una pieza clave en el siglo XVIII. Fue mucho más que un ministro. Impulsó el desarrollo del Estado español mientras desplegaba una red de espionaje en media Europa. Fue el motor de numerosas reformas bajo el desempeño de los ministerios de Hacienda, Guerra, Marina e Indias.

Descrito como "mujeriego, alegre, sensato y conservador", su buena fama como uno de los mejores gobernantes de esa época se contrapone con su lado más oscuro y cruel: patrocinó un plan para exterminar a los gitanos. A su juicio, constituían una "malvada raza" que era responsable de todo tipo de hechos delictivos. Pero, gracias en parte a la población, fracasó. Tres siglos después, da nombre a una calle de Madrid situada en el distrito Centro, muy cerca de Colón. Por eso, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha pedido este martes al alcalde José Luis Martínez-Almeida, que la retire del callejero madrileño.

Lo ha hecho durante la conmemoración del Samudaripen, un memorial con el que se rinde homenaje a las más de medio millón de personas de etnia gitana que fueron perseguidas, confinadas y asesinadas durante el Holocausto de la II Guerra Mundial.

"Debemos tomar partido en las demandas del pueblo gitano", ha exclamado el ministro durante el acto, donde ha pedido construir entre todos un futuro en el que "jamás se vuelva a aceptar la discriminación ni la violencia contra la población gitana".

La Gran Redada

"Este marqués fue responsable de diseñar e implementar La Gran Redada, un plan infame para exterminar a la población gitana", ha declarado el ministro, añadiendo que "es incomprensible que una calle honre al responsable de lo que hoy se puede considerar como crímenes contra la humanidad". Y más cuando se ubica en el barrio de Justicia, junto al Tribunal Supremo, ha indicado.

La Gran Redada, explica el Ministerio de Derechos Sociales, es el plan que puso en marcha este marqués, que fue ejecutado en 1749 y llevó a la persecución y al encarcelamiento de más de 9000 personas, provocando la muerte de muchas personas gitanas debido a las terribles condiciones de las prisiones y a los trabajos que se veían obligados a hacer de manera forzosa.

"Una institución tan importante no puede estar asociada a una figura así en una sociedad democrática", ha asegurado Pablo Bustinduy. El ministro también ha reclamado al alcalde madrileño seguir el ejemplo de ciudades como Lleida o Cádiz, que ya retiraron de su callejero al Marqués de la Ensenada.

Exterminio nazi

Pablo Bustinduy también ha recordado lo que ocurrió en agosto de 1944, cuando cientos de miles de personas gitanas fueron exterminadas en los campos nazis de Alemania, así como deportadas, separadas de sus familias o sometidas a esterilización y experimentos médicos.

"Fue una de las épocas más brutales de nuestra historia, y especialmente de la historia del pueblo gitano, con un genocidio que nos deja una huella imborrable y terrible", ha manifestado el ministro, que ha lamentado que las víctimas del Samudaripen -como se conoce al holocausto gitano- "hayan sido olvidadas durante tanto tiempo por las democracias europeas".

Por eso, Bustinduy ha reclamado defender los derechos humanos como los pilares de nuestra democracia. "Si pasan a un segundo plano, acaba imperando la ley del más fuerte, se agravan las desigualdades y crecen los discursos de violencia, exclusión y odio" ha sentenciado.