TELEVISIÓN

Un soltero de 'First Dates' afiliado a Vox defiende que no es machista: "Tengo principios y valores"

Antonio mostró sus tatuajes a cámara, entre ellos, el rostro de su madre, una calavera, un lince ibérico y la bandera de España

El desagradable gesto de una soltera al conocer la afición de su cita en 'First Dates'

EPE

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Antonio, de 53 años, acudió de muy buen humor a su cita con Yoli en First Dates, el programa de búsqueda del amor emitido en Cuatro y presentado por Carlos Sobera. Al conocerse, parecían hechos el uno para el otro. Tenían muchas cosas en común: ambos eran malagueños, de la misma edad, divorciados, con dos hijos y muy aficionados al fútbol: "¡Ay, te quiero!", exclamó Antonio al enterarse de que ella compartía con él una pasión por el Real Madrid.

Él, henchido de orgullo, trató de demostrarle a Yoli su afición: "Tengo el tatuaje y todo", afirmó y enseñó a cámara el escudo del equipo. Pero también mostró a la audiencia más dibujos grabados con tinta en su piel: una gran calavera en el pecho, el rostro de su madre en un brazo y en el otro, un lince ibérico y la bandera de España a todo color.

Todo iba viento en popa. Justo a continuación, Antonio añadió: "Mi color favorito es el verde", en alusión a la blusa que llevaba Yoli, mientras se señalaba la pulsera de Vox de ese mismo tono. Y aclaró: "Soy de derechas, afiliado a Vox. Yo soy de atrás". Ella admitió también tener una ideología de derechas.

Pero pronto se inquietó: "¿Pero no eres machista?", le interrogó Yoli. Y él explicó entonces su postura: "En absoluto, una cosa es tener principios y valores, que es lo que tengo y otra, ser retrógrado. Yo no", afirmó Antonio. Él, que había defendido ante la audiencia disfrutar de dejar pasar primero a una mujer en una cita, convenció con su respuesta a Yoli, que explicó que le gustan los hombres caballerosos que le ofrecen una silla para sentarse o que le abren la puerta para subir a un coche.

Todo iba rodado hasta que la cita se fue a pique cuando Antonio se enteró de que Yoli fumaba. Él había dejado su adicción hacía años e incluso había terminado con una expareja por esta cuestión. Así que, en la pregunta final sobre si tendrían una segunda cita, aunque ella se mostró dispuesta, él se negó: “El tema del tabaco me cuesta porque pasé una experiencia muy mala y me da mucho miedo”, concluyó.