ANTENA 3

Daniel Brühl destapa sus mayores mentiras en 'El Hormiguero'

El actor acudió al plató de Siete y Acción para hablar con Pablo Motos de su último proyecto para Disney +, Becoming Karl Lagerfeld

Daniel Brühl, en 'El Hormiguero'

Daniel Brühl, en 'El Hormiguero' / Atresmedia

EPE

El Hormiguero ha empezado la primera semana de junio de la mano de un actor, Daniel Brühl. El protagonista de la emblemática Goodbye, Lenin! acudió al plató de Atresmedia para presentar su último proyecto: Becoming Karl Lagerfeld, que se estrena el viernes 7 de junio en Disney +. En ella, el intérprete hispanoalemán da vida al célebre diseñador francés en un biopic ambientado en la vibrante década de los 70, en un viaje que pasa por París, Mónaco y Roma con el fin de plasmar el extraordinario nacimiento de esta compleja e icónica personalidad de la alta costura parisina.

Sin embargo, la entrevista comenzó con un tema que nada tiene que ver con el proyecto. Pese a ser del Barça, el invitado aprovechó para darle la enhorabuena al Real Madrid por su reciente triunfo en la Champions League: "No me gustan las tonterías, la hostilidad ni las faltas de respeto. Ha sido increíble ganar 15 veces la Liga de Campeones. Aun así, visca el Barça", dijo, con una sonrisa.

Pasando al biopic, confesó que no sabría si el resultado le gustaría al propio Karl, una persona "muy solitaria", "con problemas amorosos" y con una parte oscura visible en el estreno inminente de Disney +. Además, el actor confesó que, para conseguir el papel, exageró su dominio real del francés para convertirse, al menos aparentemente, en el cadidato idóneo. "En la lectura de guion se enteraron de que era un impostor. Hay que mentir, si no, no consigues los papeles", añadió.

Pero no es la primera vez que el actor tira de fantasía. Haciendo memoria, recordó que, de pequeño, era muy dado a las "mentiras piadosas". Una de ellas fue cuando le dijo a su profesor de arte que su familia tenía "una buena relación con Joan Miró"... hasta que su propio progenitor destapó su mentira. "Finalmente, hubo un encuentro entre mi padre y el profesor, y mi padre me dijo: 'Por favor, hijo, qué vergüenza'". Y la cosa no queda ahí. En Alemania, cuando era un adolescente, se inventó que una chica española estaba enamorada de él cuando la supuesta conquista ni siquiera era real. "Esa chica no existía, y yo la había inventado. Compré incluso un disco y falsifiqué una dedicatoria con letra de chica: 'Te quiero mucho. Sandra'", narró, haciendo reír a Pablo Motos.