Road trip por los secretos de Lacio: de Roma a Civita di Bagnoregio

En el centro de Italia, limitando con el mar Tirreno, Lacio es una región fascinante que esconde rincones aún por descubrir. Aventurarse al volante por esta zona es una experiencia inolvidable llena de cultura, naturaleza e historia. La eterna Roma sirve como punto de partida para este viaje, que continúa por la desconocida Tuscia Viterbese y culmina en el sereno lago de Bolsena.

Roma, capital de Italia y corazón del antiguo imperio romano, es un museo al aire libre. Perderse por las calles del bohemio barrio de Trastevere es una excelente manera de dejarse seducir por sus encantos. Disfrutar sin prisas, explorando cada detalle, visitando tiendas y probando especialidades locales como la carbonara en sus trattorias y osterias. Aunque hayas visitado la Ciudad Eterna varias veces, siempre hay nuevos rincones por descubrir. No olvides detenerte ante el Coliseo, el Foro Romano y la Fontana di Trevi, donde lanzar una moneda para asegurar tu regreso.

Ponemos rumbo a la Tuscia Viterbese, al norte de Lacio. Esta antigua tierra etrusca se extiende desde Roma hasta la Toscana y la Umbría. Con sus joyas medievales y hermosos paisajes, es el destino ideal para aquellos que buscan el auténtico ritmo italiano. Durante el recorrido, no olvides probar la sopa de garbanzos y castañas, los dulces ceciaroli y la acquacotta, un caldo de verduras con pan y huevo.

La primera parada, Calcata, se encuentra en lo alto de un acantilado de toba volcánica. Este impresionante pueblo medieval, con su atmósfera bohemia, acoge a artistas de diversas partes. No te pierdas sus tiendas de artesanía y el castillo de Anguillara. Cerca de Calcata, las cascadas de Monte Gelato ofrecen un hermoso espectáculo natural.

A solo 27 kilómetros se encuentra Sutri, una ciudad que parece detener el tiempo con sus calles medievales y el Parco dell'Antichissima Città di Sutri. Este parque alberga yacimientos arqueológicos importantes, como una necrópolis y un anfiteatro.

La siguiente parada es Viterbo, capital de la Tuscia Viterbese. Conocida como la “ciudad de los Papas” por su pasado como residencia papal en el siglo XIII, Viterbo cuenta con el Palacio de los Papas, el barrio de San Pellegrino y la catedral románica de San Lorenzo, construida sobre un templo etrusco dedicado a Hércules.

Celleno añade un toque de misterio al viaje. Este pueblo fantasma, abandonado por epidemias y desastres naturales, ofrece una experiencia única. Desde aquí, una estrecha pasarela nos lleva a Civita di Bagnoregio, uno de los lugares más populares de la región. Este pueblo, tallado en lo alto de una montaña sobre el Valle dei Calanchi, cambia constantemente debido a la erosión.

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El último destino es el lago de Bolsena, el mayor lago volcánico de Europa. Sus playas de aguas poco profundas son ideales para nadar y practicar actividades acuáticas. También puedes visitar las islas Bisentina y Martana o los pueblos de Montefiascone y Capodimonte.